Los universitarios interiorizan representaciones sociales y las reinterpretan en el ámbito escolar


Students internalize social representations and reinterpreted them in schools


Olivia Sánchez García1 y Evangelina Tapia Tovar2


Resumen: El documento presenta resultados de una investigación realizada con estudiantes de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en ella se relacionan las representaciones sociales y el aprovechamiento escolar. El estudio se realizó desde la perspectiva de la investigación educativa, con enfoque cualitativo, transversal y, entrevistas a profundidad. Los resultados obtenidos muestran que en la familia los universitarios interiorizan y construyen representaciones sociales que determinan la forma de comprender y vivir la vida y reinterpretarlas en el ámbito escolar. En el campo de la educación estas representaciones sociales se manifiestan en estrategias y prácticas sociales reflejadas en el aprovechamiento escolar.


Abstract: The document presents the results of an investigation made with students of the Universidad Autónoma de Aguascalientes, in it relate to social representations and achievement. The study was made from the perspectives of educational research, with a qualitative and transversal approach and through in-depth interviews. The results show that in the family, university students internalize and build social representations that determine the way they live and understand their life and how they reinterpret those representations in the school environment. In the field of education, these social representations are manifested in practices and social strategies that are reflected in school achievement.


Palabras clave: Representaciones sociales; capital cultural; aprovechamiento escolar; familia y estudiantes universitarios.


Introducción

El documento presenta los resultados de una investigación en la que se relacionan el capital


1 Doctora en Ciencias de la Educación, Profesora investigadora de Tiempo Completo del Departamento de Sociología y Antropología, Universidad Autónoma de Aguascalientes, líneas de investigación: Cultura Religiosa y Estudios Socioculturales, email osanchez@correo.uaa.mx

2 Doctora en Ciencias Sociales y Humanidades. Profesora investigadora de Tiempo Completo del Departamento de Sociología y Antropología, Universidad Autónoma de Aguascalientes, línea de investigación: Estudios socioculturales, email etapia@correo.uaa.mx

cultural de los jóvenes universitarios, a través de representaciones sociales que son la fuente para reinterpretar su realidad familiar, social y escolar en el ámbito escolar principalmente en dos aspectos: la trayectoria escolar y el aprovechamiento escolar. El objeto de estudio es la comunidad estudiantil de licenciatura de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, una población de 14,606 alumnos inscritos, según el sitio de transparencia institucional. La población se distribuye en 9 Centros académicos, representada en un muestreo intencional que permita, eventualmente, detectar posibles diferencias que podrían derivarse de esta situación (Sánchez, 2016). La conceptualización de las representaciones sociales desde la perspectiva de Moscovici (1979) son formas de comunicación introyectadas en la familia, que ayudan a construir y reinterpretar la realidad, al desenvolvimiento en ella y a posicionarnos ante ciertos puntos de vista.

La familia como primer agente socializador, facilita que sus integrantes construyan representaciones sociales, formas de vivir y de comportarse culturalmente, reproduciéndolas en redes familiares, escolares y sociales, y se objetivan en el capital cultural y es el soporte que los lleva a confrontar los diversos campos de acción del entorno plasmado en una posición, prestigio y nivel socioeconómico en la estructura social. La escuela como institución socializadora secundaria cumple la función primordial de mostrar a los sujetos lo que la sociedad espera de ellos y la mejor manera de lograrlo. El capital cultural como potencial adquirido en la familia, aporta las habilidades y conocimientos que permite a los jóvenes a enfrentar la decisión de continuar su formación educativa a nivel superior. La Universidad es el campo o espacio en donde los jóvenes luchan por conservar o transformar su capital cultural que juega el papel de factor intermediario entre el origen social de los estudiantes y su aprendizaje, reflejado en su Aprovechamiento escolar.

La metodología elegida para el logro de los objetivos es cualitativa, consiste en buscar como la cantidad se vuelve cualidad. Se pretende describir el habitus que objetiva la posición en el campo escolar desde la visión de los universitarios, sus representaciones sociales, esquemas de pensamiento, acción y percepción, pero poniendo especial atención a la familia como agente mediador entre los campos educativos y el estudiante. Importa la relación de la familia con las representaciones sociales que nos ayudan a reinterpretar la realidad de la trayectoria escolar de los sujetos, la forma en que el capital cultural de la familia influye en la conformación del

estudiante y su logro escolar.

