Del lienzo a las bardas. Un acercamiento a la presencia y significados de las imágenes de la virgen de Guadalupe en colonias populares en la ciudad de San Luis Potosí, México


From the canvas to the fences. An approach to the presence and meanings of the images of the virgin of Guadalupe in popular colonies in the city of San Luis Potosí, Mexico


José Guadalupe Rivera González1


Resumen: En la ponencia se analiza cómo la imagen de la virgen de Guadalupe ha venido a ocupar ya no sólo los espacios de los templos católicos, sino que en los tiempos recientes una gran cantidad de imágenes son pintadas en las calles, lo cual puede ser parte de un proceso de recuperar espacios y ayudar en la construcción de un tejido social.


Abstract: The paper discusses how the image of the virgin of Guadalupe has come to occupy not only the spaces of Catholic churches, but in recent times a large number of images are painted on the streets, which can be part of a process of recovering spaces and helping in the construction of a social fabric.


Palabras clave: jóvenes; religiosidad popular; virgen de Guadalupe; capital social


Valor de la pintura mural en la historia mexicana

En México hay una antigua tradición de pintar en espacios públicos. Esta es una tradición que se remonta y que estuvo presente en varias ciudades prehispánicas: Bonampak, Mitla, Tulum, Teotihuacán, Cacaxtla y Tenochtitlan, son algunas de ellas. En esas ciudades los antiguos habitantes plasmaron en los muros sus sueños, sus deidades, el cosmos, sus ritos, mitos, sus ceremonias y también sirvió para representar las formas de vida de la elite de estas sociedades prehispánicas. Es decir, hay suficiente evidencia que muestra que en estas ciudades en su época de esplendor, la pintura mural fue una parte importante de su belleza arquitectónica (Uriarte, 2007).

Esta tradición se mantendría después de la conquista, ya que los europeos echaron mano de la pintura como una importante estrategia en el proceso de evangelización, de ello quedan aún



1 Doctor en Ciencias Antropológicas, profesor-investigador de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

muchas muestras especialmente las pinturas que se pueden observar en iglesias y conventos católicos en diferentes estados del país. En esta tarea evangelizadora, la virgen de Guadalupe jugó un importante papel en el proceso de instauración de la fe católica entre las culturas indígenas en la Nueva España especialmente en los siglos XVII y XVIII y sin duda la imagen de la virgen sería una protagonista central en las primera etapas de la lucha de independencia en los primeros años del siglo XIX (Nebel, 2002; Lafayet, 2000; Gruzinski, 1996).

Ya en el siglo XX, el muralismo cobraría nueva relevancia después de la finalizada la etapa armada de la revolución. La revolución en su fase de construcción de instituciones también encontró un importante aliado en el arte. En ello los muros de muchas dependencias sirvieron para que destacados artistas plasmaran la ideología de la revolución, una ideología que buscaba llegar principalmente a los más pobres vía las imágenes que se pintaban en las paredes de diversas instituciones públicas como fue el edificio de la Secretaría de Educación Pública, la Escuela Nacional Preparatoria, la Universidad de Chapingo y una gran cantidad de muros en diferentes instituciones públicas. La ideología del movimiento revolucionario se transmitió por medio del arte. En una gran cantidad de muros se plasmaron las luchas indígenas, campesinas y obreras del país (Trueba Lara, 2015).


Jóvenes pintores urbanos: Una nueva generación de muralistas mexicanos

En la actualidad aparecen nuevas manifestaciones artísticas y los nuevos creadores son principalmente jóvenes. Una característica de estos nuevos artistas es que sus obras son plasmadas en muros callejeros. En sus obras quedan plasmadas múltiples creaciones en forma de animales, paisajes, sueños, mitos y para ellos recurren a una gran gama de técnicas y estilos de pintura. Es evidente que una buena parte de estas nuevas manifestaciones artísticas encuentran sus orígenes en el grafiti; sin embargo, es claro que no todo lo que se pinta en las calles con aerosol- spray es o se puede considerar como grafiti. El grafiti se pintaba y se continúa pintando como una forma de marcar territorios. Se pinta en lugares prohibidos. El grafiti ha sido usado por los jóvenes en todo el mundo como una manera de rebelión, de pertenecer a un grupo; por lo tanto, es evidente que lo estético-artístico no era y no es lo crucial para los creadores de grafiti. Lo que se busca es el reconocimiento por el hecho de pintar en lugares prohibidos, difíciles y en la mayor cantidad de estos lugares. Sin embargo, también se pueden encontrar algunos trabajos

