Mujeres, comunicación y cultura digital

Universidad Autónoma de Querétaro

Mujeres, comunicación y cultura digital

Coordinadoras
Betsabee Fortanell Trejo y Janett Juvera-Avalos

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Prólogo
¿Por qué hacer un libro sobre comunicación, cultura digital y mujeres?

Las narrativas y representaciones imperantes, tanto en los medios de comunicación tradicionales como en las redes sociodigitales, han sido producidas y creadas por la clase dominante, articulada al sistema patriarcal que ha hecho gala de su privilegio, lo cual ha cedido un papel secundario o incluso anónimo a las mujeres. Indudablemente, hay una deuda histórica con nosotras las mujeres, con nuestro trabajo, con nuestra representación tanto en las industrias culturales, y con lo que hemos creado, debido a la falta de perspectiva de género tanto en los medios de comunicación como en las plataformas digitales. Reconocemos que, para hacernos callar, se aplican ciertos sistemas de control, so pena de ser nombradas histéricas, locas o intensas. Se apela a este recurso cuando no cumplimos con alguna de las normas que se nos han impuesto; como menciona Lagarde, las transgresoras son mujeres que se distancian “del deber ser y con la imposibilidad de cumplir con el deber ser femenino” (2005, p. 534).

¿Qué tan sutiles son hoy los sistemas de opresión para silenciar el ingenio, la creación y el liderazgo de las mujeres? Actualmente, la cosificación de nuestros cuerpos sigue siendo la moneda de cambio para viralizar, monetizar u obtener likes, a fin de alimentar el morbo de la mirada masculina; mientras que las industrias culturales y sus productos de consumo recrudecen los estándares de belleza sobre los cuerpos de las mujeres. La repetición, la viralización y la permanencia de los contenidos que respaldan este discurso afectan la salud mental de las mujeres y su autoestima; ¿cuándo nos sentiremos suficientes?

El objetivo de este libro es visibilizar las estructuras que reproducen asimetrías, desigualdades, formas de opresión, discriminación y exclusión en los contextos digitales. Ha sido construido a partir de la inquietud de mujeres por estudiar fenómenos de la cultura digital, desde la perspectiva de género. Nos interesa mostrar cómo las usuarias negocian, significan y se apropian de las tecnologías, en un entorno permeado por un sistema patriarcal. Las investigaciones contenidas en el presente material se desarrollan en México y otras partes de América Latina, describen cómo las mujeres científicas problematizamos la Internet, las tecnologías, así como las prácticas de cultura digital. Mediante su publicación, buscamos construir alianzas para difundir la trayectoria y el conocimiento producido por científicas sociales. De esta manera, será posible producir un estado del arte que permita identificar tópicos, teorías y metodologías empleadas para el abordaje de la relación entre comunicación, cultura digital y mujeres.

Mujeres estudiando mujeres

Creemos que el trabajo académico y de investigación se difunde tejiendo redes, espacios seguros y de resistencia para enfatizar los distintos roles que desempeñan las mujeres. El presente libro es parte de nuestra resistencia en el campo académico, el cual otorga reconocimiento de manera selectiva, genera desigualdades y reproduce violencias. Es en este ámbito donde avanzan quienes depositan los trabajos de cuidados en otras personas, donde falta la empatía y sensibilidad ante las diversas realidades que viven las estudiantes, investigadoras en formación y académicas que cumplen con dos o más jornadas laborales, lo cual genera carreras desiguales y diferenciadas.

La presente obra busca visibilizar los esfuerzos académicos de las científicas sociales por abordar la cultura digital con perspectiva de género, de manera que el acceso, uso, significación y apropiación de la tecnología también se reconozcan o denuncien en un contexto de desigualdades, para mostrar las asimetrías de poder, los mecanismos de control, la idealización de los cuerpos hegemónicos, la precarización laboral y todos aquellos mecanismos impuestos por el sistema patriarcal. En este libro, exploramos las formas de organización digital y material con las que navegan las mujeres en el picado mar de las violencias estructurales.

Algunas de estas estrategias consisten en la creación de espacios seguros para fortalecer sus emprendimientos, negocios, salud mental, física e incluso para maternar en colectivo. Abordamos, además, las dinámicas protagonizadas por mujeres, desde la movilización, el emprendimiento, las resistencias, los trabajos de cuidados y redes solidarias, mediados por la cultura digital, desde un enfoque de género.

