CONSEJO MEXICANO DE CIENCIAS SOCIALES

Las revistas académicas de Ciencias Sociales

Ago 21, 2012
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La publicación de revistas científicas forma parte de una de las tradiciones más acendradas del mundo académico, una práctica que se remonta al siglo XVII, cuando aparecieron las primeras publicaciones de este tipo en Francia e Inglaterra. Desde sus inicios se han caracterizado por ser instrumentos creados y sostenidos por las comunidades científicas para disponer de medios de comunicación y debate en determinados campos disciplinarios. No se trata de medios de difusión masiva, ni de fuentes de divulgación político-ideológica, ni siquiera de plataformas para promover soluciones a los problemas técnicos o sociales, sino de espacios regidos por normas de argumentación y validación del conocimiento especializado que las propias comunidades aceptan como legítimas, destinados a publicar resultados de investigaciones académicas y dirigidos en principio a un público de pares, no al público en general.

Las revistas académicas son el medio de comunicación principal y uno de los vehículos más importantes en la conformación de las identidades intelectuales y consolidación de las trayectorias profesionales para los científicos sociales. En esa medida, las revistas constituyen referentes fundamentales para los investigadores y, más en general, para el público académico. Esto opera al menos en dos sentidos: por una parte, su política editorial define el tipo de materiales susceptibles de ser publicados (desde el punto de vista de los autores), así como de los temas, teorías y debates que pueden encontrarse en ellas (desde el punto de vista de los lectores), y por otra parte los propios autores y lectores establecen una jerarquía de prestigios; es preferible publicar en algunas revistas y no en otras, es más reconocido hacerlo en x que en z.

A pesar de las muchas y a veces drásticas diferencias, las revistas de ciencias sociales comparten con las de ciencias exactas y naturales su condición básica de ser instrumentos de las comunidades científicas, regidos por normas académicas, y valorados por la relevancia de los materiales publicados dentro de campos especializados del saber; más que la utilidad social o económica del conocimiento, es su relevancia cognoscitiva, especializada y disciplinaria la que define el valor de los trabajos publicados, los cuales están dirigidos en principio a un público de expertos. Esos públicos están conformados sobre todo por investigadores, profesores y estudiantes de ciencias sociales, por lo que tanto el uso del lenguaje como los supuestos epistémicos del discurso están modulados para la interlocución con ese tipo de audiencia y no con un público abierto. Si bien algunos lectores no expertos suelen consultar estas revistas en busca de información u orientación en sus ámbitos respectivos, y ciertamente muchos se podrían beneficiar con esas consultas, en principio son los interlocutores expertos quienes establecen la validez y relevancia de lo publicado.

Ricardo Pozas Horcasitas ha argumentado en un artículo erudito y vehemente (“La textualidad en las ciencias sociales: revistas o libros”, inédito) que en ciencias sociales la identidad disciplinaria y la tradición intelectual están contenidas principalmente en los libros de autor, no en los artículos de revistas, y que las actuales presiones productivistas para publicar en revistas arbitradas atentan contra la creatividad y la innovación en las ciencias sociales. Pero tal vez esta crítica no habría que focalizarla en el medio sino en el modo; a final de cuentas, hoy en día los estantes de nuestras bibliotecas se encuentran atestados con libros de ocasión, ensamblados y publicados para salir al paso de la urgencia de puntos en la evaluación anual, trienal y quinquenal. Y así como hay libros clásicos que marcan hitos en la tradición intelectual de una disciplina, también hay artículos clásicos que se convierten en referencias obligadas, y revistas paradigmáticas que resultan imprescindibles para algunos campos del saber.

