Evolución de la familia mexicana y el impacto de su estructura en el bienestar individual Evolution of the Mexican family and its impact of its structure on individual welfare

Abigail Yescas Sandoval1 y Jocelyne Rabelo Ramírez2


Resumen: La evolución de la familia y los cambios en su estructura tienen efectos en el bienestar individual de los miembros del hogar. Dichos efectos pueden ser desiguales entre hombres y mujeres o entre regiones. Utilizando la Encuesta Nacional de Niveles de Vida de los Hogares (ENNVIH) y mediante la construcción de un índice de bienestar individual que incluye 11 aspectos del bienestar como vivienda, salud, etc., esta investigación muestra que los diferentes tipos de familia (nuclear, monoparental) o el estado civil del individuo tienen efectos significativos en su bienestar, así como también las características sociodemográficas propias de los mismos.


Abstract: The evolution of the family and the changes in its structure have effects on the individual welfare of the members of the household. These effects may be unequal between men and women or between regions. Using the National Survey of Household Life Levels (NSHLL), this research shows that the different types of family (nuclear, single parent) or the individual's marital status have significant effects on their well-being, as well as the sociodemographic characteristics of individuals. This was made possible through the construction of an individual welfare index that includes aspects of well-being such as housing, health, education, security, etc.


Palabras clave: familia; bienestar económico; desigualdad.


Introducción

La evolución de la familia es un fenómeno constante y que se observa en todo el mundo, dicho proceso se ha atenuado, sea por el efecto del tiempo o el impacto de la globalización y las transiciones demográficas, las cuales han provocado, entre otras cuestiones, que la concepción de familia esté en constante transformación, fenómeno en el cual se centra la presente investigación.

Lo anterior ha propiciado una serie de procesos que han modificado tanto la dinámica social, como la economía mundial, lo que a su vez ha traído consecuencias tanto positivas como


1 Estudiante del Doctorado en Estudios del Desarrollo Global, Facultad de Economía y Relaciones Internacionales, Universidad Autónoma de Baja California, Líneas de investigación: Familia, Bienestar, Economía, abigail.yescas@uabc.edu.mx.

2 Profesora investigadora den la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Baja California, Líneas de investigación: Desigualdad, Bienestar, Economía, jrabelo@uabc.edu.mx.


negativas, por lo que es pertinente analizar el impacto que ejerce en los diferentes ámbitos; en este caso se analiza el efecto de los cambios en la estructura familiar en el bienestar individual de los mexicanos.

La transformación de la estructura familiar ha experimentado una aceleración, ya que en los últimos años se ha observado, por ejemplo, que la tasa de divorcios va en aumento y la tasa de matrimonios ha disminuido. Estos cambios en el comportamiento de la sociedad, que demuestran que la toma de decisiones respecto a la formación de la familia se ha modificado, tiene efectos socioeconómicos importantes, y que puede estar asociado a que el fenómeno de transformación de la estructura de la familia es un proceso global está afectando a todo tipo de economías, tanto de países desarrollados como Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá así como a países en desarrollo como México.

En lo que respecta a México, la dinámica de los individuos al momento de formar un nuevo hogar está cambiando, ya que como se observa en la figura 1, existe una disminución notable de los individuos cuyo estado civil es casado, al mismo tiempo que se observa una tendencia positiva en la tasa de cohabitación, así como de individuos divorciados o separados. Esto evidencia que, aunque en México aún se mantiene una postura conservadora hacia el matrimonio, ésta presenta signos relacionados al cambio en la concepción de la familia, además esta transformación en la toma de decisiones muestra características correspondientes a lo que se define como la segunda transición demográfica (Lesthaeghe, 2010).


Figura 1. Población por sexo y estado conyugal, 1950-2010.


60.0%

50.0%

40.0%

30.0%

20.0%

10.0%

0.0%


1950 1960 1970 1990 2000 2010

Solteros Casados Unidos Separados Divorciados Viudos

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI. Censos de Población y Vivienda, 1950 - 1970, 1990, 2000 y 2010.


Dado que la familia es la institución social más antigua de la humanidad (Ríos, 2009), se ha demostrado su importancia económica y social, por lo tanto, su influencia en el bienestar es de gran relevancia y los cambios en esta célula implican efectos directos en el bienestar de los individuos y la sociedad.

Por lo anterior, en este documento se hace un análisis del efecto del tipo de estructura familiar en el bienestar individual; es decir, si existe un efecto significativo en el bienestar individual dependiendo del tipo de familia a la que pertenezca el individuo (cuya clasificación será abordada más adelante). Asimismo, se analiza el efecto de las características propias del hogar, como el número de miembros, el sexo del jefe del hogar, etc., además de incluir variables sociodemográficas como la ubicación geográfica del hogar, lo cual permite observar si existe desigualdad en el bienestar individual entre las diferentes zonas o regiones del país. Por otra parte, también se comparan los efectos entre hombres y mujeres, con el objetivo de observar si loes efectos de los cambios en la estructura familiar son inequitativos (AndreB et al, 2006), contextualizando los resultados al caso de México.