Acentuamos también la relevancia de la cultura digital, pues, si bien la tecnología y las redes sociodigitales han transformado la manera en que nos comunicamos, relacionamos e identificamos, es indispensable analizar cómo estas transformaciones afectan a las mujeres, pues en dicha cultura se reproducen y amplifican las desigualdades y opresiones de género, que son dignas de abordar desde una perspectiva crítica y feminista. La presente recopilación utiliza la referencia a los contextos históricos, sociales y culturales, la cual es fundamental para situar las investigaciones. Se prioriza la investigación de tipo comprensiva y significativa, en la que se aplican tanto técnicas cualitativas clásicas como métodos innovadores expresados en la etnografía digital. En cada trabajo, se emplean entrevistas, se construyen grupos de discusión y se trabaja sobre un análisis del discurso, por lo que cada uno funciona como una caja de resonancia para las voces de las mujeres.

Inspiradas en mujeres

Sara Ahmed propone hacer de la teoría algo personal, utilizar lo íntimo, lo confesional y lo incómodo. Nos inspira su protesta ante la forma en que la academia separa a quienes hacen teoría de quienes estudian, escriben e investigan sobre género o raza. Nos interpela para repensar a partir del pensamiento feminista y antirracista. Para nosotras, es fundamental lo que Ahmed dice: “vivir una vida feminista es construir conocimiento” (Ahmed, 2021, p. 13). En tiempos de la sociedad de consumo y del auge de las cirugías estéticas en edades tempranas, acudimos a bell hooks para recordar que la falta de amor favorece al consumismo y que conocer este sentimiento puede proteger (Hooks, 2022). Mientras que, para poner énfasis en la celeridad de los medios audiovisuales en Internet (que tiene un efecto simbólico, pues refuerza ideas que ya estaban en nosotras, por lo que pasamos por alto cuestionarlas), recurrimos a Remedios Zafra. Paradójicamente, en el mundo que habitamos con premura, somos capaces de habitar un cuarto propio conectado que neutraliza el exceso, el instante y la velocidad, y de crear, como dice Zafra, un tiempo propio (2010).

Coincidimos con Aimée Vega Montiel, respecto al derecho humano de las mujeres para acceder a la comunicación, se trata de un derecho que merecemos alcanzar, así como la libertad, la equidad, la igualdad, la solidaridad, la diversidad, la universalidad y la participación política. Propone reflexionar sobre el rol de la mujer (su representación con base en imágenes estereotipadas en los medios) y su escasa participación como productora y propietaria de los medios. Sólo el feminismo es capaz de asegurar nuestra participación en el espacio público (Vega Montiel, 2010). Desde el pensamiento de Donna Haraway, recuperamos la idea del cyborg, su propósito de superar dualismos, sus implicaciones políticas y transformadoras ante una realidad diferente; así como la propuesta de crear una ciencia feminista, a partir de la denuncia a la dominación tecnocientífica, de la construcción de la conciencia y de la opresión. Incluimos la denuncia de Graciela Natansohn sobre las tecnologías, pues menciona que no están libres de las relaciones de poder, al igual que su propuesta para involucrar métodos de investigación que ayuden a abordar lo subjetivo, lo imaginario, lo cotidiano, lo cultural y la construcción social de la tecnología.

Consideramos también las reflexiones de Karina Batthyány, quien denuncia la necesidad de valorar los cuidados para evitar que recaigan en quienes menos opciones tienen. Menciona que los cuidados deben ser concebidos no como una responsabilidad privada sino colectiva; a la vez que ahonda en la urgencia de lograr acceder a ellos de manera digna, pensados como trabajo y reconocidos como elementos esenciales del bienestar. Podríamos enunciar más referentes, desde Marianne Schnitger, Alexandra Kollontai, Nancy Fraser, Katrine Marçal, Marcela Lagarde, Rosario Castellanos, entre otras, quienes nos han inspirado a problematizar nuestro lugar en el mundo, en la academia, a reflexionar sobre el ser mujeres y las relaciones con nuestras pares.

Nosotras nos preguntamos

Desde la lucha universitaria, ¿cómo se organizan hoy las colectivas universitarias feministas? ¿Cómo se apropian de las redes sociodigitales como mecanismo de resistencia y ciberactivismo? ¿Cómo el discurso feminista en las universidades puede denunciar la violencia machista y plantear espacios seguros para nosotras? ¿Cómo las mujeres construimos nuevas formas en la vida académica en resistencia a las dinámicas patriarcales y sexistas? Desde la tecnología, ¿cómo la lucha colectiva puede hacerle frente al cuerpo hegemónico? ¿Cómo se articulan las violencias simbólicas y estéticas en los discursos online y offline? ¿Usar y crear stickers en Whatsapp permite generar alianzas entre nosotras? ¿Por qué preferir ser una cyborg que una diosa como lo plantea Donna Haraway? ¿Qué implica ser mujer máquina? ¿Actuamos cada vez más como máquinas y menos como humanas?

