Juventudes y ruralidades en el México del siglo XXI

Universidad Autónoma de San Luis Potosí
Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades
Consejo Mexicano de Ciencias Sociales

Juventudes y ruralidades en el México del siglo XXI
Dr. José Guadalupe Rivera González
(coordinador)

Introducción
José Guadalupe Rivera González

La mayoría de chavos no se mete ¿por qué? Influye desde la educación de los padres ¡no te vayas al campo porque te quemas, te va hacer daño!, desde los chavitos, están con el teléfono, ya ni juegan ni nada ¡menos agarrar una pala! Luego en el campo está muy mal pagado, empiezan a regatear y no resulta y muchos se desaniman […] muchos se casan, como ya se dedican a la albañilería, su semana está segura, su salario seguro ¡y en el campo no! (Nancy, entrevista 2020)[1]

Un conjunto de publicaciones que han visto la luz en el transcurso de las primeras décadas del siglo XXI en diferentes países de América Latina, coincide en que las juventudes rurales en la región se siguen distinguiendo por ser un sector de la población muy heterogéneo y que continúan presentando condiciones de marcada vulnerabilidad. Lo anterior se hace más significativo si se comparan sus estándares y calidad de vida con la de sus contrapartes, es decir, con las juventudes urbanas.

Las posibilidades de construir carreras educativas y laborales en sus regiones o localidades de origen siguen siendo experiencias difíciles de concretar para muchos jóvenes rurales. Por lo tanto, las estrategias migratorias se han vuelto una constante en las historias de vida de estos jóvenes.

A los problemas anteriores, se deben añadir problemas de salud sexual y reproductiva, las diferentes manifestaciones y expresiones de las violencias ejercidas hacia ellos, por parte de la delincuencia organizada y las distintas fuerzas de seguridad, y aquellas expresiones de violencia que son ejercidas por los mismos jóvenes hacia otros sectores de la población: cuando los jóvenes ejercen violencia hacia otros jóvenes que forman parte de su entorno afectivo, familiar o comunitario.

Finalmente, en los últimos tiempos se ha hecho presente el problema de las brechas en las competencias digitales. Si se compara la situación de los jóvenes rurales y los problemas que éstos enfrentan con la de conectividad a internet en relación con sus contrapartes, las juventudes en contextos de urbanidad, este último punto adquirió gran relevancia para los estudiantes en el contexto del confinamiento derivado de la pandemia de Covid-19, como lo podremos leer en el contenido de 2 de los capítulos que integran la presente obra (Dirven, Martine. 2016; Díaz, Vivian y Juan Fernández, 2017; Cazzuffi, Chiara., Juan Fernández y Javiera Torres, 2018; CEPAL, 2019; Pacheco Ladrón de Guevara, Rosario Román Pérez y Maritza Urteaga Castro-pozo, 2013; Pacheco Ladrón de Guevara, 2019, Rivera González José Guadalupe, 2019, Hernández Ramírez, Jesús Alejandro, 2007).

Al ser las juventudes rurales un sector de la población con marcadas desigualdades y muy heterogéneas entre los países y al interior de los mismos, eso mismo hace que sea necesario seguir desarrollando y divulgando los resultados de investigaciones, que contribuyan a generar nuevos conocimientos sobre las realidades que se hacen presentes en diferentes regiones del país, y que ello contribuya a entender los procesos y situaciones que viven cotidianamente las juventudes rurales en los contextos contemporáneos, globales y, en los últimos meses, en las diferentes circunstancias que se han derivado por la pandemia de Covid-19.

La organización PROCASUR (2015) indicó que, si bien en los años recientes se avanzó en reconocer a los jóvenes rurales como un sector estratégico para el desarrollo, es un hecho que las diversas contribuciones que han generado diversas investigaciones permanecen invisibles, ya que persiste el desconocimiento sobre sus realidades, su rol dentro de la economía familiar y su aporte a la economía rural.

Por lo tanto, incrementar las investigaciones de carácter teórico y por medio de estudios de caso, como los que aquí se presentan sobre este sector poblacional, es un paso importante para revalorizar a los jóvenes rurales y generar estrategias más adecuadas a sus intereses y necesidades, sobre todo tomando en cuenta que la mayoría de los trabajos existentes son estudios de carácter exploratorio.

Estudiar a las juventudes rurales dentro y fuera del país, puede parecer un tema de escasa importancia si se toma en cuenta la disminución de la actividad agrícola en el país y, por lo tanto, de los sujetos que se encuentran en ella. Sin embargo, ello no es así, puesto que se trata de abordar la realidad de las juventudes que se encuentra en escenarios económicos, familiares, educativos, religiosos, políticos, de salud y tecnológicos, a los cuales les asiste una complejidad articulada por la crisis permanente del campo mexicano y también por las crisis que se están presentando en otros ámbitos; pero que terminan repercutiendo en su estilos y formas de vida, muchas de las cuales han tenido que experimentar ajustes, derivado de los cambios que se han referido en párrafos anteriores.

Por lo tanto, es una realidad que las juventudes rurales enfrentan retos que difícilmente le fueron planteados a la generación de sus padres, por lo que deben ensayar nuevas respuestas para las cuales el mundo adulto rural no siempre tiene el camino por el cual deben recorrer.

[1] Fragmento de una entrevista que se presenta en el capítulo 1 de este libro titulado: Jóvenes emprendedores en Valles Centrales de Oaxaca Oportunidad laboral y esperanzas para permanecer. Lo relevante de este fragmento es que sintetiza mucho de lo que ocurre y de lo que es la vida cotidiana de los jóvenes en las comunidades rurales de México en los años recientes. Seguramente ésta es una experiencia común y muy frecuente en otros países de América Latina.