Con el propósito de hacer el análisis, en un primer momento se construye un indicador de bienestar individual que incluye variables como educación, salud (y percepción sobre la misma), satisfacción con la vida, empleo, entre otras; asimismo, se estructuró un modelo econométrico de sección cruzada, donde la variable dependiente es dicho índice, en tanto que las variables explicativas están relacionadas con características individuales y del hogar. Para la estimación de dicho modelo se utilizó información de la Encuesta Nacional de Niveles de Vida de los Hogares (ENNVIH), la cual contiene información a nivel nacional por individuo y por hogar. De manera análoga, la hipótesis central plantea que el tipo de estructura familiar tiene efectos significativos en el bienestar socioeconómico de las familias y de cada uno de los miembros del hogar, específicamente para el año 2002.

El presente documento se estructura de la siguiente manera: en el primer apartado se realiza un análisis de la estructura familiar y su relación con el bienestar individual, mediante la exposición de las diferentes teorías en torno al tema; en la segunda sección se aborda la metodología empleado y finaliza con resultados y principales hallazgos.


  1. Organización familiar y bienestar

    En lo concerniente al bienestar social y económico, la historia a través de la evolución social ha demostrado que la familia fue el resultado de una serie de cambios en la organización social y que según Engels surge al crearse la división del trabajo, la propiedad privada y el Estado como rector del comportamiento social y económico del hombre (Engels, 1884).

    Lo anterior, como resultado del sedentarismo y los nuevos descubrimientos sobre agricultura y ganadería, lo que a su vez creó nuevas relaciones sociales (Martin & Voorhies, 1978), argumentos que bien pueden servir para argumentar que la familia trajo una nueva condición de bienestar social y económico a la sociedad. De ahí que la familia se define como el núcleo primario y fundamental que proporciona la satisfacción de las necesidades básicas del hombre (Sánchez, 1974).

    En el entendido de que la familia funge como un agente económico y social, el cual provee bienestar a sus miembros y a la sociedad a la que pertenece, es conveniente analizar el bienestar familiar desde la perspectiva del desarrollo humano, la cual es una rama importante en la economía. Esto, con el propósito de determinar el impacto de la estructura familiar en el bienestar, tomando como base lo que el filósofo y economista Amartya Sen estableció como cimiento para el estudio del bienestar y desarrollo humano.

    En palabras de Sen (1999), "el desarrollo humano, se ocupa de la idea básica de desarrollo: el aumento de la riqueza de la vida humana en lugar de la riqueza de la economía en la que los seres humanos viven”. Es decir, se refiere a factores y cambios cualitativos en la vida del hombre y de la sociedad a la que pertenece (London y Formichella, 2016).

    Asimismo, se argumenta que, para poder hablar de desarrollo en una sociedad, es necesario analizar la vida de los individuos que la integran, ya que el desarrollo es un proceso de las capacidades que éstos disfrutan (Sen, 1999).

    A diferencia del concepto tradicional de capital humano, el concepto de capacidad humana pone mayor énfasis en la capacidad de los individuos para desempeñarse en diversos aspectos de su vida, por lo que se analizan los motivos que éstos poseen para valorar y aumentar las alternativas que tienen disponibles a elegir. No obstante, se considera pertinente tomar en cuenta la teoría del capital humano, esto con el propósito de tener una perspectiva más amplia del bienestar.


    En lo que respecta al enfoque económico, la teoría del capital humano es un gran referente para el análisis de la familia como productor de éste, tal como lo demuestran los hallazgos de Gary S. Becker, quien analizó el matrimonio, nacimientos, divorcios, división del trabajo en los hogares, el prestigio, y otros comportamientos no materiales, dando a conocer que la familia es una fuente productora de capital humano la cual, si se desintegra, trae consigo importantes efectos económicos y sociales (Becker, 1991).

    Becker argumenta que la producción de un hogar requiere de inversión especializada en capital humano y asignaciones especializadas de tiempo por cada uno de los miembros del hogar. De esta manera la producción de un matrimonio excede la suma de las producciones de mujeres y hombres individualmente, porque biológicamente son complementos en la producción y crianza de hijos y tal vez de otros bienes (Becker, 1991).

    Lo anterior, se logra mediante el análisis del comportamiento familiar de las últimas décadas, es decir, cómo se lleva a cabo la división del trabajo dentro de una familia, qué factores influyen en la decisión de cuántos hijos se procrearán con base al costo de educarlos debido a que se toma en cuenta la “calidad” de los hijos, esto se refiere, por ejemplo, al nivel de educación de los hijos (Becker, 1987).

    Por otro lado, han surgido otras investigaciones en torno al tema de la importancia económica de la familia, y se han hecho con diversos enfoques, como el costo del gobierno, la estabilidad emocional de los adultos y el efecto sobre el rendimiento educativo de los hijos.

    En torno a esto Hammermesh et al (1996) en su estudio, demuestran la importancia del papel de la familia en Estados Unidos y del rol que desempeñan cada uno de los cónyuges, haciendo referencia a la división de trabajo, pone especial atención en la división de trabajo dentro de los hogares, habla acerca del papel de cada uno de los miembros de una familia, en este caso del marido y de la esposa, explican cómo es que se determinan las horas de trabajo de cada uno, mediante un acuerdo mutuo de ambas partes. El tomar estas decisiones en equipo es más complicado que hacerlo individualmente, ya que el ingreso de uno de los individuos es un ingreso no de trabajo para la otra persona, por ejemplo, la decisión de la mujer de trabajar o no trabajar depende del ingreso de su esposo.