La entrevista, nos permitió reconstruir el contexto familiar, la forma en que este grupo social facilita la interiorización de representaciones sociales en sus integrantes, es un mediador al interno de los diversos campos sociales, además cómo afecta la actividad escolar de los entrevistados desde su propio testimonio. La muestra es intencional y de naturaleza homogénea, se buscó deliberadamente a estudiantes con las siguientes características: promedio mayor a 8.5, con prestigio de estudiante dedicado, responsable y comprometido con su carrera. Esto se consiguió por bola de nieve, atendiendo a poblaciones más amplias como los centros y carreras hasta centrarse en los sujetos con las características requeridas, teniendo como referentes las opiniones de compañeros y maestros de los entrevistados. Además, se seleccionaron a quienes mostraron disponibilidad de tiempo, buen talante y capacidades comunicativas y disposición para hablar de su familia y su vida como estudiante. La intención era buscar las condiciones familiares, culturales y sociales que permiten estudiantes exitosos.


Capital cultural, representaciones sociales y aprovechamiento escolar

En este trabajo, el punto central es explorar y analizar a profundidad la relación entre capital cultural expresado mediante las representaciones sociales y el aprovechamiento escolar de los universitarios, lo que lleva a comprender el significado que tiene la formación que han recibido en su familia, las cosmovisiones que los jóvenes construyen y reinterpretan en la escuela, con los amigos, así como en sus relaciones personales.

El concepto de capital cultural, se considerar como la relación con la dotación de conocimientos que poseen los agentes o jóvenes universitarios en diversos grados, adquiridos en las etapas de socialización y en correspondencia con la posición que ocupan en la estructura social. En un nivel más profundo vinculado con una definición epistémica, Colorado (2009), menciona que el Capital cultural se observa en los bienes materiales de tipo cultural con que los estudiantes cuentan, a los que puede recurrir para su uso en el ámbito escolar; es la dotación de conocimientos que poseen los agentes en diversos grados y, como ya se mencionó está en correspondencia con el lugar que van adquiriendo y posicionándose en la desigual sociedad. En este punto añado que en el campo universitario los estudiantes reflejan en sus acciones escolares que son portadores de diferentes tipos de capitales adscritos o adquiridos.

Con base en las anteriores definiciones y en la observación surgida de esta investigación, se puede considerar que el capital cultural es el potencial adquirido en la convivencia familiar, como espacio social autónomo en el que se inicia la construcción de la conciencia de lo que constituye el escenario natural donde se desarrollan las tarea del grupo, se genera la representación social de la vida cotidiana según funciones y roles de cada ser individual y social; esa representación social es comprendida como un sistema de valores, nociones y prácticas socializadas que recortan y proporcionan a los estudiantes los medios para orientarse en el contexto escolar, social y material.

Las representaciones sociales son una red de conceptos e imágenes compartidos por los universitarios, las desarrolla en las interacciones entre estudiantes y maestros y con los medios que usan para comunicarse. Surgen del conocimiento del sentido común de la realidad social (por lo tanto son socialmente construidas y compartidas) al mismo tiempo que participan en su construcción. Además, son formas de conocimiento que sirven de información y de orientación a la acción. Los jóvenes las objetivan, mediante acciones que mantienen o transforman lo aprendido (capital cultural en sus diversas formas), que modifican en su tránsito por las instituciones educativas y que se reflejan en su aprovechamiento escolar. Esta temática ha sido analizada por algunos autores (Carvallo, Caso, & Contreras, 2007), quienes han encontrado que es una situación que depende tanto de factores extraescolares como de pautas culturales del núcleo familiar.

El impacto del estudio del capital cultural familiar, de las representaciones sociales y su relación con el aprovechamiento escolar va en la línea de contribuir desde la perspectiva sociológica, a la investigación educativa, comprender que las representaciones sociales revelan lo que saben y piensan los universitarios acerca de un objeto social (el éxito en el ámbito escolar que los llevara a encontrar mejores posiciones sociales en el ámbito social, laboral, cultural, etcétera). Según Jodelet las representaciones sociales, son conocimientos que participan de la construcción de la realidad común a un conjunto social (Jodelet, en Banchs, 2000, p.4). Es así que, al ser un constructo, una representación social puede poseer dos perspectivas de significado en el campo escolar. Los constructos y su reinterpretación pueden tener visiones diversas y hasta antagónicas de un mismo objeto social (Banchs, 2000, p.5).

