La producción científica en las ciencias sociales: quién escribe, desde dónde escribe y con qué referentes se escribe


The scientific production in the social sciences: who writes, where writes from and what referents use to write


Sandra Saraí Dimas Márquez1 y Armando Ulises Cerón Martínez2


Resumen: El presente trabajo muestra los resultados del análisis a trabajos presentados en la 4º edición del COMECSO (Consejo Mexicano de Ciencias Sociales) en donde se realizó un conteo de las menciones a teóricos prominentes de las ciencias sociales, ejercicio que permitió identificar alcances y limitantes en el uso de conceptos y teorías que sustentan los trabajos, además de algunos retos a los que se enfrenta la producción del conocimiento ante el reconocimiento y desconocimiento de teóricos a partir de los perfiles de quienes los mencionan, usan, enuncian o aplican en la generación y difusión del conocimiento.


Abstract: This paper show the results of analysis to papers included in the 4th edition of COMECSO (Mexican Council of Social Sciences), a recount was made of the mentions to the prominent theorists of the social sciences, and we identified scope and limitations in the use of concepts and theories, also, we identified the challenges facing the production of knowledge against the recognition and ignorance of the theorists by of those who mention them, use, enunciate or apply them in the generation and dissemination of knowledge.


Palabras clave: Producción, difusión y acceso al conocimiento; uso de conceptos y teorías; perfiles profesionales


A manera de presentación

Actualmente, la difusión y acceso al conocimiento científico se ha ampliado y diversificado a través de espacios como: congresos, revistas, libros, memorias, coloquios, boletines, repositorios, entre otros; los cuales, ofrecen la posibilidad tanto a los académicos como a los estudiantes, compartir con la comunidad científica, resultados, discusiones o reflexiones, en torno a


1 Maestra en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales en la de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo; sandra.dimas.marquez@gmail.com.

2 Doctor en Pedagogía por la UNAM; Profesor investigador del Área Académica en Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, pupagui@gmail.com.

fenómenos u objetos de estudio a través de publicaciones como artículos, ponencias, tesis de grado, etc.

De la misma manera, el acceso al conocimiento de las obras de teóricos más prominentes en las diversas áreas de la ciencia, actualmente se ha ampliado a través espacios similares a los ya descritos, y a partir los medios digitales que permiten el intercambio de cursos, seminarios, conferencias, libros digitales, artículos, entrevistas, entre otros.

De esta manera, la objetivación del saber a través de dichos espacios, tienen importantes implicaciones en las comunidades científicas y académicas, sin embargo, éstas resultan interesantes no solo en su contenido, sino en el contexto de su producción y en el contexto de su difusión, esto es, desde la teoría de los campos de Pierre Bourdieu, poder analizar el contexto de producción de una obra y la relación que ésta tiene con el campo en el que es recibida.

Por ello, la inquietud del presente trabajo versa en analizar quién escribe, desde dónde se escribe, con qué referentes se escribe, y cómo se construyen los objetos de estudio en el campo de las Ciencias Sociales. Considerando la importancia del texto y del contexto tanto el autor como del lector de acuerdo con los planteamientos de Pierre Bourdieu; de esta manera, y siguiendo las premisas de dicho autor, será preciso vincular los planteamientos teóricos con el referente empírico, que en este caso, fueron las ponencias que se encuentran en línea, de la 4º edición del congreso del COMECSO (Consejo Mexicano de Ciencias Sociales) en donde se realizó un conteo de las menciones a los teóricos más prominentes de las ciencias sociales, ejercicio que permitió identificar alcances y limitantes en el uso de conceptos y teorías que sustentan los estudios presentados, los perfiles profesionales y áreas de la ciencia desde donde cada autor escribe.

En este sentido, el presente trabajo permite visibilizar algunos de los retos a los que se enfrenta la producción del conocimiento ante el reconocimiento y desconocimiento de teóricos a partir de las áreas desde donde han sido formados quienes los mencionan, usan, enuncian, glosan o aplican en la construcción de objetos de estudio, generación y difusión del conocimiento, lo anterior, tomando como referente empírico una edición del congreso mencionado, como un caso particular de lo posible.

Entre la teoría, la metodología y los resultados

Las producciones culturales como los libros, las revistas, los filmes, la música, la danza, la pintura, etc., encuentran su razón de ser cuando finalmente son consumidas por agentes predispuestos a esos particulares consumos. El campo científico no es la excepción en tales prácticas de consumo cultural.

