El estudio del fenómeno migratorio desde diversos enfoques The study of the migratory phenomenon from different approaches

Nathalie Mota Perusquía1


Resumen: Se presentan algunos avances de investigación doctoral que se realizan en el posgrado de Pedagogía por la UNAM. El objetivos de esta ponencia es conocer como, el fenómeno migratorio se ha caracterizado por el replanteamiento continuo del término con base a distintos estudios disciplinarios; el concepto se ha ido transformando y configurando a través de los años, de acuerdo a la situación social, política y económica mundial que se vive; es decir que la migración se ha conceptualizado teóricamente por lo los hechos histórico-sociales, que se han vivido.


Abstract: Some advances of doctoral research are presented in the postgraduate course in Pedagogy by the UNAM. The purpose of this paper is to know how, the migratory phenomenon has been characterized by the continuous rethinking of the term based on different disciplinary studies; the concept has been transformed and shaped over the years, according to the social, political and economic situation of the world; that is, migration has been theoretically conceptualized by the historical-social facts that have been lived.


Palabras clave: Educación; migración; política educativa


¿Qué entendemos por migración?

El término “migración” se ha caracterizado por su replanteamiento continuo, con base a distintos estudios, que nos han llevado a la comprensión de la migración desde diferentes puntos de vista, entre estos: migración espacial, sociocultural, como proceso de redistribución de la población, fenómeno de clases, temporal, proceso de cambio, cruce de fronteras, catalizador social, migración como estrategia y una posibilidad de proyecto, transformación y mutación, migración internacional. Lo interesante es que el concepto se ha ido reconfigurando a través de los años, de acuerdo a la situación política, social y económica mundial que se vive, es decir que la migración se ha conceptualizando teóricamente y socialmente por lo los hechos históricos.


1 Estudiante de Doctorado en Pedagogía. Universidad Nacional Autónoma de México. Línea de investigación: migración y educación.


Migración y el Naturalismo

La sociobiología es un término utilizado por Edward O. Wilson quien consideraba que este concepto podría apoyar el conocimiento sobre el comportamiento social de una especie. Algunos naturalistas han considerado a la sociología como rama de la biología, hay quienes se oponen a esta afirmación. Wilson explicaba que la sociobiología establecía un estudio sistemático de las bases biológicas de todas las formas sociales, es decir que lo biológico determinaba el comportamiento de los seres. Posteriormente Wilson al escribir el libro Sociología la nueva síntesis (1975) retoma el término de la sociobiología como una separación de la disciplina entre de la genética, la biología y lo social, expresa


La teoría sociobiológica pura, independientemente de la biología humana, no implica por sí sola que la conducta social humana esté determinada por los genes. La teoría sociobiológica admite una cualquiera de las tres posibilidades siguientes: una es que el cerebro humano haya evolucionado hasta el punto de convertirse en una máquina de aprendizaje equipotencial totalmente determinada por la cultura. Es decir que la mente haya sido liberada de los genes. Una segunda posibilidad es que la conducta social humana esté bajo compulsión genética pero que toda la variabilidad genética dentro de la especie humana haya sido agotada. De ahí que nuestra conducta esté influida por los genes hasta cierto punto pero que todos tengamos exactamente el mismo potencial. Una tercera posibilidad, cercana a la segunda, es que la especie humana es preceptuada hasta cierto punto pero que al mismo tiempo exhibida ciertas diferencias genéticas entre los individuos. En consecuencia, las poblaciones humanas retienen la capacidad de seguir evolucionando en su capacidad biológica para la conducta social. (Wilson: 239, 240)


Wilson plantea desde su perspectiva sociobiológica que los genes no determinan la conducta social, en este sentido la soiciobiología ha planteado tres premisas para el estudio de la conducta de los seres: la primera plantea que el cerebro fue potencialmente evolucionado, hasta que la conducta y el aprendizaje humano sólo se relaciona con la influencia cultural; la segunda plantea que la genética influye e impulsa el comportamiento humano; y la tercera se refiere a que

la especie humana es influenciada por la diferencia genética, pero no determinada, sino también relacionada por las poblaciones humanas, desarrollando la conducta social.

Rosaura Ruiz Gutiérrez, bióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) plantea que ni la naturaleza ni la cultura se sobreponen, sino que las dos prevalecen en el desarrollo de las poblaciones. El ambiente, la cultura y el genoma de vida, recrean el mundo que actualmente vemos.

Los conceptos Darwinianos, han sido en algunos aspectos, retomados en distintas teorías filosóficas, sociales y pedagógicas, también representan una base en la conceptualización de la migración humana ya que muchos de los conceptos de su teoría se han implementado a la migración, como por ejemplo: diferencias individuales, dispersión, selección, lucha por la vida o la evolución, este último en palabras de Rosaura Ruiz quien es una estudiosa de Darwin, menciona que la evolución significa descendencia con modificación; estos conceptos retomados para la conceptualización de la migración puntualiza que los individuos a pesar de sus diferencias individuales siempre están en busca de la supervivencia, una lucha por la vida que lleva a los individuos a la mejor selección hereditaria social y biológicamente a través de sus capacidad de decidir. Los seres humanos, en relación, con lo social van evolucionando a través de la selección familiar, ambiental y cultural, es así que:


La selección natural conduce también a la divergencia de caracteres, porque cuanto más difieren los seres orgánicos en su estructura, hábitos y constitución, tanto mayor será el número que pueda ser sostenido en la región; de lo cual vemos la prueba examinando a los moradores de cualquier lugar pequeño y los productos aclimatados en tierras extrañas. Por lo tanto, durante la modificación de los descendientes de cualquier especie y durante la lucha incesante de todas las especies para aumentar el número, cuanto más diversificados se vuelven los descendientes, mejores serán sus posibilidades de éxito en la batalla por la vida. (Darwin 1997: 89)


De lo anterior podemos resumir que entre más diversidad, mejores posibilidad de bienestar, esto aplicado a la sociología, estaría relacionada con un mejor desarrollo social; es decir que la migración humana, es la posibilidad de conectarse con un espacio que los lleve a posibilidades de

éxito.


Con lo que respecta a las diferencias individuales, Darwin planteaba que


Las muchas diferencias leves que aparecen en los descendientes de los mismo padres, o que puede suponerse que ha surgido así por ser observadas en los ejemplares de la misma especie que habitan la misma región cerrada, pueden ser llamadas diferencias individuales. Nadie supone que todos los individuos de la misma especie han sido fundidos exactamente en el mismo molde. Estas diferencias individuales tienen la mayor importancia para nosotros, porque a menudo son hereditarias, como todos estarán acostumbrados a observar, y por eso proporcionan materiales para que opere y se acumule la selección natural de la propia manera en que el hombre acumula en una dirección dada diferencias individuales en sus productos domésticos. Esas diferencias individuales afectan generalmente a lo que los naturalistas consideran partes sin importancia; pero yo podría demostrar con un largo catálogo de hechos que ciertas partes que es forzoso llamar importantes, ya sea desde el punto de vista fisiológico o desde el punto de vista de la clasificación. (Darwin: 31)


Entonces desde el punto de vista biológico, Darwin plantea que existen muchas diferencias en los descendientes de los mismos padres, y nadie ha sido creado bajo un mismo molde; por ello desde la sociobiología se consideraba que las diferencias individuales no sólo se planteaban desde la herencia genética sino también por grupo, esto quiere decir que todos somos diversos, no sólo desde lo biológico sino desde el comportamiento humano, influenciado por lo cultural. Sin embargo los naturalistas sobreponen lo biológico sobre lo cultural. Regresando a Wilson citado por Hipólito Rodríguez explica que “la conducta social humana está organizada por cierto genes que compartimos con las especies más próximas a nosotros, como es el caso de los primates” (Rodríguez, 1980:180) Hay quienes rechazan la idea que lo cultural se interpone ante lo biológico; los naturalistas justifican que “la cultura se encontró con una naturaleza ya constituida y aunque durante su breve dominio histórico tuvo lugar algún tipo de evolución genética, no puede haber conformado sino una diminuta fracción de los rasgos de la naturaleza humana” (Rodríguez, 1980:130) Por lo tanto, según los naturalistas la parte biológica es ante todo lo que ha permitido el cambio del ser biológico sobre lo cultural.

Darwin escribió, un fragmento en su libro El Origen de las especies en el que explica:


Todo lo que podemos hacer es tener bien presente que cada ser orgánico se esfuerza por aumentar en progresión geométrica; que cada uno de ellos, en diferentes períodos de su vida, durante alguna estación del año, durante cada generación o con intervalos, tiene que luchar por su vida y ser destruido en gran cantidad. (Darwin, 1982: 54)


¡Tiene que luchar por su vida y ser destruido en gran cantidad! Se dice que todos hemos migrado alguna vez. Migramos geográficamente, migramos en pensamientos, al transformarnos, para ir a la escuela, al trabajo; siempre andamos yendo y viniendo. La lucha por la vida se da al seleccionar cada uno de nuestros espacios, al reproducirnos; pero en esa búsqueda de la vida y desarrollo, también nos encontramos en una pelea campal, de destrucción. Nos encontramos con ideas banales del supuesto más fuerte o necesario que mata, limita, y delimita con fronteras físicas y simbólicas.

La migración desde la biología se ha definido por la búsqueda de mejores espacios naturales y mejores condiciones de vida. Es a través de la migración que el hombre, hasta la actualidad, busca su evolución. Se dice que la vida surgió del agua; micro organismos migraron y formaron otros ecosistemas en búsqueda de un mejor ambiente. Sin la migración no hubiera existido transformación. “Migrar ha sido desde siempre una forma de responder y adaptarse a las cambiantes condiciones del medio ambiente y a los desafíos generado en el interior de los espacios sociales” (Velasco, 2016: 29), en este sentido, migrar según Velasco, y de acuerdo a la evolución del hombre, es una forma de responder a los cambios ambientales. ¿Cómo surge la migración? A través de la lucha por la supervivencia ¿A caso podríamos decir que la migración surge desde la creación de la vida? En efecto, todos somos migrantes y migramos de un cuerpo a otro a través de la selección natural, todo ser vivo es pariente cercano o lejano de nosotros ¿Cómo nos trasformamos y qué hace el reino natural para subsistir? ¿Es la migración la que permite buscar formas de reproducción y vida? Probablemente aquellos que estudiamos a la migración en el siglo XXI, hemos pensado más de una vez que sin la migración de seres humanos, animales, plantas y microorganismos, el mundo que ahora conocemos no existiría. El aislamiento nunca, desde lo natural, podría ser un bien al mundo, sino la libertar de evolución, selección, reproducción y

migración como una opción para mejorar la calidad de vida y tener un desarrollo social, cultural y emocional pleno.