Las normas impuestas por el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica han tenido un efecto positivo en las publicaciones académicas del país, al establecer un piso básico de reglas y procedimientos estandarizados para asegurar un cierto nivel de calidad. Pero, además de ese piso básico, que garantiza el acceso al Índice, subsisten algunos problemas endémicos. Por lo general, las revistas mexicanas de ciencias sociales aceptan los materiales que van llegando, con tal que satisfagan las reglas formales y obtengan un par de dictámenes favorables; pero incluso dentro de esta función casi administrativa hay grados de exigencia, pues aun en los casos en que existe un buen proceso de dictaminación, pocas veces hay un buen seguimiento de las correcciones. Más allá de eso, sería inusual encontrar un editor que sea capaz, por ejemplo, de manejar con flexibilidad la “fila” de trabajos en espera de ser publicados, para armar números que tengan mayor coherencia y oportunidad; de hacer recomendaciones sustantivas a los autores para mejorar la pertinencia de los artículos desde el enfoque de la revista; de solicitar trabajos por encargo, para incidir en las grandes polémicas disciplinarias e intelectuales; de promover debates y réplicas de un número a otro, o de participar con oportunidad en los grandes temas de interés público mediante la publicación de artículos que desde el rigor académico sean capaces de alimentar y replantear esos debates.

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11 Comentarios

  1. A 35 años de la conformación del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (1977-2012), la representación temática del III Congreso realizado del 26 de Febrero al 1 de Marzo del 2012 en la ciudad de México, representó un mapa “geo-referencial” de las problemáticas actuales. Invito a quién visite esta página web no deje de visitar las ponencias presentadas en el Congreso.
    Felicito a los organizadores y diseñadores de la página por la agilidad visual de la misma.

    Responder
  2. Hoy en día, repensar el papel de las ciencias sociales en México va más allá de ser una necesidad para convertirse en una obligación. Las distintas crisis estructurales –económicas, políticas y sociales- suscitadas alrededor del mundo enmarcan los cambios en todas dimensiones de la realdad social. Por ello, el análisis social compartido y dialogado adquiere mayor importancia para comprender una realidad social que cambia a pasos agigantados. En este marco, convocar un diálogo a través de la página web en general y del blog en particular es de gran valía para contiuar el intercambio de ideas.
    Mis felicitaciones para todo el equipo que hace posible dicha labor reflexiva.

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  3. Un análisis pertinente sobre este tema, referido al campo de la Economía, fue hecho en el año 2000 por Bruno S. Frey en un artículo titulado «¿por qué los economistas desdeñan la metodología económica?» (Institute for Empirical Research in Economics. University of Zurich). «En la mayoría de los países -dice Frey, y permítaseme citarlo in extensso-, y especialmente en los Estados Unidos, el éxito académico hoy depende del número de publicaciones logradas en revistas profesionales, así como del número de citas potencialmente generadas por ellas y recolectadas en el Índice de Citas de Ciencias Sociales. Existe en economía una ordenación de revistas generalmente reconocida. Solamente revistas arbitradas son consideradas aceptables; los libros son de menor importancia, principalmente porque a menudo son menos estrictamente arbitrados… Los árbitros de las revistas económicas ponen la mayoría de su atención, si no es que toda su atención, en los formalismos y en las técnicas. El contenido del artículo, y las pistas que provee para el entendimiento del mundo real, son de importancia secundaria. Muchos árbitros evitan evaluar el contenido porque esto necesariamente involucra juicios de valor, los cuales en la economía moderna son considerados “no científicos” porque son subjetivos. En contraste, los aspectos formales de un artículo pueden ser evaluados de una manera (aparentemente) objetiva de acuerdo a las reglas del negocio. Esto es particularmente importante en un mercado global para economistas académicos (ver Frey y Eichenberger 1997), donde es crecientemente difícil saber algo acerca del contenido del material de un artículo. Los árbitros por tanto recurren a la evaluación de los formalismos (¿Es correcto el modelo matemático?, ¿Han sido usadas las más avanzadas técnicas para la estimación econométrica?) Como resultado, el tiempo entre el sometimiento inicial y la aceptación final, es dramáticamente alargado». Eso dice Frey. Yo digo que quizá, ante el tremendo cúmulo de la información, sería pertinente que las revistas especializadas diseñaran mecanismos de transparencia de sus procesos de decisión para que los que tengan interés en publicar y no lo logren, puedan saber cuáles son los razonamientos y los criterios para recibir y para rechazar artículos. No tengo nada que objetar al mecanismo vertical de promoción porque en este campo (en el dela ciencia) la democracia no solamente no es útil, sino perniciosa. La meritocracia sigue siendo la mejor manera de garantizar el avance de la ciencia. Gracias.

