Comentarios a la Iniciativa de Ley de Humanidades

Comentarios a la Iniciativa de Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnología

Una iniciativa de ley tiene siempre el propósito de regular las necesidades de la sociedad o grupos de la sociedad a quienes pretende apoyar o fortalecer. Este debería ser el caso de la iniciativa de ley presentada por MORENA en la Cámara de Diputados para la Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnología. Desafortunadamente, el texto y el articulado presentado no parece haber surgido de una consulta a órganos colegiados e investigadores/as, ni responder a las necesidades del sector de ciencias, humanidades y tecnología. A continuación algunos comentarios.

La exposición de motivos, indispensable en toda iniciativa de Ley, no parece haber tomado en cuenta el estado actual del sector. No parte de un diagnóstico sustentado en datos, tanto cualitativos como cuantitativos. Esto a pesar de que, al menos en el área de Ciencias Sociales y Humanidades, existen sendos.
En el texto se subraya la necesidad de que las humanidades, ciencias y tecnologías reivindiquen su papel en la vida pública y en la construcción de una sociedad mas justa y equitativa. Desde las Ciencias Sociales, y hace ya varios años, quienes trabajamos en estas áreas, tanto disciplinarias como inter/multi/trans disciplinarias, hemos hecho este llamado. La iniciativa debe considerar que esto solo se logra desde el saber hacer científico y no a partir de mandatos de arriba-abajo. Una ley no mandata, regula.
Los derechos humanos surgen de muchas reflexiones provenientes justamente de las Ciencias Sociales y las Humanidades. Si bien toda investigación científica debe considerar dichos derechos humanos hay que subrayar que ello no se incorpora, no es un elemento más, debe ser parte de la ética y la lógica bajo la cual cualquier investigación se desarrolla.
A lo largo de toda la Iniciativa, tanto en la exposición de motivos como en el articulado se habla de las humanidades, la investigación científica y el desarrollo tecnológico como actividades prioritarias del desarrollo. En ningún momento se menciona a que se refiere este concepto. A lo largo de los últimos más de cincuenta años muchos hemos debatido sobre el sentido del mismo y las estrategias desarrollistas. En este sentido, sería muy conveniente definirlo para saber sobre que estamos hablando cuando se habla de un desarrollo nacional integral: económico, social y sustentable.
Se menciona a lo largo de la Iniciativa la necesidad de vinculación entre las comunidades académicas y el sector productivo y comercial. Se habla de “excluir ciertos grupos” y de la necesidad de crear nuevas formas de articulación entre los tres. Aquí habría que tomar en cuenta que estos no puede ser sustentado únicamente en argumentos presupuestales. No está clara al participación de los tres grupos en las esferas de toma de decisión.
Se habla de una diferencia entre una política gubernamental y una “auténticamente pública” ¿Cuál es esa diferencia? Debería quedar claro este último concepto.
Hay una gran insistencia en apoyar las regiones rurales y muy poco a lo urbano y periurbano. En términos demográficos es mayor la población en estos últimos, y es aquí donde la pobreza es más cruda. Por otro lado si bien la sostenibilidad ecológica esta quebrada en áreas forestales, marinas y agrícola, mucho de ello debido al cambio climático, hoy en día la mayoría de la población está concentrada en áreas urbanas donde se genera la mayor parte de los gases de efecto de invernadero.
Incluir el concepto de humanidades en el Consejo es un acierto que reconoce su papel en el quehacer científico del mundo. Habría que ser más explícitos en este sentido y darle contenido a lo que se entiende por “humanidades” y a lo que se conceptualiza como “ciencias sociales”. No se trata solo de aparecer sino de contar con recursos y oportunidades para el quehacer de ambas áreas
Preocupa la concentración en la Junta de Gobierno de muchas de las decisiones del Consejo. Justamente los órganos que hoy asesoran a la Dirección General son los espacios donde se construyen consensos y vinculaciones.
En varias partes de la Iniciativa se habla de la soberanía e independencia tecnológica del país. En un mundo globalizado ¿cómo se logra lo anterior? A lo largo del documento no encontramos referencias a nuestra contribución como país a la construcción científica en otras partes del mundo y viceversa. Es muy necesario que se haga referencia a estos aspectos.
El tema de la innovación es muy importante y es de relevancia que se distinga entre la tecnológica y la social. Sobre esta última apenas comenzamos a trabajar y aquí la vinculación entre científicos sociales y organizaciones de la sociedad civil es fundamental. Construir políticas públicas que logren llegar a las personas requiere de distintas mediaciones que también deberían estar reguladas.
Hablar de incorporar la perspectiva de género es un discurso de los años setenta. Hay que reconocer la investigación y los estudios de género como ciencia de frontera en las que la multi/inter/transdisciplina son fundamentales.
Es muy importante que en el Programa Especial de Humanidades Ciencia y Tecnología quede muy claro a que nos referimos con “ciencia de frontera”.
Para la elaboración de este Programa Especial de Humanidades Ciencia y Tecnología resulta indispensable conocer muy bien lo que ocurre en el sector y también sustentar fuertemente cuales se consideran los grandes problemas nacionales y que es el bienestar social. Los científicos sociales y humanistas pueden contribuir a este objetivo.
La Iniciativa de Ley subraya la importancia de dictaminar los riesgos derivados de programas, proyectos y actividades de investigación, aplicación y desarrollo tecnológico. En materia de ciencias sociales y de humanidades, esto da lugar a pensar en que se quiere “coartar” la libertad y la autonomía de investigación, lo cual resulta muy grave. Incluso se habla de las medidas que el Consejo podría tomar “contra” dichos estudios. La libertad de pensar y proponer es indispensable en las ciencias sociales.