    En otras palabras, la importancia económica de las familias se refleja en su participación en el mercado laboral. En lo que respecta a la división del trabajo dentro de las familias


    mexicanas, se sigue el patrón antes explicado, dado que en el país en la mayoría de los hogares existe una diferencia en la especialización de cada uno de los cónyuges. En México, es la mujer quien se especializa en las actividades del hogar y el varón en el mercado laboral. Tal y como se puede observar en la Figura 2, las mujeres que viven en un hogar dedican el 65.2% de su tiempo a actividades del hogar y cuidados, mientras que los hombres solo el 21.1% y respecto a la proporción del tiempo dedicado al mercado laboral, las mujeres dedican el 33.5% y los hombres el 76.2%.


    Figura 2. Distribución porcentual del tiempo de trabajo total de los integrantes del hogar por sexo y tipo de trabajo, 2012.


    Hombres

    (2,158 millones de horas a la semana)

    Mujeres

    (2,520 millones de horas a la semana)


    21.1


    2.7


    76.2


    65.2


    1.3


    33.5

    Trabajo en bienes de autoconsumo

    Trabajo remunerado


    Labores domésticas y cuidados



    Fuente: INEGI. Cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares, 2012. En: www.inegi.org.mx (28 de agosto de 2014)


    Lo anterior evidencia la inequidad existente entre hombres y mujeres respecto a su participación en el mercado laboral (Manting y Bouman, 2006), cabe destacar que la magnitud de estos diferenciales se puede traducir en una menor calidad de vida para las mujeres, debido a que su mayor aporte en trabajo de cuidado no remunerado les limita el tiempo para otras actividades (Bejarano Celaya, 2014) lo cual es un factor determinante en la situación económica de los implicados al ocurrir una disolución familiar, ya que esto provoca una mayor disparidad en los efectos económicos sobre cada uno de los miembros de la familia.

    A pesar de esta diferencia en la participación laboral, la inserción de la mujer al mercado


    de trabajo ha significado una transformación en el funcionamiento de la familia, primero al representar un ingreso adicional al hogar y segundo al dedicar menos tiempo a las actividades del hogar, las cuales incluyen la producción de capital humano, es decir, la crianza de los hijos. Respecto a esto, Bejarano Celaya (2014) afirma que la entrada masiva de las mujeres al mercado laboral, trascendió el mundo laboral afectando las relaciones familiares y los roles tradicionales de hombres y mujeres.

    Sobre lo anterior, García y de Oliveira (2007) plantean que estas transformaciones demográficas han sido conectadas con el deterioro de la situación económica, ya que frecuentemente se asocian las condiciones de pobreza con la incidencia de la jefatura femenina, dado que las relaciones familiares pueden aliviar o perpetuar la pobreza y el deterioro en la calidad de vida. Por lo tanto, es necesario hacer la aclaración de que la inserción femenina al mercado laboral no fue algo negativo, sino que este cambio dio pie a un nuevo proceso en la sociedad.

    Asimismo, García y de Oliveira (2007) en su trabajo sobre la división del trabajo doméstico y extra-doméstico, argumentan que en el corto plazo, la doble jornada que realizan sobre todo las mujeres persistirá como un factor en la ya de por sí deteriorada situación socioeconómica de los sectores con menor escolaridad.

    Otro resultado de las transformaciones demográficas se ha visto reflejado en el cambio de la estructura familiar. Como se ya ha venido comentando, el número de familias monoparentales y familias reconstituidas, las cuales son el resultado de que una persona con divorciada o viuda con hijos se vuelva a casar ha incrementado considerablemente (OECD, 2011).


  2. Impacto de la estructura familiar en el bienestar individual

    Dado que el propósito principal de este documento es analizar el efecto de los cambios en la estructura familiar, dentro de los que se consideran la disolución familiar, las familias monoparentales, las familias extendidas y las familias compuestas, ya que se asume que esos tipos de familia implican diferentes tipos de relaciones con las que se crean dependencias específicas entre los miembros de la familia y que al ocurrir un cambio en la estructura familiar como un divorcio o separación puede haber consecuencias negativas tanto económicas como sociales para los miembros más débiles de la familia.


    De esta manera, se pretende analizar el bienestar de los diferentes tipos de familia desde una perspectiva socioeconómica e identificar si existe diferencia en los niveles de bienestar dependiendo del tipo de familia o si algún cambio en el tiempo en la estructura familiar tiene un efecto significativo en el nivel de bienestar socioeconómico.

    Para lo anterior, se utilizaron los datos de la Encuesta Nacional de Niveles de Vida de los Hogares (ENNVIH) de la primera ronda que fue en 2002, la cual contiene información de los hogares de las entidades de México, además de incluir información por hogar también la tiene por individuo y se le da seguimiento en el tiempo mediante la asignación de un folio. La base de datos se compone de información recolectada a lo largo de 10 años, lo cual se hizo a través de tres rondas, la primera en 2002, la segunda en 2005-2006 y la tercera en 2009-2012, cabe mencionar que para este análisis sólo se empleó información de la primera ronda.