Las representaciones sociales desarrolladas por Moscovici (1979) explica cómo se intenta incluir a la ciencia en la vida cotidiana, (formas de ver, sentir, comprender y vivir) es decir, como un grupo social los universitarios asimilan un sistema estructurado de discursos y valores, capital cultural familiar, así como la manera en la que los estudiantes reconocen la representación social como componente de su realidad y la utilizan como estrategias y prácticas escolares para generar conocimientos, aprendizajes que se manifiestan en su aprovechamiento escolar.

En la actualidad, la competencia por el estatus provoca que los actores sociales busquen una mayor formación formal para acceder a niveles altos en el estatus social, la educación es vista como un bien posicional. Las representaciones sociales cuando los universitarios las reinterpretan repercuten en el desarrollo de sus habilidades, estrategias y prácticas, de acción y se manifiestan mediante un buen rendimiento escolar. En el campo de la educación a lo largo de historia se han dado diversas transformaciones que se vinculan con el rol que desempeña la familia, en ella se interiorizan, se construyen y reinterpretan las representaciones sociales que determinan su identidad, la forma de interiorizar valores, costumbres, tradiciones y comportamientos de la cultura que les permiten conocer y contactar el entorno, así como también tomar la decisión o no, de continuar estudios de nivel superior, por otra parte, el contexto o medio social interviene en el aprovechamiento escolar, en este punto se debe recordar que los estudiantes pertenecen a diferentes niveles sociales, económicos y culturales.

El Aprovechamiento escolar en este estudio, se relaciona directamente con las evaluaciones del conocimiento que se adquiere en el ámbito escolar universitario. Este concepto se fundamenta en el Acuerdo Número 696, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por el que se establecen normas generales para la evaluación, acreditación, promoción y certificación en la educación básica. Es la evaluación del desempeño de los alumnos en relación con los aprendizajes esperados, es la medición en lo individual de los conocimientos, las habilidades, las destrezas y, en general, el logro de los propósitos establecidos en el programa de estudio, así como la medición de las actitudes que mediante el estudio se favorecen (Diario Oficial de la Federación, 2013).

Algunos autores como Camarena, Chávez, & Gómez (1985) mencionan que el aprovechamiento escolar hace referencia al nivel de conocimientos, habilidades y destrezas que el alumno adquiere en los procesos de enseñanza y aprendizaje; es decir, es el aprendizaje

observable en el aula, su evaluación se realiza a través de la valoración que el docente hace del aprendizaje de los alumnos, las medidas más comunes son las calificaciones.

El impacto social de trabajos como este se refleja en la formación de profesionales brillantes y líderes que dejen huella en la sociedad con sus conocimientos y habilidades, es una formación axiológica, en donde los valores son reflejo cognoscitivo de la sociedad a través de representaciones de la realidad objetiva de los universitarios, en donde la finalidad última sea que contribuyan a la solución de las problemáticas sociales del contexto.


La trayectoria académica: conceptualización

La trayectoria académica la hemos definido como cambios de estado, transformaciones dadas por la adquisición del capital cultural en sus tres variedades en el campo escolar. Por lo tanto, la trayectoria académica está marcada por un guion derivado de la secuencia de grados que se deben conseguir según la institución educativa y su aprobación (reconocimiento), como capital cultural institucionalizado. Aparejada a esta trayectoria, se produce el capital incorporado, la apropiación corporal que comprende a los conocimientos, habilidades personales e intransferibles que logra el agente durante el proceso de educación y que tienen como antecedente las representaciones sociales familiares. Finalmente, la trayectoria se nutre y potencia con el uso del capital cultural objetivado que son los medios para lograr los objetivos de enseñanza, cuando son recursos como libros o medios electrónicos, o las posesiones que aproximan a objetos valiosos, como la cultura patrimonio, y dan tanto fruición como prestigio.