Desde lo económico, ¿cómo emprender un negocio siendo mujer?¿Cómo enfrentarnos la precarización laboral? ¿Cómo podemos construir ambientes laborales y vivir; no vivir para trabajar? Desde los cuidados,

¿quién cuida de mí? ¿Con el uso de tecnología podemos generar espacios de autocuidado? ¿Quién es capaz de acompañarme en un trastorno de TCA? ¿Las redes sociodigitales salvan vidas? Desde los roles de género, ¿se te está pasando el tiempo para tener hijxs? ¿Quién te va a cuidar cuando seas adulta mayor? ¿Ya deberías encargar? ¿Cómo las tribus digitales acompañan a las madres? ¿Son hoy los grupos en las redes sociodigitales estrategias para silenciar los mandatos de la maternidad?

Desde la academia, ¿cómo las mujeres podemos construir una vida intelectual sorora, donde las investigadoras tejamos redes para la producción intelectual? ¿Cómo entablar un diálogo con nuestros pares, cuando el rechazo a la inclusión de la perspectiva de género en las investigaciones y planes curriculares normalizan condiciones de desigualdad y expresiones de violencia? Estamos convencidas que existen otras maneras de producción del conocimiento caracterizadas por el acompañamiento, la sororidad y el apoyo entre mujeres.

Sobre el contenido del libro

Los capítulos versan sobre la ciudadanía digital y el ciberfeminismo (María Rocío Espínola, Luz Elena Vázques Bravo, Natalia Stengel Peña y María Yolanda García Ibarra); las colectivas y movimientos universitarios que tejen redes de apoyo online y offline (Rebeca Padilla y Estefanía Díaz; Mariana De Pablos Vélez López); los desafíos de las mujeres emprende- doras (Alma Celia Galindo Núñez y Juana Isabel Vera-López); la tecnología como herramienta de autocuidado y resistencia (Blanca Aimée Granados Pavón y Betsabee Fortanell Trejo; Ana Sofía Apodaca-Cabrera y Janett Juvera-Avalos); los mandatos de la maternidad (Adriana Moreno Carrasco y María Isabel Imbaquingo Pérez); y los retos de las mujeres en la educación, la investigación, la académica y las áreas stEM (Claudia Cintya Peña Estrada, Fátima Rodríguez Ordoñez, María Fernanda Zuany Rodríguez y Verónica Rodríguez Aguilar).

Las bondades de presentar un libro desde muchas aristas de la vida de las mujeres son para irrumpir a las formas hegemónicas de hacer ciencia e investigación; por ello, presentamos ensayos, reflexiones, diálogos basados en experiencias vividas desde un celular, presentamos mecanismos de auxilio que se activaron con un mensaje. Con base en el movimiento feminista y la cultura digital, es urgente presentar miradas interdisciplinarias capaces de generar convergencias que expliquen el espacio que nos toca compartir. A través de estos capítulos, invitamos a reflexionar sobre nuestro lugar en el mundo, la apropiación de las redes sociodigitales para alzar la voz y para visibilizar las opresiones patriarcales que vivimos las mujeres. Utilizamos este libro como herramienta política para afirmar que lo virtual es real y lo que le pasa a una, nos pasa a todas.

Betsabee Fortanell Trejo y Janett Juvera-Avalos

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Referencias

Ahmed, S. (2021). Vivir una vida feminista. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Caja Negra.

Batthyány, K. (2020). Miradas latinoamericanas a los cuidados. México: Siglo xxI, cLACSO.

Haraway, D. (1995). Manifiesto cyborg. En Ciencia, cyborgs y mujeres.

La reinvención de la naturaleza Donna Haraway. Madrid: Cátedra.

Hooks, B. (2022). Todo sobre el amor. Ciudad de México: Paidós. Lagarde, M. (2005). Los cautiverios de las mujeres: madres, esposas, monjas, putas, presas y locas. México: Universidad Nacional Autónoma de México. https://doi.org/10.1017/cBO9781107415324.004

Natansohn, G. (2013). Internet en código femenino. Argentina: La Crujía Ediciones.

Vega, A. (2010). Las mujeres y el derecho humano a la comunicación: su acceso y participación en la industria mediática. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 52(28): 81-95. http:// www.redalyc.org/articulo.oa?id=42116044005

Zafra, R. (2010). Elogio del párpado o ventanas para el tiempo en el cuarto propio conectado. En Un cuarto propio conectado. (Ciber) espacio y (auto)gestión del yo. Remedios Zafra. Madrid: Fórcola Ediciones.