que se realizan en las calles y que implican una planeación, incluso se requiere contar con el permiso del dueño del muro, algo que no ocurre con los creadores de grafiti, ya que éstos pintan de manera ilegal. Un rasgo distintivo de los nuevos creadores es que se pinta en la calle, pero muchos lo hacen con la ayuda o la intermediación de instancias públicas, académicas o de organizaciones no gubernamentales.

En la calle se pinta y ahí acuden los espectadores, más bien los espectadores siempre están ahí, nunca se van, son los vecinos, los transeúntes, los ciclistas, siempre están ahí forman parte de la comunidad en donde se pinta. Además, un rasgo que caracteriza a la nueva generación de creadores de arte callejero en la modalidad de murales, es que en sus obras involucran a la comunidad en sus procesos creativos. Las calles, por lo tanto, terminan volviéndose una especie de galerías de arte que terminan siendo accesibles para todas las personas de la comunidad y los que no son vecinos. Es decir, la creación artística está para el disfrute de todos. Muros llenos de color, personajes, mensajes y que permite soñar e interactuar con otras personas, con otras realidades con otros mundos del pasado, del presente y del futuro. La calle es el principal campo- espacio de creación y hay una marcada libertad de expresión. En las calles hay una gran variedad de voces, estilos, técnicas y temas. Se pintan murales con diversas temáticas: flora, fauna, elementos alusivos al mundo prehispánico, temáticas sociales, ambientales, mundos fantásticos son plasmados en muros y paredes por parte de los jóvenes (Arvide Sousa, 2017).

Precisamente una de las manifestaciones más visibles de este nuevo arte urbano y que se hace presente en muchas calles de las ciudades en México son los murales con temáticas religiosas que son pintados por jóvenes artistas involucrados en colectivos que tienen como objetivo la intervención de espacios callejeros y por jóvenes que forman parte de pandillas juveniles. Sin duda, una de las imágenes más pintada en las calles es la virgen de Guadalupe. Para el caso concreto de ciertas colonias de la ciudad de San Luis Potosí la pintura religiosa es una presencia muy constante y significativa en la estética de los barrios y por supuesto en la vida religiosa de los vecinos de las colonias en donde la imagen se pinta, ya que además de que se le pinta en los muros, también se le rinde culto en forma de misas, rosarios, peregrinaciones y que sirven ambas para la reactivación del capital social de la comunidad.

Presencias y significados de la imagen de la virgen de Guadalupe para el pueblo mexicano

Casí 5 siglos después de ocurrido el milagro guadalupano, no hay duda del papel relevante y significativo que jugó la presencia de la virgen de Guadalupe en la introducción de la nueva fe católica entre la población indígena; población que fue victima de la destrucción de sus dioses y de sus creencias como resultado del choque cultural ante la llegada de los españoles. Fue este un momento en el que una parte importante de la población indígena enfrentó situaciones de violencia y muerte. Ese mismo pueblo y esa misma cultura a la que le fueron despojadas sus antiguas deidades-dioses, encontró en la imagen de la virgen de Guadalupe una nueva madre. En ese contexto de zozobra la virgen resultó ser una compañía bastante confortante y fue una presencia que brindó esperanza a la población indígena. En los primeros años posteriores a la llegada de la cultura europea y a la violencia que ello generó entre la población, la imagen de la virgen se asumió como protectora, la sanadora que acompañaba, cuidaba, escuchaba, ofrecia cariño y protección a una población que se encontraba en un proceso de acelerado cambio sociocultural. Además también muy significativo resultó el personaje que eligió para hacerlo su intermediario y su portavoz: un indígena llamado Juan Diego.