Es conveniente tener en cuenta algunas precauciones. La primera es que el cambio de estado no es sólo adquisición de capital cultural, sino que también implica la inversión del mismo para aumentar su monto y esto implica un riesgo en un contexto de competencia. El sujeto no sólo adquiere capitales, también los pierde y en consecuencia cambia su posición relativa respecto a otros actores, con determinado cambio en el estado y el monto de los capitales que detenta. Bourdieu (1987) advierte que una trayectoria no es ni lineal, ni sólo personal, enfatiza el análisis del capital incorporado como habilidades, conocimientos y valores adquiridos (como estilos de aprendizaje, estrategias y hábitos de estudio y actitudes), no se puede dejar de lado el capital objetivado, como medio (uso y disponibilidad de recursos). Sin embargo esto sólo se analiza en este apartado tangencialmente.

Una vez analizado el capital incorporado como práctica que permite dominar el campo educativo estudiantil, se comprende la relación de ésta con el capital cultural familiar en todas sus dimensiones. Se definen los términos relativos a la práctica y la forma en que serán usados, la intención abierta y ostensible es que el estudiante logre el aprendizaje, que incorpore habilidades, conocimientos, actitudes y valores, en un proceso centrado en el alumno y con el apoyo de un facilitador. La estrategia surge cuando a partir de las representaciones sociales, o las formas de comprender el entorno se elige una acción, un interactuante o un medio en vez de otros para maximizar o simplemente reproducir la situación en el campo, situación que se refuerza a través de la reconstrucción de las representaciones sociales de los universitarios. En nuestro caso, se trata comúnmente de optimizar los efectos de la acción y acumular capital educativo con altas calificaciones y buena fama pública.


Las prácticas educativas de los estudiantes: el análisis

El ámbito del capital cultural familiar se construye fundamentado en indicadores que forman parte de la vida familiar de los estudiantes y que representan la adscripción de un capital, el cual es un instrumento de apropiación, de adaptación y de socialización, los estudiantes obtienen un capital de origen social y diversas prácticas sociales aprendidos en sus familias, que son mediadas por los esquemas de percepción y representación (habitus) de los estudiantes, algunas de esas acciones o prácticas son las siguientes. Participación en actividades familiares, deportivas, artísticas, religiosas, de entretenimiento y tradiciones, además, aquellas que llevan a los estudiantes a generar representaciones sociales estructuradas, que implican mandatos, prejuicios, valores, creencias y mitos, expectativas o motivación para continuar con estudios de nivel superior. Respecto a este tema, Barg (2003) menciona que en la convivencia familiar se aprende que las diferencias sociales se objetivan en tipos de bienes materiales, de modos de hablar, de relacionarse y, se subjetivan, en modos de ver y de pensar (habitus) propios de la posición social de la familia, y que se adquieren en el diario convivir.


“Mi motivación para estudiar fue mi tía, ella es una eminencia, ella trabaja en la Secretaría de Relaciones Exteriores y le ha costado mucho trabajo, porque es un puesto difícil de conseguir. Ella ha sido como muy dedicada al estudio, y a mí me gusta mucho

escucharla platicar, lo que tiene que decir y, aprender de ella. También mi abuelita y mi papá, de niña, teníamos un compendio de fichas históricas y me enseñó a leerlas, decía

´no hay de otra más que aprender´”. Karla, 22 ños, 2015.

“Mi motivación para estudiar la Universidad, es porque quiero superarme, porque yo quiero ser alguien en la vida, tener un buen empleo, más que nada, para así tener una vida digna. […] mi mamá y mis abuelos son quienes me motivaron para que estudiara la Universidad, me dan muchos ánimos, y me apoyan mucho económicamente, cuando necesito un libro o algún material, luego luego me dicen ´ten esto, yo te apoyo´”.

Guadalupe, 20 años, 2015.


Con esta conceptualización sobre el capital familiar se estructuro la información sobre los indicadores que representan simbólicamente la socialización o representación social que los estudiantes reciben de su familia, del contexto y de la cultura, lo objetivado, y también se incluye como ellos internalizan y externalizan dicho proceso de socialización, volviéndose parte fundamental en la construcción de su capital familiar. Cuando la familia está conformada por padres con alta escolaridad, es más probable que se genere un habitus, un sistema de esquemas generadores de prácticas que expresa de forma sistémica la necesidad y las libertades inherentes a la condición de clase y la diferencia constitutiva de la posición. (Bourdieu, 1987). Es muy posible que en esa familia haya algunos estantes o libreros con revistas científicas o especializadas y libros que les proporcionan a los jóvenes la representación de la importancia de una biblioteca familiar o pública. Sin embargo, es posible que aunque estas representaciones no sean heredadas o adscritas en la familia, hay padres que valoran positivamente la educación y de esta manera infunden en los hijos ese interés por formarse más allá de lo que hay en su contexto socioeconómico y buscan acrecentar su conocimiento en la biblioteca o actualmente por información adquirida mediante el uso de Internet.