    El grupo de interés de estudio en esta investigación es la familia, cuyo concepto se utiliza para designar a un grupo social constituido por un conjunto de personas de distinto sexo y edades, vinculadas entre sí por lazos consanguíneos, jurídicos y consensuales, el cual involucra en primer lugar el fenómeno del matrimonio (Covarrubias, 1979).

    Asimismo, estas familias conforman hogares, los cuales tienen una estructura diferente de acuerdo a la definición anterior. Para conveniencia del estudio y de acuerdo a la información de la ENNVIH se considera al hogar como unidad de estudio, en donde el tamaño y la estructura tienen implicaciones importantes en el bienestar de la familia.

    Burch (1976) plantea que el tamaño y la estructura pueden considerarse como funciones de tres factores: 1) la posibilidad: que implica factores como imposiciones o limitaciones demográficas, como las relacionadas con la mortalidad y fecundidad, imposición relacionada a la oferta de viviendas capacidad económica, 2) la conveniencia: implica la dependencia de algunos miembros del hogar como los menores, los enfermos y las personas de edad avanzada, y 3) la preferencia, es decir, los factores que se refieren a normas, ideales culturales o deseos individuales.

    De tal manera que es de gran importancia considerar variables de índole social y económica al momento de analizar el efecto de la estructura familia dentro del hogar en el bienestar.


    1. Hipótesis

      No es una sorpresa que tras una separación o un divorcio o algún cambio en la estructura familias existan consecuencias tanto en el bienestar económico como el social de la familia, o que las mismas se incrementen para los involucrados (Sorensen, 1994). Por un lado, se pierde la ventaja de compartir y usar recursos comunes, ya que la familia al funcionar como una unidad económica (Becker, 1992) también funciona como una economía a escala. Además, se tiene que incurrir en gastos de traslado por las personas que ya no formarán parte del hogar, es decir, que un cambio en la estructura familiar puede tener implicaciones económicas. Por otro lado, están las consecuencias en el bienestar humano, es decir, que se desestabiliza una situación emocional.

      Siguiendo la línea de estos planteamientos se formula la siguiente hipótesis:

      • Ho: El tipo de estructura familiar tiene efectos significativos en el bienestar individual económico y social. Asimismo, dicho efecto puede ser diferente entre los miembros del hogar (hombres, mujeres, niños).

        Con las investigaciones mencionadas se ha percibido que el tipo de la estructura del hogar tiene una influencia directa en el bienestar de la familia.

        Dado que dentro de un hogar existen miembros con diferentes características y también existen diferentes tipos de relaciones y dependencias, se asume que los efectos del tipo de estructura familiar o que el cambio en la misma se manifiesta de manera diferente, por ejemplo, entre hombres y mujeres o en los niños.


    2. Índice de bienestar

      En este apartado se explica tanto la construcción del índice de bienestar, como la estructura de los modelos econométricos a estimar para el año 2002.

      Debido a que se pretende analizar el efecto de la estructura familiar en el bienestar de los individuos, es necesario construir un índice que permita aproximarlo; sin embargo al no existir un índice oficial establecido para medir el bienestar individual, se consideró pertinente utilizar el índice que ha formulado la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OECD) llamado “Better Life Index”1 (índice par una vida mejor), el cual considera 11 dimensiones: 1)vivienda, 2)ingresos, 3)empleo, 4)comunidad, 5)educación, 6)medio ambiente, 7)compromiso


      cívico, 8)salud, 9)Satisfacción, 10)seguridad y 11)balance vida-trabajo, replantearlo y estimarlo a nivel individual.

      Por lo anterior y utilizando la información proporcionada por la ENNVIH se consideraron siete de las once dimensiones antes mencionadas con las variables correspondientes a cada dimensión, el cual se compone de la siguiente manera:

      1. Vivienda: tomando en consideración las variables instalaciones básicas de vivienda, en donde la variable “retrete” se construyó realizando la combinación de dos preguntas de la encuesta ENNVIH, sobre si la vivienda cuenta con excusado y con desagüe en drenaje o no. Otra variable incluida en este componente es el grado de hacinamiento, considerado como el cociente del número de miembros del hogar entre el número de recámaras del mismo.

      2. Ingresos: componente que está conformado por el salario de los últimos 12 meses de los individuos, las transferencias gubernamentales y no gubernamentales que perciben, así como un índice de posesiones.

      3. Empleo: es decir, si el individuo trabaja o no, presentada como variable dummy en donde 1 representa que el individuo cuenta con un empleo y 0 si no tiene.

      4. Educación medida en años de estudio (cursados).

      5. Salud: este componente incluye la percepción del individuo sobre su salud (reporte propio de salud considerando una escala de 1 a 5, donde 1 es muy mala y 5 muy buena); asimismo, se incluye la variable salud mental, misma que se construyó utilizando 6 preguntas de la encuesta: ¿se ha sentido triste?, ¿no duerme bien?, ¿no logra concentrarse?, ¿siente que tiene un menor rendimiento?, ¿se ha sentido nervioso? y ¿se ha sentido solo?, las cuales se resumieron en una sola variable en la que se obtuvo una escala de salud mental en donde se asignaron los siguientes valores: 1, si es muy mala; 2 si es mala, 3 para una situación de salud mental regular y 4 cuando es buena; así mismo se incluye una variable sobre condición de aseguramiento (es decir, si cuenta con seguro médico sea público o privado).