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  4. Definitivamente las revistas científicas son un medio indispensable para difundir los últimos resultados en Ciencias Sociales, mismos que entre pares, tienen un efecto positivo en distintas investigaciones, como en futuras. Sin embargo, falta que el público en general tenga mayor interés y con ello se construyan una perspectiva distinta de la problemática social. Quizás, la sociedad en general sería más participativa y crítica.

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  5. Muy buen artículo y transparente en sus ideas. Felicidades por el blog y por el nuevo diseño de la página. Estoy de acuerdo con José en su comentario sobre la forma práctica en que está estructurada la página. ¡Felicidades!

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  6. Repensar las ciencias sociales no sólo implica discutir distintos conceptos sino apropiar distintos medios para conversar y reflexionar aquellas ideas de interés común entre nuestros pares o impares. Coincido en que las revistas científicas son y han sido uno de los principales medios en que los estudiosos proponen nuevos debates o repensar otros más, sin embargo, usar distintas plataformas virtuales brinda mayor dinamismo al intercambio de ideas. Por ello, la creación de un Blog es, sin dudarlo, una magnífica idea para reflexionar sobre diversos tópicos. Enhorabuena por la propuesta.

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  7. Este texto me recuerda a la descripción que ya ha hecho Thomas S. Kuhn en «La estructura de las revoluciones científicas», obra en la que describe cómo el consenso de las comunidades científicas define en gran medida el avance de las ciencias.
    Gracias por abrir este espacio de diálogo y reflexión.

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  8. Para quienes estamos iniciando nuestra formación también sería muy útil contar con revistas de divulgación que nos ayuden a adentrarnos poco a poco a las discusiones teóricas.

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  9. Estoy de acuerdo con el comentario de Adolfo Ortega, este tipo de plataformas ayudan a tener una discusión y mayor intercambio de ideas que sin duda ayudan a nuestra formación como investigadores.

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  10. Estimado Dr. Contreras.
    En primer lugar quiero hacerle extensivo mis felicitaciones por este espacio de reflexión.
    Como bien dice, la importancia de las revistas científicas recae sobre todo, porque es el espacio en que los investigadores dan a conocer los resultados de sus investigaciones. Me llama la atención que la publicación de artículos en este tipo de revistas está enfocado principalmente a personas que se encuentran inmersos en el mundo científico (investigadores, estudiantes), lo cual de cierta manera, procura ser un tipo de revistas enfocados a un cierto estrato social.
    Por otro lado, es lamentable saber que en México la red de publicaciones de revistas científicas no está del todo fortalecida, o en su defecto, las publicaciones no son vastas como en otros países. Lo que deja entre ver que no existen los patrocinios suficientes para este tipo de actividades, o podría ser quizá, que el recurso humano científico es aún minoritario para cubrir las necesidades investigativas en los diversos sectores de interés social.
    Saludos cordiales.

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  11. Las revistas científicas, desde mi punto de vista, representan el principal medio de comunicación y transmisión de conocimientos científicos por parte de los investigadores, llegándose a convertir en una de las principales herramientas de todos aquellos que emprendemos la tarea de investigar determinados temas. El contenido de los artículos que ya hacen en dichas revistas, funcionan como el puente que nos permite adquirir información que nos servirá para contrastar nuestras investigaciones con otras, y de esta manera también contribuir al ejercicio científico, a través de la construcción de cuadros analíticos y metodológicos que nos permiten avanzar y generar conocimientos.

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