La motivación para continuar con estudios de nivel superior, se refuerza en la medida en que muestra la comunicación existente entre los miembros de la familia, si genera o no expectativas en la familia y personales. Parsons en 1961, hablaba de que el sistema social debe proporcionar, mantener y renovar la motivación de los individuos, función que se cumple a través

de las diversas instituciones que estructuran al estado. La familia transmite las pautas culturales que crean y mantienen la estimulación o expectativas en los miembros de la familia. En la investigación este indicador juega un importante papel porque facilita la comprensión de como los universitarios se adscriben este capital en la convivencia familiar (Ritzer, 2002).


“Estudiar en la Universidad fue decisión mía, pero siempre tuve el apoyo de mis papás, desde niño mi papá nos decía que él quería darnos una carrera, si se puede a todos, que él iba a tratar de darnos eso. […].mi papá nos contaba que de chico él no tenía los recursos que a lo mejor yo tengo, que él nos dio. Desde niños nos dijo que él iba a tratar de darnos estudios siempre y cuando nosotros quisiéramos, entonces, yo desde niño quise estar en la Universidad y fue principalmente por ellos. […] mis papas me dijeron que lo único que nos podían dejar era el estudio, porque no estaban seguros de dejarnos una casa o cosas así, entonces, me dijeron que lo único que yo podría tener en esta vida eran mis estudios y mi familia”.

Ricardo, 21 años, 2015.

“Mi motivación para continuar con estudios universitarios fue porque era el único espacio en donde me podía acercar a aprender algo que me permitiera después mantenerme, sinceramente me da igual el título, me gusta el conocimiento por sí mismo, pero en estos tiempos es necesario que una institución avale lo que sabes. […] si quería dedicarme a esto pues también tenía que tener algo que me ayudara a capitalizarlo, a usarlo para vivir y con un título universitario puedes dar clases”.

Rebeca, 20 años, 2015.


Las representaciones sociales se construyen, son un instrumento de apropiación, de adaptación y de socialización, que forja mandatos, prejuicios, valores, creencias y mitos, y las expectativas o motivación para continuar con estudios de nivel superior.


“[…] mis papás me dijeron que lo único que nos podían dejar en la vida, era el estudio, porque no estaban seguros de dejarnos una casa o cosas así, entonces me dijeron que lo único que yo podría tener en esta vida eran mis estudios y mi familia”.

Ricardo, 21 años, 2015.

“Mi motivación para estudiar en la Universidad proviene de mi propia vanidad, pero definitivamente mi mamá es la que siempre está ahí cuando me siento muy frustrada o cansada y pienso en abandonar la carrera para dedicarme solo a trabajar”.

Rebeca, 20 años, 2015.


Cuando la institución familiar no consigue cumplir con esa función, coexisten otros agentes insertos en el contexto socio-familiar que en determinado momento llegan a sustituir o complementar esta función de la familia (familiares cercanos o algunos profesores). Como resultado del análisis de la información, los estudiantes universitarios manifiestan que la familia cubre casi en su totalidad con este cometido.

El constructo de capital escolar está conformado por indicadores relacionados con la vida escolar de los estudiantes dentro y fuera del campo de la universidad. Este capital es el instrumento de apropiación que los estudiantes han interiorizado durante su paso por las diversas instituciones educativas (proceso de socialización secundaria), son las estrategias que desarrollan en sus representaciones sociales, para luchar en el campo universitario entendido como un sistema de relaciones en competencia y conflicto entre grupos, en posiciones diversas. En este espacio, los estudiantes tienen capacidades para luchar, crear y participar; son sujetos activos en constante competencia por un capital simbólico, luchan y generan alianzas, estrategias, para obtener el capital, porque les otorga legitimidad, prestigio, reconocimiento y autoridad. Los universitarios ingresan al campo educativo con cierto capital familiar y escolar y en su paso por la universidad, no únicamente buscan obtener un título universitario (capital simbólico), sino incrementarlo o transformarlo con la finalidad de facilitar su posicionamiento en la estructura social Bourdieu, 2007).