      6. Satisfacción: en este componente se considera una autoevaluación de la satisfacción, así como las expectativas de los individuos. Este componente se presenta en la misma escala que el de salud.


      7. Seguridad: incluye la tasa de asaltos y percepción de la seguridad.

      Antes de iniciar con la construcción del índice fue necesario analizar dichas variables y comprobar que tienen una correlación entre sí, para lo cual se utiliza el paquete estadístico STATA (Data Analysis and Statistical Software) en donde se realizó la prueba Kaiser-Mayer- Olkin (KMO) que tiene como objetivo saber si se pueden factorizar las variables originales de forma eficiente. Parte de la matriz de correlaciones entre las variables observadas, por lo que se utiliza la correlación parcial para medir la relación entre las variables eliminando el efecto del resto. El índice KMO compara los valores de las correlaciones entre las variables y sus correlaciones parciales. Esta prueba calcula un estadístico basado en el valor determinante de la matriz de coeficientes de correlación del siguiente modo:



      KMO =

      n n 2

      I

      I

      r

      i=1 j=1 ij

      In In

      r2 + In In s2

      i=1

      j=1 ij

      i=1

      j=1 ij


      Donde rij es el coeficiente de correlación lineal entre las variables i-ésima y j-ésima, sij

      es el coeficiente de correlación parcial entre las variables i-ésima y j-ésima (i- :;tj).

      Utilizando los datos de la ronda del 2002 y después de obtener la matriz de correlaciones de las variables seleccionadas se realizó la prueba de KMO y se obtuvo un valor de 0.71, lo que significa que existe alta correlación entre las variables seleccionadas y que es pertinente realizar un análisis de componentes principales para así construir el índice de bienestar.

      Habiendo obtenido los resultados del análisis de componentes principales, en donde cada columna representa una combinación lineal de las variables originales que proporcionan las componentes principales o factores y se observa la varianza asociada a cada factor que viene expresada por su valor propio. Si se analizan dichos resultados se pueden mantener los primeros 4 componentes ya que su valor propio es igual o mayor a 1. Sin embargo, para la construcción del análisis se optó por utilizar sólo el primer componente, el cual explica el 19.5% de la varianza, ya que todas las variables tienen correlación o efecto en el bienestar se busca obtener un sólo índice de bienestar, por lo que es conveniente concentrar las varianzas en un componente.


      Dado que la carga del factor es la correlación existente entre una variable original y un factor, obtenido por la combinación lineal de las variables originales estas correlaciones se pueden calcular como producto de los coeficientes de cada componente. De aquí se continúa con la construcción del índice empleando la siguiente fórmula:



      Índi-ce = ¿ FP [

      x - x

      ]

      s


      En donde:

      FP: factor de ponderación asociado a la correlación entre variable y el compoentne. x: valor variable i por individuo

      x : promedio de la variable i.

      S: desviación estándar de la variable i.

      Para mayor facilidad de interpretación se transformó el índice a una escala de 0 a100, de la siguiente manera:


      x - kmin

      kmax - kmin x100


      Con la información obtenida y el índice que se construyó se estimó una regresión lineal, teniendo como variable dependiente el índice de bienestar y como variables independientes: el tipo de localidad (rural o urbana), ubicación del hogar por región (asignando una dummy para la frontera norte de México), número de miembros por hogar, número de mujeres por hogar, número de dependientes del hogar(personas de entre 0 y 14 años y mayores de 64 años), si el jefe del hogar es mujer o no, el estado civil, sexo, edad y el tipo de familia.

      La especificación del modelo que busca explicar los cambios en el bienestar individual se estructuró de la siguiente forma:


      bi-enestar = /30 - /31rural - /32mi-emhogar + /33mujereshogar + /34frontera. norte

      • /35mujereshogar - /36dependi-entes - /37jefahogar - /38casado + /39sexo

      • /310edad + /311fam_nuc


      Donde las variables rural, frontera norte, jefa de hogar, estado civil y tipo de familia son variables dummy, es decir, que tienen valor 1 si poseen la característica y 0 si no. Además, es importante agregar que para las categorías de estado civil y tipo de familia se tomó una categoría como base, “casado” para el estado civil y “familia nuclear” para el tipo de familia, lo cual permitirá comparar el bienestar de los individuos que poseen todas las demás características con los que no.

      El enfoque central del análisis es el efecto de la estructura familiar y los cambios de ésta en el bienestar individual de los miembros de la familia. El estudio que se llevó a cabo provee varios indicadores de bienestar y los efectos de las diferentes variables explicativas, las cuales abarcan distintos aspectos sociodemográficos, como características propias de la familia y de la localidad.

      Para proveer una mejor comprensión de los efectos en el bienestar socioeconómico, se analizó, por ejemplo, si el número de mujeres en el hogar incrementa o disminuye el bienestar individual, si el que el hogar se encuentre en una zona rural también afecta el bienestar y el más importante, si la estructura familiar tiene un efecto positivo o no en el bienestar individual.