Hacer estudios de corte sociobiológicos resultaría para muchos sociólogos, limitante y poco perceptibles a la diversidad cultural, Wilson cita


[…] muchos estudiosos de las ciencias sociales no ven el valor de la sociobiología porque están convencidos de que la diversidad de las culturas no tienen las bases genéticas. Su premisa es cierta, su conclusión errónea. Haríamos bien en recordar la máxima de Rousseau de que aquellos que quieren estudiar a los humanos deben observarlos de cerca, mientras que aquellos que quieran estudiar a la humanidad deben observarla a distancia. (Wilson: 244)


Es cierto que caracterizar a la migración desde estudios naturalistas lo limitaría al estudio biológico de los humanos y no al estudio de un grupo social, en la actualidad observar a la humanidad desde la distancia no resultaría idóneo ya que limitaríamos la capacidad de agencia de los individuos y aunque Darwin “defendió la determinación biológica de la moral frente a adversarios como Jhon Stuar Mill que opinaba que la mente humana se había liberado de los mecanismos de la selección natural” (Rodríguez: 127) en los siguientes conceptualizaciones veremos cómo se le ha ido dando mayor énfasis a la mente humana capaz de pensar liberados de algunos mecanismos de selección natural.


Migración y el Culturalismo

El culturalismo surge como una corriente teórica de la antropología, en el que se opone, de alguna manera a las teorías evolucionistas, expresando que el desarrollo humano no es una cuestión lineal evolutiva, sino que existe un conjunto de símbolos que recrean la vida del ser humano que conforman su cultura y se desarrollan con base a ella. Esta corriente surge en Gran Bretaña y Estados Unidos a principios del siglo XX a partir de antecedentes político y luchas sociales. Uno de principales exponentes del culturalismo es Franz Boas quien fue un antropólogo estadounidense de origen Alemán que se especializó en las lenguas y culturas indígenas de América; entre los libros que se destacan son: La mente del hombre primitivo (1911) y Cuestiones fundamentales de

antropología cultural (1911). Para Boas “cultura” la define como:


[…] la totalidad de las reacciones y actividades mentales y físicas que caracterizan la conducta de los individuos componentes de un grupo social, colectiva e individualmente, en relación a su ambiente natural, a otros grupos, a miembros del mismo grupo y de cada individuo hacia sí mismo. También incluye los productos de estas actividades y su función en la vida de los grupos. La simple enumeración de estos varios aspectos de la vida no construye, empero, la cultura. Es más de todo esto, pues sus elementos no son independientes, poseen una estructura. (Boas, 1911)


Respecto a lo anterior, la cultura es un conjunto de reacciones humanas impulsadas por la mente y el cuerpo, influenciado por las actividades del ambiente. La cultura no constituye, para Boas, una enumeración evolutiva de las reacciones sociales, porque la cultura posee una estructura de organización social, dejando de lado la concepción de la cultura como una explicación geográfica o determinista.

Lo que pretendía Boas era romper con el paradigma que predominaba en esa época, donde se enfatizaba la evolución biológica en los estudios de los grupos culturales. Mead expresaba que cada cultura tiene valores únicos a lo que se le denominó “determinismo cultural de comportamiento”. Boas tuvo seguidores, como Margaret Mead (1901 – 1978) y Ruth Benedict (1887 – 1948) quienes fueron incorporados a la escuela “Cultura y Personalidad”, además, tenían fuerte influencia por el psicoanálisis para el estudio de comportamientos culturales. Benedict hablaba de una interdependencia de la cultura, mientras que Mead explicaba que las normas y los roles así como las desigualdades sociales son de origen cultural y no biológico, lo cual todo proceso de percepción es un patrón cultural. (Universidad de Catabria, 2016)

Ángel Martínez Hernández explica que


[…] los etnólogos americanos de finales del siglo XIX acostumbraban a ordenar el materia de acuerdo a una secuencia de tipos que mostrara la supuesta evolución de la cultura. Estos artefactos se dividían en familias, géneros y especies como si fueran hechos naturales exentos de una contextualización social y se deponían en términos de criterios como los de

simplicidad/complejidad y homogeneidad /heterogeneidad. (Martinez,2011: 867)


Actualmente se dice que la corriente culturalista ha perdido fuerza, muchos conceptos o fenómenos sociales se analizan, sino es bajo las mimas condiciones que a finales del siglo XIX, se retoman algunas premisas en estudios sociales y culturales, como es el caso de los estudios migratorios desde una visión culturalista, por ejemplo la migración de grupos étnicos.