La importancia de estos indicadores radica en la correlación con el habitus de los estudiantes, es decir, en sus acciones, estrategias y prácticas escolares, se involucran sus esquemas de pensamiento, sus formas de comprender la vida, sus representaciones sociales, porque son los insumos que estructuran sus interacciones. En las acciones que implican estos indicadores, lo que está presente es esencialmente que los estudiantes deben razonar acerca de lo qué es lo importante para ellos en el campo universitario como espacio social en el que se lucha

para competir por los capitales que lo conforman, para lo que cuenta con su propio capital económico, capital social, capital político y capital simbólico (Bourdieu, 2003 y Fernández, 2012) y, en consecuencia, los estudiantes se confrontan para apropiárselo, obtener mejores resultados en su aprendizaje, en sus habilidades, pero especialmente en su aprovechamiento escolar y en consecuencia en su trayectoria académica. Una de las estudiantes participantes comentó.


“Me gusta mucho leer y hacer los trabajos bien. En los trabajos de equipo soy como, o mejor dicho procuro ser siempre la primera que entrega y como poner un margen, para entregar el trabajo de equipo, ´yo ya entregué síganle´ o sigo apoyando. Esto lo aprendí de mi tía y de mi abuela, porque yo viví muchos años con ellas”.

Karla, 22 años, 2015.


La aportación del Capital Social tiene importancia en la medida en que los actores sociales en sus interacciones en el espacio universitario utilizan las redes sociales para modificar el capital simbólicos que han adquirido en su paso por los diversos grupos sociales en los que han participado, en este ámbito, las relaciones e interacción en el campo universitario son el espacio y el tiempo en el que los estudiantes se integran varias redes sociales y con organizaciones cívicas, especialmente en el tiempo necesario para cubrir con el requisito del Servicio Social. En esta etapa de formación, los universitarios muy frecuentemente afirman que no son religiosos, ni creyentes, mucho menos aceptan ser practicantes de rituales religiosos. En este espacio universitario más bien la tendencia es a afirmar que no son creyentes católicos, que son agnósticos, o mencionaron ser creyentes de una gran diversidad de entidades y espiritualidades. En relación a este tema, uno de los estudiantes expresa su opinión con respecto a la importancia que la religión tiene sobre las personas en general.


“[…] generalmente en la colonia en donde vivo, se realizan muchas fiestas concernientes a la religión, la mayoría de las personas y mi familia incluida, se juntan por ese tipo de fiestas. […] Probablemente por el mismo hecho de que se tiene una costumbre de juntarse solo por cuestiones religiosas y al mismo tiempo dentro de la misma familia no

se admite una influencia externa, y esto hace que la familia probablemente si influya en el hecho de que una persona decida estudiar, esta decisión se ve influenciada por el hecho de, no sé cómo decirlo, sus valores están influenciados mayormente por su propia familia y por la religión. Sí tú no te reconoces como parte de esa religión, no eres aceptado dentro del grupo y por tanto tu posición está fuera del contexto en el que se desarrollan tu familia y tu comunidad”.

Edgar, 20 años, 2015.


Conclusiones

El Capital cultural representado por los bienes materiales de tipo cultural, es una dotación de conocimientos que posee el estudiante en diversos grados, a los que recurre para llevarlos a la práctica en el ámbito escolar y está en correspondencia con el lugar en el que se posicionan en la estructura social. Este capital es una potencialidad productividad que se estructura con los recursos, conocimientos y habilidades que se comparten por pertenecer a un grupo como el de los estudiantes. Al ingresar al espacio de la universidad los jóvenes llegan provistos con diversos grados de capital adquiridos en la socialización familiar, enriquecido por las instituciones educativas y por las redes sociales. Un hallazgo significativo de la investigación es que sin importar el nivel socioeconómico y cultural, sí la familia considera importante y valiosa la educación esto genera ciertas representaciones sociales que serán de importancia en la motivación de los jóvenes por continuar con su formación profesional y hacerlo en las mejores condiciones. El apoyo familiar es fundamental, si la familia en su contexto socioeconómico y cultural no cuenta con un gran capital cultural, muchos generan representaciones sociales que provocan que los hijos busquen una socialización secundaria con un nivel de calidad por encima de la de origen, los llevan a estudiar a instituciones que tengan un prestigio de calidad reconocida que los lleve a transformar su capital cultural.