  3. Resultados

    A continuación, se presenta la estadística descriptiva, tanto de las variables que componen el índice como de las variables explicativas que corresponden a los datos de la ronda de 2002:

    Se calcularon dos índices de bienestar: uno considerando ingreso (índice_1) y otro sin incluir esta variable (índice _2). Se observa que el promedio del indicador de bienestar para los individuos en análisis es de 56.43 cuando se incluye el ingreso y 54.78 sin incluirlo; es decir, hay una ligera (mínima) mejora en el bienestar de las personas cuando se incorpora el ingreso. Resultados interesantes se asocian al hecho de que los individuos en análisis tienen 8.1 años de escolaridad promedio, el 50 por ciento de los individuos vive en zonas rurales, reciben 887 pesos mensuales por concepto de transferencias, los hogares tienen 4.9 miembros y un 16.7% tienen


    jefatura femenina (véase cuadro 1).


    Cuadro1. Tabla descriptiva de variables

    Variable

    índice_1

    Obs

    7012

    Mean

    56.4388

    Std. Dev.

    13.52289

    Min


    0

    Max

    100

    índice_2

    16194

    54.78378

    13.3771


    0

    100

    retrete_2002

    20050

    0.6752618

    0.4682886


    0

    1

    empleo_2002

    23774

    0.5432405

    0.4981372


    0

    1

    educación2002

    23681

    8.111017

    4.404836


    0

    20

    salud_2002

    19802

    3.501111

    0.6840169


    1

    5

    seguro_médico2002

    19800

    0.4470707

    0.4972032


    0

    1

    percepción_2002

    19733

    3.298535

    0.749428


    1

    5

    expectativas2002

    19755

    3.635383

    0.8084382


    1

    5

    asaltos_2002

    19755

    0.1628448

    0.5187156


    0

    10

    seguridad2002

    19755

    1.949835

    0.6829356


    1

    3.00E+00

    ingreso_anual2002

    10509

    137519.6

    3349020


    0

    83300000

    transferencias_2002

    23778

    887.6568

    11541.94


    0

    804000

    hacinaiento_2002

    23777

    2.517802

    1.473851


    0.1

    15

    posesiones

    5867

    2.688086

    0.5614623


    1

    3

    rural

    23772

    0.504417

    0.499991


    0

    1

    miem_hogar

    23778

    4.912188

    2.221838


    1

    17

    frontera_norte

    23778

    0.2240306

    0.4169511


    0

    1

    mujeres_hogar

    23778

    2.52986

    1.44145


    0

    10

    dependientes

    23778

    1.653377

    1.447997


    0

    8

    jefa_hogar

    23778

    0.1677601

    0.373661


    0

    1

    union_libre

    23778

    0.0992514

    0.2990056


    0

    1

    soltero

    23778

    0.3099083

    0.4624653


    0

    1

    viudo

    23778

    0.0503407

    0.2186515


    0

    1

    div_sep

    23778

    0.039238

    0.1941647


    0

    1

    casado

    23778

    0.5007149

    0.50001


    0

    1

    sexo

    23777

    0.4734407

    0.4993046


    0

    1

    edad

    23724

    37.93058

    17.50605


    15

    107

    monoparental

    23778

    0.1014804

    0.3019701


    0

    1

    sin_padres

    23778

    0.6790731

    0.4668426


    0

    1

    fam_nuc

    23778

    0.2194465

    0.4138804


    0

    1


    El análisis econométrico De tal manera que se obtuvieron los siguientes resultados:


    Variables

    2002-

    Coeficiente

    Modelo1

    Significancia

    2002-

    Coeficiente

    Modelo2

    Significancia

    Panel 20

    Coeficiente

    02-2005

    Significancia

    rural

    -9.661754

    0.000

    -9.661732

    0.000

    -6.542

    0.000

    miem_hogar

    -0.831029

    0.000

    -0.8310205

    0.000

    -0.769

    0.000

    frontera_norte

    3.362696

    0.000

    3.377303

    0.000

    3.677

    0.000

    mujeres_hogar

    0.4499086

    0.000

    0.428154

    0.000

    0.301

    0.046

    dependientes

    -0.9194634

    0.000

    -0.866255

    0.000

    -1.011

    0.000


    jefa_hogar

    0.1020984

    0.707

    -0.7701324

    0.012

    0.296

    0.162

    casado

    union_libre

    2.178641

    0.000


    -3.469842


    0.000

    1.129

    0.000

    soltero



    -0.9868116

    0.003



    viudo



    -1.670764

    0.000



    div_sep



    -2.237743

    0.000



    sexo

    2.351758

    0.000

    2.219899

    0.000

    1.578

    0.001

    edad

    -0.2655482

    0.000

    -0.2585074

    0.000

    -0.205

    0.000

    fam_nuc

    monoparental

    2.955037

    0.000


    -1.282176


    0.001

    5.331

    0.000

    sin_padres



    -2.101813

    0.000



    _cons

    70.52054

    0.000

    74.55351

    0.000

    65.313

    0.003

    No. Obs.

    16173


    16173


    32754


    R cuadrada

    0.33


    0.34


    0.26



    Modelo 1








    En este primer modelo se analiza cómo es que las características individuales y de la estructura familiar afectan el bienestar, además el enfoque principal de la investigación es estudiar el cambio estructural en la familia, es decir, como el cambio en el patrón familiar tradicional afecta el bienestar individual, por lo que sólo se agrega una variable de estado civil (una dummy para casado) y la variable dummy que indica si el individuo pertenece a una familia nuclear o no. De esta manera, se analiza cómo es que tener estas dos características afecta el bienestar individual.