En nuestros días se dice que algunos de los estudios de investigación en las ciencias sociales se basan en un enfoque cultural, en este sentido, el enfoque cultural, se han puesto de moda y reiteran su supremacía ante el análisis de fenómenos sociales. José Sánchez Parga es uno de los que creé en que la “cultura” se ha convertido en una ideología imperativa porque


La cuestión cultural no sólo se ha puesto de moda, sino que parece imponerse como la ideología dominante en la sociedad moderna. Tanto en el plano intelectual como en el político (advierte Augé) el tema de la cultura además de interpelar y seducir, tiende a convertirse en factor explicativo y razón última de todos los fenómenos y procesos en las sociedades actuales. Esta preocupación por la cultura y lo culturales encuentra, a su vez, asociada a una galaxia de otros fenómenos, cuyas variaciones contribuyen a reforzar el síndrome culturalista: lo étnico, la etnicidad y las etnogénesis, lo identitario y la identidad, la interculturalidad, los derechos culturales, etc.

Por eso, lo que había sido hasta ahora objeto específico de la antropología, la cultura, hoy se ha vuelto tema de todas las ciencias humanas y sociales, pero también origen de todo género de discursividades, prácticas e instrumentalizaciones. (Sánchez, 2006: 194)


Lo que Sánchez expresa es que la cuestión cultural se ha convertido en un término muy utilizado en las investigaciones de diversas disciplinas; el uso exagerado se ha revalorado. El sentido de la palabra “cultura” ha perdido fuerza, de tal forma que sólo es usado, en muchas ocasiones, como un solo discurso que se olvida.


El culturalismo se encuentra ya embrionariamente en los orígenes mismos de la antropología y en las primeras definiciones de la cultura propuestas por el positivismo de

la etnología británica. Cuando Edward B. Taylor sostiene que “es cultura todo lo que el hombre adquiere”, falsamente presupone que el hecho de adquisición no sea ya cultural, que el hombre que adquiere la cultura se encuentra fuera de ella, o que la cultura adquirida sea diferente y ajena del hombre que la adquiere; y finalmente se ignora que toda adquisición de cultura es siempre producción de cultura.

Pero tras la sociologización de la cultura por parte de la sociología es preciso reconocer un proceso de desociologización de la cultura, por el cual la cultura se irá diferenciando y separando de la sociedad, para representarse como una realidad autónoma e independiente de lo social. (Sánchez, 2006: 16)


Quienes se oponen a la visión culturalista difieren con Edward B. Taylor, quien expresa que adquisición de la cultura por sí misma es la producción y legitimación de una cultura. Lo interesante de un posicionamiento culturalista es que se acerca a la visión de hombre en su estructura social y no sólo natural, pero ignora que el propio hombre es creador de cultura, como es el caso de los migrantes que desde otro espacio geográfico, van recreando una cultura a partir de otras y nuevas formas de ser.

Algunos estudios sobre la migración, desde premisas culturalistas como Shmuel Eisenstadt, sociólogo Israelí que entre sus publicaciones se destacan: The Political System of Empires (1963), Modernization, Protest, and Change (1966), Revolution and the Transformation of Societies (1978), Patrons, Clients and Friends: Interpersonal Relations and the Structure of Trust in Society, with Luis Roniger (1984). Expresa que


[…] como condición básica para que una migración ocurra, no sólo la distancia o el tiempo involucrado, sino el cambio del marco sociocultural del sujeto. "Definimos la migración — dice—como la transición física de un individuo o un grupo de una sociedad a la otra, lo que incluye el abandono de un estadio social para entrar en otro diferente."(Herrera, 2006: 12)


Eisenstadt define a la migración como un cambio sociocultural del individuo, refiriéndose a un abandono de un espacio social para integrarse a otro. En este caso, Ludger Pries expresarían que no se da un abandono cultural sino surge trasnacionalidad como una forma de enlace cultural.

Patersen, citado por Herrera, expresa que


El término, asociado a la definición latina migrare, es decir, cambio de residencia –sostiene Petersen implica cambio hacia otra comunidad, abandonando de la de uno. Una persona qué se mueve de una casa a otra dentro de la misma vecindad y que por lo tanto se mantiene dentro del mismo marco socio-cultural, no debe ser clasificada como un migrante.(Herrera, 2006: 13)


Esto implica que la migración es un cambio de localidad a otra, sintetizándola como el abandono de un lugar, Patersen lo considera como la pérdida del marco sociocultural. Él plantea que la única manera de conservar la cultura en un grupo social, es que se genere desplazamiento dentro del mismo, sin embargo para Petersen a esto no lo llamaría migración.

David Mora desde una perspectiva sociocultural, menciona que:


Normalmente se ha entendido el concepto de migración como un cambio más o menos permanente del entorno sociocultural de las personas, quienes piensan vivir un determinado tiempo, limitado-ilimitado, en otro lugar, están dispuestos/as a hacer diversos trabajos para su subsistencia o desean encontrar un domicilio fijo en otra región, comunidad o país. (Mora, 2013: 18)


Frecuentemente los estudios migratorios desde una perspectiva cultural se plantean como un cambio de entorno sociocultural, como si los individuos se desprendieran de su cultura y se trasplantaran a otra; la cultura se lleva consigo se enriquece y se modifica, pero nunca se olvida ni se abandona.