Cuando sucedió el milagro de la aparición, la virgen pidió que le construyeran en el cerro del Tepeyac, un templo para que ahí pudieran ir a presentarle sus respetos y sus suplicas. Ahí recibiría a los nuevos creyentes (no sólo indígenas) para dar respuesta a las múltiples peticiones que le estarían presentando. Con el paso del tiempo, la imagen y el lugar construido para su culto se popularizó y se volvió clave en el proceso de asimilación de la nueva fe católica entre la población. Reitero, la popularidad de la imagen de la virgen de Guadalupe, sin duda, promovió una rápida adopción de algunos de los nuevos rituales católicos traídos por los primeros sacerdotes llegados a estas nuevas tierras. Aunque su adopción no estuvo excenta de conflicto dentro y fuera de la propia jerarquía católica, ya que hubo quien vio en el culto a la virgen una manera de preservar la fe a las antiguas deidades prehispanicas. 223 años después de la aparición de la imagen de la virgen de Guadalupe, un 25 de mayo de 1754, fue nombrada como santa patrona de la Nueva España y se instituyó que se realizara una fiesta en su honor cada 12 de diciembre. Lo anterior, fue sin duda el resultado de la fe registrada entre la población de la Nueva España. Durante los 300 años de la vida colonial, la imagen de la virgen fue un referente de la vida nacional, estuvo presente y fue generadora de debates y de polémicas dentro y fuera de

los círculos religiosos católicos (Nebel, 2002; Lafayet, 2000; Gruzinski, 2003).


La imagen de la virgen de Guadalupe pintada en exvotos. Una manifestación más de la creciente religiosidad popular

En México y en otras partes del mundo hay una larga y añeja tradición de pintar imágenes religiosas en espacios ajenos a los templos católico-religiosos. Imágenes de santos, cristos y vírgenes han sido plasmados en parietales, cortinas, mosaicos en ambientes funerarios y por supuesto en las casas. En particular en México durante el siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX entre las clases bajas se popularizó la creación de exvotos. Los exvotos son una muestra de cómo las personas buscaban la intermediación de las fuerzas divinas para poder enfrentar las desgracias. En miles de exvotos quedó plasmada la imagen de la virgen de Guadalupe1.


Imagen 1


Foto: Banco de imágenes del autor. Trabajo de campo en la ciudad de San Luis Potosí, México, 2016.


Los exvotos dedicados a la virgen de Guadalupe son imágenes públicas, ya que están a la vista de todos, y eso es lo que se pretendia, que el resto de la población tuviera conocimiento de los milagros recibidos por la intercesión de la virgen. En muchos casos se ha documentado que las imágenes de los exvotos fueron pintadas por los propios creyentes o también se les pedía que fueran pintadas por los llamados “retableros”. Estos fueron pintores autodidactas que se ganaron el reconocimiento del pueblo por los trabajos de excelente calidad que realizaban. Las imagenes se pintaban en una lamina de hojalata y su tamaño era regularmente de 18 x 25 cm.

Pero no hubo un tamaño establecido para ello. A la virgen se acercaban los fieles-creyentes para solicitarle su respaldo y su intercesión para salir bien librado de situaciones ligadas o relacionadas con alguna enfermedad, accidente, desastre natural y otras calamidades. Analizando el contenido de los exvotos, podemos conocer cuáles eran las angustias de las personas en un determinado momento y cómo es que estas personas lograron resolver estas peripecias. Lo relevante de esto es que la población manifestó su fe más en lo divino que en lo secular. Es decir, la población se sentía más atraída y convencida de que el poder de la virgen le daría lo que las autoridades o representantes políticos o las autoridades deberían de estar obligadas a proveer. La virgen cura enfermedades, otorga certezas ante la salida del lugar de origen para buscar trabajo, enfrentar a ladrones. Cuando ocurre algún cambio en la vida del fiel-creyente-ciudadano, ello es un motivo para solicitar la intervención de la madre de Dios. En el contenido visual de los exvotos, se puede observar una sensación de abandono que es vivida y experimentada por los protagonistas y se observa la necesidad de permanecer aferrados a sus creencias para así poder solucionar los problemas que enfrentan. Para todo aquello que la medicina, la ciencia o los políticos no pueden resolver, las fuerzas divinas aparecen como quien provee certezas. El trabajo de investigadores señalan que el exvoto se transformó en un producto generado principalmente entre las clases populares, su lógica salió del control de la iglesia católica y poco a poco se transformó en una manifestación en la que sus creadores y los devotos recreaban la relación entre el ser afligido y la instancia divina (Arias y Durand, 2001; Durand y Douglas S. Massey;

2001; Fraser Giffords, 2001; J. Egan, 2001; López y Moisés Gámez; 2002).