    Todos los coeficientes obtenidos tuvieron el signo esperado y fueron significativos, excepto el que el hogar tenga jefatura femenina.

    En relación a las características de la localización del hogar, se observa que el bienestar de las personas que viven en un área rural es 9.6 puntos menor al de las que viven en un área urbana, lo cual proporciona cierta evidencia de que, para el caso de México existe una brecha en el desarrollo humano y económico entre las zonas rurales y urbanas.

    Asimismo, la gran heterogeneidad económica y cultural que existe en México también provoca que existan diferencias considerables entre las diversas regiones del país, es por eso que el coeficiente de la variable “frontera norte” resultó tener un signo positivo, incrementando así el bienestar individual en 3.36 puntos, lo que se sostiene en las tres estimaciones.


    Las características propias de la familia tienen un impacto significativo en el bienestar individual. Iniciando con el número de miembros por hogar, se obtuvo el signo esperado, es decir, que entre más personas haya dentro del hogar el bienestar individual se ve afectado negativamente, esto debido a que los recursos per cápita disponibles se reducen considerablemente, como lo son los recursos económicos, el tiempo de cuidados, etc., por lo que el modelo arrojó que este aspecto disminuye en 0.83 puntos el bienestar individual.

    La variable de número de dependientes tiene un efecto negativo en el bienestar individual de 0.91 puntos. Dado que los dependientes son ancianos, niños o personas que necesitan cuidados especiales, implican mayor inversión de recursos económicos y humanos.

    El número de mujeres por hogar resultó tener un impacto positivo, es decir que el que haya más mujeres dentro del hogar incrementa el bienestar de los miembros en 0.44 puntos, lo cual puede explicarse a que las mujeres son quien dedican más proporción de su tiempo al cuidado de otros, esto respecto a los hombres.

    En cuanto a la jefatura del hogar, se obtuvo que si el jefe del hogar es mujer el bienestar individual se ve disminuido, lo cual evidencia que en México aún existe un grado importante de inequidad de género ya que, por ejemplo, no existe una política pública que apoye a que las mujeres se desarrollen a nivel profesional y familiar de manera simultánea, es decir, aún se penaliza el tiempo que algunas mujeres requieren para atender su hogar.

    La variable de sexo obtuvo el signo esperado, teniendo un efecto positivo en el bienestar individual, es decir que si el individuo es hombre su bienestar es 2.35 puntos mayor al de la mujer, lo que es congruente con la situación actual de México en donde aún existen altos niveles de desigualdad de género.

    Por otra variable, la edad tiene una relación inversa con el bienestar, lo que puede relacionarse al hecho de que, al incrementar los años vividos, el bienestar se ve afectado de manera negativa al reducirse la calidad de la salud física, adquirir discapacidades físicas o mentales, etc.

    Por último, y siendo los resultados más sobresalientes y de mayor interés para la investigación son los coeficientes de las variables “casado” y de tipo de familia: “familia nuclear”, las cuales tiene un efecto positivo en el bienestar individual incrementándolo en 3 y 2 puntos, respectivamente.


    Modelo 2

    En este modelo agregaron otras variables relacionadas con el estado civil del individuo y el tipo de familia a la que pertenece, tomando como base una de las categorías, en este caso “casado” y “familia nuclear” respectivamente. Esta especificación del modelo tiene como propósito principal determinar el impacto del estado civil y el tipo de familia en el bienestar del individuo, comparando el bienestar de un individuo que esté soltero, viudo, separado o divorciado con uno que esté casado (variable base de estado civil), asimismo se compara el bienestar de un individuo que pertenece a una familia monoparental o con ausencia de padres con el que vive en una familia nuclear (variable base para tipo de familia).


    bi-enestar = /30 - /31rural - /32mi-emhogar + /33mujereshogar + /34frontera. norte


    En lo que se refiere al coeficiente de las variables se obtuvieron los mismos signos y con efectos estadísticamente significativos. La variable de tipo de localidad mantuvo su efecto negativo, disminuyendo el bienestar individual en 9.67 puntos. La variable de miembros por hogar también mantuvo el signo negativo, reduciendo el bienestar en 0.84. La edad también tiene signo negativo, lo que es lógico ya que al incrementar la edad el bienestar se ve afectado de manera negativa, en este caso en 0.26.

    Por otro lado, el que el hogar se localice en la región norte del país tiene un efecto positivo en el bienestar de 3.37 puntos; el número de mujeres por hogar resultó ser positivo, es decir que el que haya más mujeres dentro del hogar incrementa el bienestar de los miembros en

    0.42 puntos.

    La variable de sexo obtuvo el signo esperado, teniendo un efecto positivo en el bienestar individual, es decir que si el individuo es hombre su bienestar es 2.22 puntos mayor al de la mujer, lo que es congruente con la situación actual de México en donde aún existen altos niveles de desigualdad de género.