Las posturas teórico culturalista y su influencia en estudios socioculturales han marcado una ruta para comprender los procesos culturales de los grupos migrantes. Aunque no todas sus premisas son acordes al enfoque que se retomaran para esta investigación, considero que es importante replantear el estudio de la cultura desde una visión que fortalezca el análisis, sin caer en el reduccionismo de los términos y las condiciones de procesos culturales.

Es importante mencionar que los estudios culturales siguen vigentes y el culturalismo ha

dado las bases, para lograr estudios mejor fortalecidos, donde la cultura no sólo es una forma de legitimar a un grupo, sino una forma de de socialización con distintos grupos que poseen otra cultura, que ha dado pauta para el interculturalismo.

Hasta este momento hemos seleccionado dos tendencias en el análisis de los estudios de migración: el natualismo y el culutralismo. Una de las posturas con la que coincidimos para el estudio de las migraciones se da desde el planteamiento de Miguel Moctezuma quien concuerda con Rouse cuando explica que:


[…] sobreviven distintos cursos de vida”, o donde la adaptación e incluso la integración de los migrantes a otro contexto social no necesariamente conducen a la pérdida de la matriz cultural originaria (enunciada por la xenofobia como asimilación), y a su vez con la migración la cultura primordial tampoco se conserva intacta e impermeable a las nuevas influencias.

Si esto ya es un serio cuestionamiento al nacionalismo nativista que aprisiona a aquellos que temen la influencia de los inmigrantes, también lo es para quienes desde el origen suponen que los migrantes por haber migrado, han perdido el derecho de participar y tomar decisiones que afectan a sus respectivos países, o bien, de aquellos que creen que la cultura de los migrantes se conserva impermeable como resultado de la segregación de las sociedades de destino. Asimismo, este enfoque trasciende al multiculturalismo, el que ciertamente reconoce la superposición o el almagamiento cultural, lo que ya es una ventaja por su tolerancia. Sin embargo, aún sigue basándose en la supremacía de una cultura sobre las otras y, por tanto, en la dominación de la visión nacional. (Moctezuma, 2011: 37)


La migración desde este punto de vista se caracteriza como curos de vida o adaptación a nuevos contextos; estas experiencias no generan desprendimiento de su origen cultural, aunque al existir migración, se modifican los proyectos de vida, las relaciones, pero no la separación de la cultura matriz, sino el amalgamiento cultural. Lamentablemente aún existe un pensamiento de superioridad entre las culturas y la dominación del Estado quien es el que determinada que es lo aceptado o no en una sociedad.

Migración: demografía y geografía

La geografía se ha caracterizado por el estudio de la migración, desde espacios fronterizos; así como la demografía a la distribución poblacional migrante. Tanto la demografía como la geografía se enfocan a caracterizar a la migración desde la dimensión espacial, de tiempo y poblaciones. El objetivo de este apartado es identificar a la migración como: un proceso de redistribución de la población; cruce de fronteras; y como un contenedor que se refiere a la ubicación de un espacio a otro.

Roberto Herrera Carassou en su libro La perspectiva teórica en el estudio de las migraciones (2006), describe como se ha conceptualizado a la migración bajo diversas perspectivas, entre la que se destaca es la de Clarence Senior, que entiende a la migración como


[…] un cambio permanente de residencia" criterio que es compartido por otros autores que consideran que el movimiento espacial o cambio de residencia debe ser lo suficientemente estable y largo, para que pueda calificarse como una migración, de lo contrario estaríamos en presencia de una simple "movilidad espacial". Beijer en su clásico trabajo sobre los movimientos migratorios internacionales modernos sostiene esta misma idea de manera muy amplia y explícita. (Herrera, 2006: 23)


Senior refiere que la migración se presenta cuando los individuos o un grupo social bajo diversas circunstancias, reside en un lugar distinto al de su origen, durante un tiempo prolongado. A diferencia de la movilidad espacial, ésta se da por episodios y temporalidad corta; por ejemplo para Senior hablar de un viaje, no sería migración sino movilidad. Es decir, una de las características principales que distingue entre migración y movilidad espacial es la temporalidad.

A diferencias de Senior, que define “migración” en el tiempo, Torsten Hägerstrand quien fue un geógrafo sueco considerado uno de los grandes influyentes y constructores de la


[…] geografía histórica, migraciones humanas, difusión de la tecnología y la información, códigos espaciales, urbanismo y modelización de procesos que implican tanto a la sociedad como al ambiente. […] trabajó incansablemente en la construcción de puentes entre las ciencias naturales y las humanidades tanto como en promover la cooperación internacional

en asuntos relacionados con el ambiente y el desarrollo. (Buttimer, 2004: 116)


Ha definido a la migración como "simplemente el cambio de residencia de una comunidad a otra" (Herrera, 2006: 23) Esto quiere decir que, el espacio y el movimiento, son especificidades que para Hägerstrand definen a la migración. A diferencia de Senior donde la especificidad del tiempo era la principal característica. En este sentido, el cambio de residencia es una migración y no se asocia únicamente a lo internacional, sino que migrar se refiere, según Hägerstrand, al cambio no sólo de estado o país distinto, también entre lugares cercanos al de origen, entre localidades, municipios o estados. Un espacio indefinido y no limitado por la distancia. Para Tavernelli en el mismo sentido que Hägerstrand define que las migraciones