Si se delimita el universo que aquí se propone analizar, de todas sus dimensiones posibles, el de los congresos científicos está sujeto, como todo campo social, a leyes generales y específicas de funcionamiento (Gutiérrez, 1997). Más particularmente, los congresos propios de las ciencias sociales poseen prácticas objetivables toda vez que pueden ser sistematizadas a fin de captar sus regularidades.

En otros momentos y espacios, Denis Baranger (2008a, 2008b; 2010; 2011) ha tomado como objeto de estudio los congresos científicos en ciencias sociales y ha focalizado como unidades de análisis las ponencias ahí presentadas para detectar, entre otros aspectos, la recepción de Pierre Bourdieu y su obras en Argentina y Brasil.

En este sentido, y más específicamente en México, el COMECSO con su Congreso Nacional de Ciencias Sociales congrega a investigadores en ciencias sociales, quienes presentan resultados de investigaciones en curso o bien con cierto grado de avance, en el cual se tomaron como unidades de análisis 832 ponencias incluidas en los 16 ejes temáticos de la 4º edición de dicho congreso, ponencias que permitieron detectar una variedad de temas y tratamientos teórico- metodológicos, pudiendo incluso llegar a conclusiones muy distintas sobre un tema específico dependiendo del tratamiento teórico-conceptual desde el que se aborde.

Dicho análisis permitió, en primera instancia, identificar a uno de los teóricos del siglo XX más empleado, mencionado, glosado o referenciado, según fuere el caso: Pierre Bourdieu, hallazgo que invitó a analizar el perfil profesional de quienes sustentaron sus estudios en dicho autor, además se pudo analizar el uso o mención de los conceptos y el proceso empleado para llegar a los resultados que se presentaron en las ponencias.

Retomando la presencia de Bourdieu en México a través del COMECSO, resulta interesante identificar que este sociólogo francés, se encuentra muy por encima de sociólogos clásicos como Marx, Weber o Durkheim, o de autores contemporáneos a Bourdieu, tal es el caso de Foucault, Giddens, Bauman, por mencionar algunos; además de ser el autor que tiene

presencia en 15 de los 16 ejes temáticos del congreso.

Lo cual invita a precisar que toda la obra de Pierre Bourdieu, abarca los tres niveles de conocimiento científico que Polanyi menciona: la metaciencia, la ciencia misma y los objetos de la ciencia (Bourdieu, Chamboderon y Passeron, 2002).

Con relación a la metaciencia, el autor, propone momentos o actos epistémicos que guían un proceso investigativo, a saber, la ruptura, la construcción y la comprobación) (Bourdieu, Chamboderon y Passeron, 2002). En cuando a la ciencia, Bourdieu, tiene su propia teoría científica que denominó Economía de las prácticas sociales; la cual, se sustenta en una triada conceptual, sintetizada en la fórmula Campo + [habitus + capital] = Prácticas sociales, en donde el campo es un espacio de relaciones entre posiciones objetivas, jerárquicas y jerarquizantes en relación a la mayor o menor posesión y distribución de recursos valuables en los campos sociales, los capitales, adquiridos o perseguidos en función del habitus incorporado al ocupar de forma prolongada una posición en ese espacio social.

Finalmente, con relación a los objetos de la ciencia, Bourdieu puso a prueba su teoría de lo social en diversos escenarios: la educación, el arte, la fotografía, la visita a los museos, la relación entre géneros, el gusto, la religión, la televisión, la opinión pública, el Estado, la política, la literatura, el deporte, la vivienda, la academia, entre muchos otros. Fuente especificada no válida.

De esta manera, es posible asumir que Bourdieu puede ser mencionado, glosado citado, referenciado y hasta aplicado en procesos de investigación, aunque ello, no significa necesariamente una correcta apropiación de la perspectiva del autor y de su obra; aspectos que se abordarán en este escrito más adelante.


2014

120


100


80


60


40


20


0


2014

Pierre Bourdieu

Foucault Weber Marx

Anthony Giddens Emile Durkheim Zygmunt Bauman Jurgen Habermas Berger y Luckmann

Touraine Giovanni Sartori

Castoriadis Niklas Luhmann Edgar Morin Paulo Freire

Simmel Antonio Gramsci Norbert Elías Louis Althusser Jean Piaget Henry Giroux Peter McLaren Jhon Dewey

Cassirer Lev Vigotsky Basil Bernstein Michael Apple

Jaques Ardoino

Gráfica 1. Teóricos sociales mencionados. Fuente: elaboración propia


Pierre Bourdieu en los ejes temáticos de la 4º edición de COMECSO


Género y sexualidad Violencia, seguridad y derechos humanos

Diversidad Social y cultural La ciudad: nuevos desafíos

El quehacer de las Ciencias Sociales: una visisón… Desigualdad social, política y economía