Esta valoración positiva de la educación puede ser la respuesta a porqué en igualdad de circunstancias socioeconómicas y culturales, algunos estudiantes presentan mejores promedios y aprovechamiento escolar alto. Los universitarios están conformados por un contexto muy diversificado, son jóvenes que forman parte de todos los niveles de la estructura social, el campo universitario es un espacio de relaciones entre los universitarios quienes están situados en

diferentes posiciones determinadas objetivamente por el capital cultural, a diferencia de lo que plantean Bourdieu y Passeron (2012), la educación es considerada un privilegio de los herederos quienes eran parte de grupos con situaciones culturales, sociales y económicas privilegiadas; jóvenes que son valorados por su carisma, que implica la legitimación de sus privilegios culturales que son trasmutados de una herencia social a un mérito personal. En la actualidad el acceso a la educación está al alcance de un sector más amplio de la población, esto se debe a la construcción familiar de identidades vinculadas a la representación social de la búsqueda de una mejor calidad de vida, se ser universitarios exitosos, en donde los padres de familia están interesados en que sus hijos se formen profesionalmente para mejorar su calidad de vida.

Con estos elementos como fundamento se concluye que los universitarios interiorizan en sus esquemas mentales (habitus) que para escalar en la jerarquía social es fundamental transformar su capital cultural de origen, formas de interpretar la vida mediante la preparación escolar para entrar al juego de la lucha en el campo educativo, como agentes activos, en constante competencia, que luchan y generan alianzas, estrategias, creaciones, y rupturas para conseguir transformar e incrementar su capital simbólico, porque les otorga legitimidad, prestigio y autoridad. Su finalidad es posicionarse mejor en el espacio universitario, optimizar su aprovechamiento escolar y una mejor posición en la estructura social, con la finalidad de renovar su entorno familiar, social y económico.

El capital cultural que permite que los estudiantes de la UAA tengan una trayectoria exitosa no está tanto en la mera posición en el campo sociocultural, pues el capital objetivado necesario para desempeñar adecuadamente las funciones del estudiante y cumplir las motivaciones y logros que los rodea, se puede conseguir por la familia y sus expectativas de vida plasmadas en las representaciones sociales introyectadas a sus miembros y su enriquecimiento mediante la interacción con otras expectativas de los compañeros, además debe mencionarse que generalmente las expectativas familiares son complementadas por el excelente equipamiento de la universidad. Cuando los estudiantes tiene carencias físicas, más no simbólicas, como la falta de un espacio adecuado para estudiar, la institución lo subsana eficientemente con sus instalaciones: biblioteca, salas de cómputo, préstamo de laptops e instalaciones en jardines para estudiar cómodamente, entre otras muchas cosas más, la UAA complementa eficientemente la función de subsanar algunas de las carencias de los universitarios e igualar las oportunidades

(Sánchez & Plascencia, 2017).

Por otro lado, se observa que la labor del capital cultural familiar más relevante y constante, está en el ethos que se forma junto a las representaciones sociales que provee herramientas no sólo para la práctica reproductora, sino también para la praxis que cambia las estructuras, pasando por las relaciones de los agentes y sus capitales culturales, educativos y sociales. El ascenso en el campo universitario depende de las representaciones sociales de los jóvenes, así como del uso adecuado de herramientas apropiadas a la situación, pero su eficiencia depende más del ethos comunicado desde la familia con el ejemplo y el discurso consecuente: trabajo, honradez, tolerancia, puntualidad, dedicación, respeto, compromiso, solidaridad, confianza, lealtad, son valores aprendidos e introyectados por los informantes en el ámbito familiar y en la construcción de las representaciones sociales de la familia, en su capital cultural incorporado, más allá del capital objetivado y del institucional; los jóvenes estudiantes y sus familias nos dan una lección de excelencia, modestia, tolerancia y congruencia que bien podríamos aprender.


Referencias

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