[…] son aquellos desplazamientos de poblaciones desde su territorio natal hacia algún destino en otro país, formando parte del proceso más amplio de movilidad geográfica de las poblaciones humanas. Las mismas pueden ser el producto de decisiones étnicas, familiares o individuales, sea como consecuencia de factores económicos, políticos, sociales, expulsores-atractores entre naciones. En consecuencia deben ser vistas como procesos individuales (o grupales) pero formando parte de un proceso más general, un proceso global. (Tavernelli, 2011: 9)


Tavernelli menciona que la migración es un desplazamiento internacional del país natal al de destino, ella habla de una migración internacional, impulsada por la globalización. Tavernelli ya menciona que existe una toma de decisión por parte de los sujetos, justificando la prioridad de la migración en el desplazamiento en un espacio demográfico y grupal.

De manera general, la demografía y la geografía, han definido conceptos calves, que nos llevan a reconocer los movimientos migratorios, entre estos: el tiempo, espacio y los desplazamientos. Tal como se desglosa en el siguiente gráfico:

La migración desde los enfoques de la demografía y geografía


Elaboración propia


Se observa que la migración se ha definido a través de dos ciencias: la demografía, que se encarga de estudiar las dinámicas de la población humana, actualmente desde lo social, histórico, político y económico; Cuando se incorporó la demografía como una ciencia de estudio se realizaban investigaciones enfocadas a la población, pero con una visión estática, reducida a movimientos de espacio y crecimiento poblacional, sin tomar encueta aspectos culturales, sociales y económicos; Desde la geografía como una ciencia encargada del estudio de la Tierra como espacio físico en el que se han incorporado estudios desde lo social y económico. Su principal objetivo, era el conocimiento del espacio geográfico. Actualmente tanto la demografía y la geografía han incorporado la importancia de la perspectiva social en las investigaciones sobre migración.

Estas ciencias, bajo tres conceptos base, analiza en el estudio de la migración: tiempo, es decir para que exista una migración es necesario que la inmigración sea temporalmente larga; espacio, se considerada migración cuando se da un cambio de residencia hablando de un espacio físico y no simbólico; por último, desplazamiento, la migración, vista desde los caminos y trayectorias territoriales de los sujetos.

Continuando con los enfoques que han caracterizado a las migraciones, es momento de reconocer otras perspectivas que van encaminadas a una mirada más humanista, requeridas como enfoque principal de esta investigación.

La migración: economía, política y filosofía

El desarrollo histórico y las formas de percepción de la migración de grupos sociales, bajo distintas perspectivas, nos permite responder e interpretar hechos sociales, culturales, religiosos y económicos a través de la historia que han generado los movimientos migratorios.

Se requiere conocer las diversas formas de interpretación de las migraciones, a través de determinadas épocas hasta la actualidad, así comprender las nuevas generaciones de los que hoy hemos llamado migrantes o inmigrantes. Se han desarrollado algunas definiciones sobre migración desde la política, la economía y la filosofía, cada una de ellas de manera directa o indirecta se interesa por responder al choque de desigualdad social que en estos últimos años emerge con mayor intensidad.

Desde una perspectiva económica, Mallos Nikolanikos, define a la migración como


Un fenómeno de clases que envuelve la proletarización de grandes masas populares"." Y en el mismo sentido se ha pronunciado Singer, quién sostuvo que "lo que importa es no olvidar que la determinación de quién va (migra) y de quién queda (no migra) es social, o sea, de clase. (Herrera, 2006: 25)


La migración definida como un fenómeno de clases, muestra que la toma de decisión de los sujetos, está cargada de una fuerza de estatus que diferencia su forma de migración y la mirada de los otros en la recepción, determinada por clases sociales.

Por ejemplo, migrantes que deciden salir de su país de origen con algún grado de estudios universitarios tienen mayor posibilidad de migrar de una manera legal determinada por los Estados de recepción o al menos conseguir visados temporales y ocupar trabajos mejor pagados. A diferencia de aquellos que no tienen escolaridad, migran de manera inhumana y la recepción de los ciudadanos es distinta y de rechazo, estos migrantes son quienes realizan trabajos de aquellos sujetos nacionales que no desean ocupar, por requerir un mayor esfuerzo físico o condiciones poco higiénicas. Los migrantes con la ilusión de movilizar su estatus social que en su país de origen toma la decisión de migrar y laborar en cualquier lugar sin importar sus condiciones laborales y derechos.