Ciencia, tecnología y educación Procesos sociodemográficos y esudios de migración Estudios de comunicación y opinión pública

Religión y cultura Instituciones y políticas públicas

Acción colectiva y movimientos sociales Dimensiones constitutivas y variantes empíricas… Sociedad y ambiente. Vulnerabilidades, riesgos y… Globalización, regiones emergentes y geopolítica

Economía y empresas: Historia, desempeño,…


0 5 10 15 20 25


Gráfica 2. Ejes temáticos en donde aparece Bourdieu. Fuente: elaboración propia

Por otra parte, respondiendo uno de los ejes de esta ponencia: -quién lo dice y desde dónde lo dice-, es decir, el contexto de la producción del autor y el consumo del mismo, resultó interesante identificar los perfiles profesionales de los autores de las ponencias, tanto en su formación inicial (estudios de licenciatura), como en su formación de posgrado (maestría y doctorado); pues a pesar de existir una variedad de áreas de la ciencia, fue la sociología y las ciencias sociales las áreas desde donde los autores retomaron sus referentes teóricos para brindar sus reportes de investigación.

No obstante, y como se mencionaba ya, que se mencione, glose, cite, o use, no significa necesariamente la correcta lectura del autor; de modo que, para poder visibilizar esta aseveración, se focalizaron los conceptos mencionados en las ponencias, identificando que, por un lado, las nociones principales de la obra del autor son las que más frecuencias tuvieron (campo, capital y habitus) pero, por el contrario, fue posible ubicar nociones que el autor no desarrolla en sus obras, o que tal vez las menciona como comentarios aislados en ellas, y, en otros trabajos, no se detectó el uso de algún concepto o idea planteada por el autor, en este caso, solo se aludía al autor como una posible referencia, o de igual forma como un comentario aislado a toda la idea planteada.


Gráfica 3. Conceptos de Bourdieu mencionados en las ponencias. Fuente: elaboración propia

Con respecto a ello, Maguer (2007) señala que: “en general, lo que circula son los títulos, convertidos en palabras que son eslóganes divulgados por el rumor intelectual”(2007); de modo que, si esta postura se traslada al efecto de las nociones o términos adjudicados a Bourdieu, será posible identificar que si la lectura va más allá de los títulos, es posible que un autor se pueda mitificar por títulos como: La reproducción, Los herederos, La distinción. Considerando además, los riesgos de las fechas de edición y distribución en los países, y , las traducciones hechas de las mismas.

Además, se llevó a cabo una “valoración” del tipo de lectura hecha a Bourdieu por parte de los autores de las ponencias, considerando como -alto dominio- aquella articulación de conceptos para el análisis de sus objetos de estudio, -dominio- a aquellos trabajos cuyas obras citadas del autor eran bastas y se reflejaba en el análisis planteado; una -lectura fragmentada- cuando los autores de las ponencias solo empleaban algunos conceptos aislados de Bourdieu; y un -desconocimiento- cuando los autores empleaban términos ajenos a la obra de Bourdieu, o bien cuando colocaban citas secundarias, cuyo contenido de la misma presentaba algunas inconsistencias. Resultando, de manera preponderante un alto porcentaje de las lecturas fragmentadas (69%) frente a un bajo porcentaje de alto dominio (10%).


Conocimiento del autor


Alto dominio


Dominio


Lectura fragmentada


Desconocimiento


0 20 40 60 80


Gráfica 4. Tipo de dominio del autor. Fuente: elaboración propia


Estos hallazgos, invitan a pensar en diversos factores, tales como: los obstáculos sintácticos y semánticos de la obra de Pierre Bourdieu, lo cual tiene que ver con la relación entre los productores, los intermediarios y los consumidores, al respecto Mauger (2004), plantea que, quién elige, quién traduce, dónde se publica, quién prologa y quién lee, son operaciones que

producen deformaciones en el mensaje del autor, es decir, las distintas lecturas que se le puede dar a un autor cualquiera, que en el caso de Bourdieu, al ser un autor que produjo sus obras en francés, se convierte en un ejemplo de lo que Mauger señala.