Historia del culto y devoción a la virgen de Guadalupe en San Luis Potosí2

En el año de 1894 el historiador potosino Manuel Muro publicó un texto que tituló Historia del Santuario de Guadalupe de San Luis Potosí. Según lo que señala Muro (1894), el primer lugar en donde se le rindió culto a la imagen de la virgen de Guadalupe fue en un altar de la iglesia de San Francisco. Esa primera imagen llegó a San Luis Potosí por medio del R.P. Fray Juan Lazcano. Lo anterior ocurrió en la década de los ochenta del siglo XVI. El mismo historiador destaca que esta misma imagen sería trasladada a una ermita construida exclusivamente para su culto. La construcción de dicha ermita se concluyó a finales del año de 1661, pero sería hasta los primeros meses del siguiente año (1662) cuando la imagen fue depositada en este nuevo lugar en donde se

le estaría rindiendo culto y devoción por parte del pueblo potosino. Tanta fue la fe y devoción que habría de ganar entre la población potosina, que el día 2 de octubre de 1771, la virgen de Guadalupe fue proclamada como patrona de minas y aguas de la ciudad de San Luis Potosí. Dos años después, el 23 de noviembre de 1773 la virgen de Guadalupe fue declarada patrona de la ciudad de San Luis Potosí y también se declaró el día 12 de diciembre como la fecha para su festejo. Al igual que lo que había ocurrido tiempo atrás, la ermita que se había construido, era ya de tamaño insuficiente para recibir las muestras de fe de la población, además de que la ermita se encontraba en mal estado. Por lo tanto, se hizo necesario iniciar la construcción de un templo más amplio. Para ello sería clave la aportación que dejaría el Sr.Manuel Fernández Quiroz quien antes de morir dejó una donación de $5,000 que se emplearían para la ampliación del templo. Teniendo estos fondos como punto de partida, se dio inicio a la construcción del nuevo santuario de la virgen de Guadalupe. Para ello, el día 27 de septiembre de 1772 se colocó la primera piedra. Fue a finales de 1799, cuando se concluyó todo el interior de la obra, quedando pendientes las torres del templo. La primera misa en el santuario fue dada el 9 de octubre del año de 1800.


Del templo a los muros. La virgen de Guadalupe pintada por los jóvenes grafiteros en San Luis Potosí

487 años después de la aparición de la virgen de Guadalupe al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac, la imagen de la “Santa Patrona de México” sigue haciéndose presente en infinidad de formas, colores y presentaciones. En la actualidad la imagen de la virgen sigue teniendo una importante presencia entre la población, lo novedoso es que esta es una presencia que ha salido de los templos católicos y la reproducción que se hace de su imagen se hace ahora en las calles y está fuera del control de la jerarquía católica. Si en la época virreinal, algunos sectores de la iglesia católica establecieron un férreo control sobre la producción de las imágenes religiosas que se veneraban dentro y fuera de los templos, en la actualidad las cosas han cambiado de manera dramática.

En muchas calles y avenidas de la ciudad de San Luis Potosí, somos testigos de la presencia de la virgen de Guadalupe. Su imagen es recreada ahora en forma de murales y éstos en su mayoría son realizados por jóvenes que pintan grafiti. Su presencia es una constante. Convive con los vecinos, con los transeúntes, se hace visible en bardas, fachadas, callejones, camellones y

ahí convive con propaganda política, rótulos de negocios y anuncios de eventos como son los bailes amenizados por orquestas o conjuntos musicales. También es común ver estas imágenes comparten la pared con otras imágenes religiosas o no religiosas (por ejemplo, la imagen de la santa muerte). En la presencia de las imágenes de la virgen en la ciudad, destacan la variedad de colores, de mensajes y leyendas con que la población acompaña a muchas de las imágenes3.