Basado en la teoría Marxista y Weberiana, para Omar Argüello, también es una cuestión

histórica. Herrera citando a Omar Argüello expresa que:


[…] las migraciones deben ser vistas como un proceso social de redistribución de la población dentro del contexto de una sociedad global, caracterizada por una determinada estructura productiva, propia del tipo y grado de desarrollo alcanzado dentro de un proceso histórico, el que es conducido por diferentes grupos sociales y políticos que han logrado imponer sus intereses y valores al conjunto de esa sociedad. Dentro de este contexto histórico y estructural los cambios que ocurren en esa redistribución de la población, son consecuencias de cambios que tienen lugar al nivel de la estructura productiva y de la estructura de dominación, debiendo recordarse que la determinación no es nunca meramente unidireccional y que, por lo tanto, esos cambios poblacionales en muchos casos producirán cambios en la estructura productiva, en el sistema de dominación y en las formas ideológicas que lo legitiman. (Herrera, 2006: 27)


Argüello asumía la postura en que la migración no debería ser vista únicamente como una cuestión de clases, sino que éste proceso social de redistribución en una sociedad globalizada, se atribuye también, al proceso histórico y estructural en la conformación poblacional y como consecuencia de estos cambios surge la migración. Estos procesos están cargados de formas ideológicas en los procesos de producción, que legitiman y estructuran a una sociedad. El sistema (global) de dominación recrea los espacios sociales de acuerdo a modelos de producción. Cuando la migración se analiza desde la clase social es difícil alejarlo de los modelos económicos de determinadas sociedades.

Siguiendo este criterio, Spengler y Mayer han definido a la migración, como


Una variedad de movimientos que pueden ser descritos en su conjunto como un proceso de evolución y desarrollo que opera en el tiempo y el espacio, pero sobre todo, como un corrector de los desajustes socioeconómicos entre regiones rural-urbanas e inter-urbanas. Precisamente porque es un proceso promotor del desarrollo, su historia se remonta a los tiempos primitivos en coincidencia con lo que ocurre con el desarrollo socioeconómico. (Herrera, 2006: 27)


Haciendo una conexión con la idea anterior, Spengler y Mayer desarrollan el concepto de migración, con elementos del naturalismo, la geografía y la demografía. Explican que la migración es evolución y desarrollo de la sociedad. Al migrar se genera un cambio y un desarrollo, aunque no siempre positivo. También se enfatiza que la migración no es posible sin la existencia de un espacio (lugar de expulsión y acogida) y un tiempo en el que se decide migrar a partir de hechos políticos o económicos. Precisamente estos sucesos son los que generan desajustes sociales que posibilitan y estimula a la migración. Es natural la búsqueda de supervivencia (enfoque naturalista), a través de la migración para su desarrollo y así estabilizar su posición social.

El fenómeno migratorio desde lo económico y las clases sociales, nos liga directamente a lo político, en una estructura de dominación sobre la sociedad y determinante en las decisiones de percepción de un grupo social establecido a un grupo de migrantes. Se genera un agente de dominación que persuade y decide quiénes son los migrantes, de qué manera pueden ser bien vistos ante una sociedad y quienes tendrán que ser vistos como ilegales, delincuentes o expulsados por su país de origen. La política y lo político, desde diversas instituciones, influyen a través de su discurso, en la forma de manifestarse ante una sociedad de la población migrante.

El grupo dominante político tiene una habilidad de influir y ser determinante en la ideología que transmite a una sociedad receptora de migrantes, lo cual no sólo se ve reflejado en la percepción que se tiene de la inmigración en una sociedad sino las acciones que se implementan para salvaguardar los derechos humanos. La uniformidad de la conceptualización de la migración, también se presenta desde los documentos legales que puntualizan quienes son los migrantes, sus derechos y obligaciones.

La investigación acerca de la migración desde una perspectiva filosófica, está teniendo gran influencia, pero aún se requiere de mayor análisis filosófico sobre los movimientos migratorios. Se pueden resaltar las reflexiones de Juan Carlos Velasco de la Universidad Nacional de Madrid; Wihtol de Wenden Catherine directora de investigación en el “Centre National de la Reserche Scientifique (CNRS); Adriana Estévez investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, entre otros

Juan Carlos Velasco, es Doctor en Filosofía y sus áreas de conocimiento son: filosofía moral, política y derecho; enfocado en algunas líneas de investigación como: derechos humanos,

políticas migratorias y teorías de la democracia. Algunas de sus publicaciones que resultan interesantes y serán citadas a lo largo de este trabajo son: El azar de las fronteras. Políticas migratorias, ciudadanía y justicia. (2016); Global Challenges to Liberal Democracy. Political Participation, Minorities and Migrations. (2013); y La filosofía política de La teoría discursiva del derecho. (2000).

Catherine Wihtol de Wenden es Doctora en ciencias políticas, miembro del Comité de la Investigación sobre Migraciones de la “Asociación Internacional de Sociología”; sus líneas de investigación son: mundialización de las migraciones, migraciones y relaciones internacionales. Algunas de las publicaciones importantes para la investigación: Le nuove migrazioni: Luoghi, uomini, politiche. Geografia e organizzazione dello sviluppo territoriale.(2017); Sezione: Studi regionali e monograficion.(2017); I nuovi movimenti migratori: Il diritto alla mobilità e le politiche di accoglienza.(2016); Migrations: une nouvelle donne. Interventions. (2016); L' immigration: Découvrir l'histoire, les évolutions et les tendances des phénomènes migratoires.(2016); Atlas des migrations: Un équilibre mondial à inventer.(2016); Il diritto di migrare.(2016); El fenómeno migratorio en el siglo XXI: Migrantes, refugiados y relaciones internacionales. (2013)

Adriana Estévez investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, sus trabajos se han enfocado en temas de migración, globalización y derechos humanos.