Un autor, un texto, una escuela, importadas no pueden ser realmente comprendidas más que al referirlas al estado del campo al que pertenecen las importaciones, el import export intelectual- depende también de las fluctuaciones del valor de la -marca- de los bienes simbólicos de origen francés en el mercado internacional. Las causas estructurales de las malinterpretaciones recurrentes están inscritas en la lógica del comercio internacional de ideas. (Mauger, 2004, p. 293)


Otra de las dificultades detectadas, y que se relaciona directamente con la anterior, es la apropiación de la obra a partir del capital cultural poseído por quienes lo emplean, pues como pudo observarse, los perfiles de los autores de las ponencias eran diversos, sobre todo en la formación incial, pues fue posible identificar a ingenieros civiles, químicos, contadores, médicos, entre otros, lo cual plantea retos en la apropiación de la obra de un autor ajeno a sus áreas de formación.

Otro obstáculo que se pudo observar en el análisis a las ponencias, fue que, a pesar de ser en su mayoría, los del campo de las ciencias sociales quienes más lo emplearon, no todos tuvieron un amplio dominio del autor, y esto posiblemente tiene que ver con aquellas creencias del “sentido común erudito” Fuente especificada no válida. basadas en prepercepciones socialmente construidas sobre los comentarios realizados en espacios académicos del autor y su obra Fuente especificada no válida., esto es, no documentarse de manera profunda sobre los planteamientos de Bourdieu y solo mencionarlo porque la doxa del campo científico social así lo dice.

También pudo identificarse la lectura fragmentada a las obras del autor, esto es, la lectura parcial de toda la obra, al apropiarse de solo un libro del autor o bien, al quedarse con los primeros planteamientos que el autor sugirió al inicio de su pensamiento y que con el paso de su madurez teórica fue afinando, al respecto, el mismo Bourdieu señala que: “la mayor parte de las malas lecturas de mi trabajo vienen de que se aísla del conjunto tal o cual investigación, en

función de la división tradicional de las especialidades”. (Bourdieu & Delsaut, 2002, p. 13)


La dificultad del acceso a la obra de Pierre Bourdieu no se le escapa ni a los lectores más avisados: obedece a la densidad de la argumentación, al carácter copioso de la ejemplificación frecuentemente reforzada por la indicación lateral de homologías posibles, a la preocupación por delimitar las condiciones de validez del enunciado, de prevenir objeciones posibles o las eventuales malinterpretaciones, la complejidad de la estructura de sus frases cuya construcción refleja a la vez el carácter relacional de los procesos sociales y el movimiento de un pensamiento reflexivo. (Mauger, 2004, p. 285)


En relación con lo anterior, “algunos universos sociales incluso dividen a los actores en ‘productores’, ‘profesionales’, ‘permanentes’ y en ‘consumidores-espectadores’ o ‘aficionados’” (Lahire, 2002, p. 10) quienes, por la posición objetivamente ocupada en el espacio social, tienen su propio punto de vista que no es sino una "[...] visión tomada a partir de un punto particular del espacio social” (Bourdieu, 1998, p. 139). Es por ello que la diversidad de agentes asociados a posiciones diversas produce puntos de vista diversos sobre un mismo tópico en un campo, lo que dificultaría la unicidad de perspectiva entre los participantes. Fuente especificada no válida.


A manera de cierre, con una propuesta de acción: la construcción del objeto

Derivado de lo anterior, conviene señalar que cuando se hace investigación, es preciso llevar a cabo una articulación entre diversos elementos que permitan una adecuado proceso investigativo, a este respecto, Bourdieu y Wacquant (2005) llamaron la “cocina de la investigación” para referirse a lo que está prácticamente oculto a los ojos de los consumidores de estos bienes culturales, pero que es necesario articular para la construcción de un objeto de estudio.

Así, si se toma como ejemplo la preparación de un pastel a fin de asemejarlo a la construcción de un objeto de investigación, resulta que saber cuáles sean los ingredientes necesarios para su elaboración no es suficiente, y ni siquiera tener los ingredientes completos.


Para disfrutar de un pastel no basta tener los ingredientes necesarios: se requiere prepararlo. Tener azúcar, harina, huevos, mantequilla, leche, etc., por más juntos que

estén los ingredientes, si no se les prepara en las cantidades y los procesos adecuados (mezclado y batido, tiempo de horneado, etc.) jamás harán un pastel. De manera similar, un trabajo de investigación que presente una introducción, un marco teórico, un estado del conocimiento, un apartado metodológico, etc., tampoco asegura que sea un objeto científicamente construido, una investigación … propiamente dicha, pero es algo que ocurre. (Cerón y López, 2015, p. 24)


La articulación adecuada de los componentes en un objeto de estudio, al igual que la mezcla combinada de los componentes para la elaboración de un pastel, es un momento trascendental e importante para la adecuada construcción de un objeto de estudio.

