Introducción general

Acción colectiva, movimientos sociales, sociedad civil y participación


Juan Carlos Ruiz Guadalajara (COLSAN) Gustavo A. Urbina Cortés (COLMEX)

Coordinadores


La participación y la movilización social son síntomas indisociables de la salud de los regímenes políticos. En ocasiones la acción se concita para la salvaguarda de los derechos y libertades de una democracia; en otras, para exigir la apertura de espacios y la mejora de condiciones presentes y venideras del entorno.

Plural, a veces errática y otras sostenida, persistente o pasajera, la toma de parte en asuntos públicos se caracteriza por la invocación de distintas formas y repertorios. Individualizada, coordinada, cooperativa y en otros momentos incluso disruptiva, la incursión en los asuntos del poder refleja la heterogeneidad de nuestros tiempos, las contradicciones de nuestros escenarios, las necesidades de diversos actores y las escisiones que nutren a la sociedad. Por la importancia de estudiar y comprender la presencia ciudadana y asociativa en el espacio público, el eje temático “Acción colectiva, movimientos sociales, sociedad civil y participación”, tuvo como propósito constituir un foro de convergencia para la presentación de múltiples miradas acerca del poder que emerge desde distintas trincheras de interés.

Así, con una veintena de sesiones de intercambio y presentación de más de ochenta ponencias, y dos mesas magistrales, en el marco del VI Congreso Nacional de Ciencias Sociales se abordaron temas complejos relacionados con: a) Movimientos sociales, expresiones políticas contenciosas y protestas; b) Redes asociativas y de cooperación, organizaciones de la sociedad civil y tercer sector; c) Participación política, social y comunitaria; d) Identidades, discursos y formas de organización; e) Consecuencias de la movilización social; f) Demandas y respuestas de grupos sociales organizados y no organizados ante problemáticas coyunturales y estructurales del campo nacional; g) Repertorios de protesta, recursos de la movilización e innovación participativa; h) Formas de organización y autogestión del poder contestatario; i) Enfoques, aproximaciones metodológicas y desafíos en el campo investigativo de la acción colectiva; y j) El


uso de TIC’s para la movilización ciudadana, entre otros.

Varios fueron los aspectos señalados por las y los participantes. En un país profundamente afectado por la desigualdad social, la impunidad, la violencia y la inseguridad, los conocimientos vertidos en el eje sirvieron para hacer un llamado a comprender de mayor y mejor manera cuáles son las voces que hacen presencia en las calles.

En primera instancia, se recalcaron las posibilidades de respuesta que ofrecen distintas manifestaciones y formas de aglutinación como resistencia a los embates de la injusticia y la parálisis de la autoridad frente a la actividad criminal. Referentes como Ayotzinapa, Michoacán, Tamaulipas, Tlatlaya, entre otros, se convirtieron en hitos de la episódica reacción de la gente común para exigir el respeto a la vida y una mejor estrategia para pacificar el contexto nacional.

Asimismo, distintas ponencias apuntaron el papel crucial que las juventudes juegan en nuestro país. Más allá de toda suposición de renovación, recambio generacional o utopía en consolidación, se destacaron los desafíos que hacen de los jóvenes protagonistas de la escena política actual. Desde los circuitos escolares, en pugna por la exclusión o en embate por su incorporación a la vida laboral, diversas contribuciones enfatizaron el potencial de las más recientes cohortes demográficas para resignificar la noción de ciudadanía.

De igual forma, los entornos laborales, los reducidos resquicios sindicales y las arenas campesinas fueron exploradas a modo de recordar que las viejas categorías productivas siguen ejerciendo un peso singular en la interacción con la autoridad. Ante la necesidad de no cejar en la lucha por la ampliación de derechos y la preservación de prerrogativas, la fuerza de trabajo constituye un detonador invaluable de la articulación de exigencias ante el poder.

La conservación del medio ambiente, la defensa de los derechos humanos y las identidades de grupos étnicos, también fueron destacados como pilares de la organización y la movilización social. Con demandas que aparentemente forman parte de una reivindicación tradicional, diferentes trabajos mostraron la capacidad innovadora de afrodescendientes, comunidades indígenas y extensas redes asociativas para disputar no solo mejores circunstancias de desarrollo sino también un mayor reconocimiento.

La memoria histórica y la propia categoría de movimiento social, fueron cuestionadas para romper con categorías que homogeneizan al escenario plural de la vida colectiva. Con la premisa de incorporar mejores herramientas metodológicas y más amplios bagajes conceptuales,


algunas mesas se desenvolvieron desde una preocupación teórica por generar explicaciones más rigurosas y más precisas en el entorno cambiante de México, de América Latina y del mundo en general.

Finalmente, en ese mismo tenor, se compartieron interesantes reflexiones sobre las posibilidades que abre la incorporación de nuevas tecnologías, la ampliación de lo virtual como complemento a los acontecimientos offline y la multiplicidad de identidades que convergen en torno a distintos intereses y exigencias. Las trincheras selectivas, a veces exclusivas y monopólicas de la acción, reflejan hoy la probabilidad abierta de que un mismo grupo de sujetos enarbolen distintas banderas y recursos para incursionar en distintas causas y locaciones.

Así pues, los trabajos y esfuerzos vertidos en el marco de este eje temático, sirvieron para mostrar los puentes y divergencias entre formas altamente plurales de ocupación de los espacios públicos. Más allá del conocimiento monográfico, de la pretensión casuística o el anecdotario político, las ponencias presentadas obligan a revaluar la calidad e importancia de que la ciudadanía pase de una nomenclatura normativa a una práctica activa.

De cara a los desafíos presentes de nuestro país, y por encima de la reflexión académica, los datos y las evidencias rigurosamente tratadas por numerosos estudios, muestran que la política trasciende a lo institucional. Esos otros enclaves donde se irrumpe para re-configurar el poder importan porque subliman las posibilidades de transformación, las rupturas del tejido social y los obstáculos a sortear en aras de conquistar un mundo más incluyente.

Al contrario de lo que acontece en la opinión pública más resonada, y contra el prejuicio de la utilidad acotada de las disciplinas sociales, esfuerzos como los conjuntados en este eje de trabajo del COMECSO, nos muestran los alcances de un diagnóstico con y desde los actores que incursionan en los asuntos públicos.