    En relación a las categorías de estado civil, los resultados fueron muy similares a los de la estimación anterior, donde se obtuvo que si el individuo se encuentra en cualquiera de las categorías incluidas en el modelo su bienestar siempre será menor comparado con el de los individuos casados. El bienestar es menor en 3.47 puntos si el individuo está en unión libre, 0.98 si es soltero, 1.67 puntos si es viudo y 2.24 si es divorciado o separado. Estos resultados evidencian que el estar casado puede proveer mayor bienestar individual tanto económico como emocional, ya que Becker (1991) explicó que la familia funciona como un productor de capital humano y existe división de trabajo, así como acumulación de bienes, al menos para el caso de los adultos, quienes son el objeto de este estudio hasta el momento, además de que dicho resultado concuerda con lo argumentado por Gardner y Oswald (2006) que abordan el bienestar y como éste es resultado de una codependencia entre cónyuges, también sobre los hallazgos de Jenkis (2008) y AndreB H. y Brockel M. (2007) quienes encontraron que al ocurrir un divorcio o separación los efectos son inequitativos entre hombre y mujer, además los últimos también encontraron que el bienestar subjetivo disminuye tanto para hombres como para mujeres.

    Por último, las variables de familia monoparental y familia sin ninguno de los padres mantuvieron el signo negativo, lo que significa que si el individuo pertenece a uno de estos dos tipos de familia su bienestar es menor 1.28 y 2.11 puntos respectivamente, lo que sostiene lo mencionado en el párrafo precedente.

    Lo importante para resaltar de estos modelos es que los signos de las variables explicativas no cambiaron en ninguno de los modelos y fueron los esperados, los grados de significancia se modificaron sólo para la variable de número de mujeres por hogar (mujeres_hogar), lo que demuestra la solidez del modelo y el planteamiento.


    Modelo de datos panel

    El tercer modelo es de tipo panel ya que se estimó utilizando datos de las dos rondas, de los años 2002 y 2005, en los que se obtuvieron resultados muy similares a los modelos ya estimados, pero con mayor número de observaciones. Este comportamiento en los modelos y que los coeficientes permanezcan sin cambios significativos evidencian que el modelo es robusto y que las hipótesis planteadas tienen una base empírica sólida.

    Adicionalmente se estimó un modelo que captura el cambio del individuo de haber estado


    casado en el 2002 a no estarlo en 2005, es decir de cambiar su estatus a soltero, viudo, separado o divorciado y se encontró que este cambio tiene un efecto negativo en su bienestar socioeconómico de 0.65 puntos, y los demàss coeficientes permanecieron iguales a los modelos anteriores. Cabe mencionar que el grado del efecto de este cambio es muy pequeño lo cual puede deberse a que de la primera ronda a la segunda sólo pasaron 3 años y durante un periodo corto no existen tantos cambios en el estado civil de las personas, al menos para México.


    Variables Panel 2002-2005. Cambio de estado civil Coeficiente Significancia

    rural

    -6.5

    0.000

    miem_hogar

    -0.86

    0.000

    frontera_norte

    3.75

    0.000

    mujeres_hogar

    0.36

    0.046

    dependientes

    -1.09

    0.000

    jefa_hogar

    -0.14

    0.514

    cambio de estado civil

    -0.75

    0.000

    sexo

    1.65

    0.001

    edad

    -0.19

    0.000

    fam_nuc

    5.29

    0.000

    _cons

    66.22

    0.003

    No. Obs.

    28542


    R cuadrada

    0.28



  4. Reflexiones finales

Los resultados han demostrado que el impacto de la transformación de la estructura familiar coincide con lo establecido en la literatura que puntualizan los beneficios de la familia, los cuales tienen implicaciones sociales y económicas. Asimismo, la estabilidad de la familia también provee estabilidad económica al producir capital humano al educar a los hijos y proporcionar un porcentaje importante en la mano de obra, en el ámbito social también propicia estabilidad social y un mejor funcionamiento de las relaciones humanas.

La familia como institución ha sobrevivido a pesar del proceso de transformación y diversificación que ha sufrido en el tiempo, como se ha visto, es un grupo que nunca permanece igual, sino que está en constante cambio a medida que la sociedad evoluciona, sin embargo, respecto a la segunda transición demográfica, al igual que en el desarrollo económico, México se


encuentra unos pasos atrás, es decir, que le tipo de familia nuclear sigue predominando.

Por otro lado, la desigualdad de pobreza y de género agudiza los efectos negativos de la transformación familiar en el bienestar individual, lo cual se sostiene con la estimación del modelo, ya que sólo por el hecho de ser hombre esto incrementa el bienestar individual, además en lo que concierne a las características de la localización del hogar, el vivir en un área rural reduce el bienestar de las personas.

Aunado a todos estos cambios, situaciones como la creciente participación de la mujer en el mercado laboral, la modificación en los códigos civiles respecto a la conformación de una familia o el concepto del matrimonio, las transiciones demográficas y el ritmo acelerado de vida, ante lo cual el gobierno no ha tenido la capacidad de respuesta inmediata a tan cambiantes necesidades de las familias, fortalece la iniciativa de continuar investigando todas las aristas de este fenómeno social.

Lo dicho hasta aquí, permite afirmar que la familia es una institución permanente y que se compone por individuos cuyo vínculo deriva de la unión intersexual, de la procreación y del parentesco (Bossert & Zannoni, 2004), en la cual existen lazos legales como el matrimonio o de la adopción y que constituyen un hogar, en donde se lleva a cabo una interacción entre los papeles sociales de cada uno de los miembros (Del Campo, 1995).


Referencias

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Fuentes de información

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Notas


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