Este marco referencial, nos permitirá comprender a la migración desde una perspectiva más humanista son una guía en la construcción de argumentos que nos lleven a cuestionarnos sobre: qué es la migración; cuál es el sentido e importancia de los estudios migratorios; cómo se asigna una ideología a la sociedad receptora sobre la migración.

Siguiendo un enfoque filosófico, Juan Carlos Velasco explica que


Las metáforas más recurrentes a la hora de referirse a las migraciones suelen ser de carácter hídrico. Las migraciones se asemejan a flujos, corrientes y olas y cuando se alude de ellas de manera amplificada y se requiere denotar qué situación se encuentra desbordada y resaltar su carácter incontenible entonces toman el carácter de oleadas, mareas, avalanchas, aluviones y redadas, pueden emplearse, sin duda, con destreza y eficacia literaria: ¿No hay entonces manera alguna de restringir o poner coto a la marea migratoria que desde todos

los rincones del tercer mundo rompe contra el mundo desarrollado? (Velasco, 2016: 52)


La migración tiene connotaciones distintas, por un lado cuando se habla de un pequeño grupo de migrantes lo compara con una flujo cause lento que no implica una fuerza extrema de movimiento; cuando estos flujos se vuelven en masas causando cambios a la estructura social, económica y política, tiene una concepción distinta para los países de recepción, miran a la migración, como algo azaroso que desestabiliza al Estado y al mismo tiempo se estigmatiza a una sociedad por sus movimientos. Velasco ha dicho que la transformación de la sociedad receptora se va dando por la recepción de personas al nuevo Estado jurisprudencial. Conviene subrayar que “las migraciones pueden ser entendidas como el catalizador social, probablemente el más decisivo del conjunto de transformaciones que está experimentado la institución de la ciudadanía en las sociedades democráticas.” (Velasco, 2016: 100) Es visto que en países con un desarrollo tecnológico y social (económico), frecuentemente se convierten en Estados que junto con sus leyes, complejizan las sociedades democráticas; En el caso de la inserción de migrantes, los Estados, en ocasiones, son coercitivos y no dan la oportunidad de que la migración realmente sea considerada como acelerador de desarrollo, más aun favorecedor de los procesos sociales y económicos de un país.

Para Catherine Wihtol citando a Giorgina Ceriani – Sebregondi manifiesta que “la migración no se centra sólo en la imitación y la difusión social, sino que tal vez es ante todo una estrategia y una posibilidad de tener un proyecto, de aprovechar competencias, experiencias y el potencial de cierto lugares, en pocas palabras, la cuestión es tener capital de movilización.” (Wihtol, 2013: 27) no es extraño, pues, que la migración sea vista como un delito, muy al contrario de lo que en realidad podría ser, porque cuando un grupo de personas deciden migrar, en la mayoría de los casos, es centrada en un proyecto de vida, en un mejora económica y posibilidades de desarrollo social y emocional de los integrantes de la familia; intentando aprovechar el desarrollo económico y geográfico de otros países o lugares que les permitan recrear una vida estable; para ello hacen uso de todas sus posibilidades y capacidades, convirtiéndose en unos expertos estrategas que les permiten establecerse en un espacio distinto jugando con sus saberes, cultura e incorporándola a una nueva experiencia. La idea es que la migración, vista desde un punto más filosófico, es cambio, desarrollo en nuestra sociedad, capaz de ser, estar y pensar.

Una nota periodística escrita por Manuel Gil Antón, abre la posibilidad de reflexión sobre

¿Quiénes somos migrantes? Mirada que se requiere alentar en las naciones.


A veces seguimos cerca de donde está, otras no. Bien visto, nunca nos quedamos ahí: todos migramos, ya sea a otros parajes cuando nos llevan, nos vamos o expulsan, o porque al ir creciendo, así, en gerundio, vamos cambiando. Todos mudamos, cerca o lejos de donde está enterrado nuestro ombligo: somos migrantes. (Gil, 2017)


Bajo esta premisa sería interesante concebirnos todos como migrantes, no sólo migrantes de lugares, sino migrantes de ideas, palabras, educación, pensamientos, posturas; sólo migrando nos permite alcanzar deseos, sentirnos, estar mejor con nosotros mismos y con los que nos rodean. No es fácil el cambio de nuestra estructura mental, de lugar y toma de decisiones.

Se puede concluir que la caracterización de la migración va cambiando de acuerdo al tiempo histórico, influenciado por coyunturas económicas y políticas de un lugar. De acuerdo a las definiciones anteriores podemos analizar que estas se traducen en perspectivas sociales.

Fue necesario hacer este tipo de análisis, ya que los estudios de fenómenos migratorios tuvieron un auge en el que únicamente se analizaba el concepto enfocados al movimiento, como una forma de redistribución, espacio y tiempo. Se analizaban las trayectorias y flujos migratorios, sin profundizar en la migración desde lo social y la reflexividad del sujeto, que en esta investigación se pretende dar énfasis.

Quienes estudiamos a la migración nos enfrentaremos a diversos discursos, formas de pensar que serán necesarios analizarlos e identificar desde que postura teórica se están interpretando.


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