En este sentido, estos elementos requieren de estar relacionados. Pero esto es sólo uno de los vínculos a considerar. En efecto, Cerón, Veytia y Guerrero (2017) proponen al menos ocho relaciones a tomar en cuenta respecto a la construcción del objeto de estudio:

  1. Relación entre el investigador y su problema de investigación, en donde suele haber un vínculo (no siempre perceptible) entre la temática elegida y el investigador, ya sea por cuestiones de género, grupo étnico, adscripción política, etc., aborda ciertas temáticas de forma preferente y recurrente, respecto a otras.

  2. Relación entre el investigador y los lectores, lo que implica que quien escribe, no lo hace al aire, sino que desde el principio tienen en consideración a los posibles consumidores de sus productos culturales, ya sea como un experto o un novato en la temática y tratamiento abordados, o bien hacia un público en general.

  3. Relación entre investigador y sus dispositivos de investigación, lo que significa que las teorías, los conceptos, las técnicas, son herramientas conceptuales para quien investiga, lo que haría de ellos artefactos carentes de neutralidad dado que siempre hay algún grado de subjetividad en el sujeto que indaga la realidad.

  4. Vínculo entre el problema a investigar y su entorno, lo que hace tomar en consideración que la misma temática problematizada posee contextualidad, es decir, está influida por su medio para ser percibida como relevante o irrelevante, apremiante o algo a ser abordado a mediano plazo, etc.

  5. Relación entre conceptos, o sea, la dimensión teórica, lo que implica reconocer que una buena teoría no podría basarse de forma exclusiva en un solo concepto (póngase el caso de la noción de “identidad”), sino que, en tanto que entramado conceptual, hay un sistema de conceptos relacionados entre sí sobre fenómenos específicos que ocurren en el mundo.

  6. Relación de los conceptos con la realidad empírica, un vínculo que no siempre se logra de forma exitosa, pues las investigaciones suelen presentarse desarticuladas, y el “marco teórico” sólo es anunciado pero no siempre aplicado a la realidad a indagar.

  7. Relación entre la teoría, la realidad empírica y los instrumentos de registro, en su dimensión metodológica, los instrumentos de registro (cuestionarios, entrevistas, observaciones, etc.) no son sino teoría en su dimensión objetivada al orientar las preguntas formuladas hacia esa parte de la realidad a indagar.

  8. Relación entre los registros y la teoría, lo que implica que lo rescatado por los instrumentos nunca deben confundirse con los resultados ni las conclusiones (lo que suele ocurrir), sino que son el conjunto de datos filtrados y preseleccionados por los instrumentos de investigación y analizados a la luz de la cultura teórica que ha guiado todo el proceso investigativo.

De toda la serie de relaciones propuestas, consideramos que las más relevantes a considerar en el análisis de las ponencias sugeridas, son: la relación entre investigador y sus dispositivos de investigación; la relación entre conceptos; y la relación entre la teoría, la realidad empírica y los instrumentos de registro, pues mucho de lo que aborde, analice, y visualice sobre la temática está vinculado a este bagaje conceptual y a la pericia sobre su uso.

Así, podría afirmarse que la producción científica en las ciencias sociales, quién escribe, desde dónde escribe y con qué referentes se escribe, son parte esencial de una perspectiva relacional que conjugue contextos, textos y procesos en el desarrollo de una investigación.


Entonces, ¿qué asegura que un trabajo que pretende transmitir resultados sea en realidad una investigación científica en educación? Así como en la teoría del color hay una tríada de colores que dan origen a los demás colores (rojo, verde y azul), o en la música sus componentes son armonía, ritmo y melodía, y en física los fenómenos ocurren en el

tiempo, la materia y el espacio, proponemos que una investigación científica social requiere también de una tríada íntimamente relacionada, operando simultáneamente aunque son cualitativamente distintas: una dimensión temática, una dimensión empírica situada y fechada en la que suceden las prácticas de la temática en cuestión, y una dimensión teórica desde la que se interpretan tales fenómenos. (Cerón y López, 2015, p. 24)


Esta tridimensionalidad, consideramos que coadyuva a la construcción del objeto de estudio si se llegan a tomar en cuenta en la perspectiva relacional antes mencionada. Si, como consideraran Bourdieu, Chamboderon y Passeron (2002), no hay posibilidad de construir adecuadamente un objeto de estudio sino a partir de una problemática teórica, razón por la que nos ha parecido importante identificar los autores que abordan quienes han participado en estos congresos de investigación.


Referencias

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Cerón, A. U., Veytia, M. G, Azpeitia, L. A. (2017). La construcción del objeto de estudio.

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