Imagen 2


Foto: Banco de imágenes del autor. Trabajo de campo en la ciudad de San Luis Potosí, México, 2016.


Así como la imagen de la virgen ha sido un referente definitorio en la historia de México, hoy encontramos una gama muy amplia y rica de la iconografía de la guadalupana hecha por los jóvenes quienes muchas veces carecen de una formación artística, pero que siguen depositando en la virgen una fe que lejos de desaparecer se reafirma en momentos de incertidumbres, tensiones, crisis y de muchas desigualdades Por lo común la virgen es pintada con pinturas de aerosol, pero también es común encontrar algunas que son pintadas con pintura de aceite y son creadas de la manera tradicional, es decir con las brochas. En la mayor parte de las imágenes que logre fotografiar, el espacio en donde es pintada se ha transformado en una especie de altar, ya que se les coloca luz artificial, en muchos casos se le construye un techo para que se le proteja del calor y del agua y a los pies de la imagen es común encontrar un florero y un espacio en

donde se colocan veladoras. También es común que la imagen aparezca acompañada de mensajes que normalmente son plegarias o se le pintan banderas nacionales, en donde queda evidenciado que se trata de una imagen de un gran valor simbólico para amplios sectores de la población mexicana.


Imagen 3


Foto: Banco de imágenes del autor. Trabajo de campo en la ciudad de San Luis Potosí, México, 2016.


Un aspecto que llamó mucho la atención, fue el hecho de que, en las calles, la virgen convive cotidianamente con otras imágenes religiosas que han venido tomando fuerza en la fe de los ciudadanos. Sin duda, la imagen de San Judas Tadeo es una de ellas. A San Judas Tadeo se le identifica entre los fieles como el abogado de las causas difíciles y desesperadas. Es un santo que en los últimos años ha ganado presencia y devoción y fe entre la juventud mexicana. Un sector de la población que ha hecho frente al incremento de la precariedad, la desigualdad, la pobreza, la violencia, la muerte, el narcotráfico y, en general, la desesperanza. Pareciera que entre más difícil es la vida para las personas, más necesario se hace que se integren una mayor cantidad de representaciones religiosas a las cuales recurrir en tiempos de crisis personal y social (Gudrún, 2014).

La imagen de la virgen de Guadalupe en las colonias populares. Intervención y transformación de los espacios urbanos

Como ya se comentó, las imágenes que ahora han ocupado infinidad de muros-bardas-paredes de la capital potosina son pintadas por jóvenes, en especial aquellos que forman parte de las pandillas, jóvenes marginados y excluidos. Son ellos quienes la pintan, la retocan, la festejan y le llevan música, pólvora y, por supuesto, le rezan. A ella se encomiendan y la virgen los acompaña y esto tiene una lógica de ser, ya que desde siempre la imagen de la virgen a estado cerca de los más vulnerables, de los desvalidos y los excluidos. Hoy como nunca tiene sentido y valor las palabras que le dirigió al indio Juan Diego en una de las cuatro apariciones: “¿no estoy yo aquí que soy tu madre?”.


Imagen 4


Foto: Banco de imágenes del autor. Trabajo de campo en la ciudad de San Luis Potosí, México, 2016.


No obstante la situación de cientos de jóvenes que forman parte de pandillas y que se ven envueltos en situaciones de violencia callejera o violencia proveniente de su propio hogar, es significativo como los jóvenes plasman sus imágenes de la virgen en bardas- fachadas de sus casas o en los espacios disponibles en las calles, pero también en estas imágenes plasman la fe y la devoción que le manifiestan a la virgen, pero también en las paredes queda registro de sus experiencias de vida, pero también sus experiencias de violencia, de muerte. Sus experiencias de sentirse marginados, excluidos. Ante ellos, como hace casi 5 siglos antes, los jóvenes y los vecinos buscan en la imagen de la virgen la protección divina que los aleje de sus rivales de pandilla, de la policía, de la muerte, experiencias que ellos viven de cerca y de forma cotidiana4.

Imagen 5


Foto: Banco de imágenes del autor. Trabajo de campo en la ciudad de San Luis Potosí, México, 2016.


Sin embargo, no todo lo que ocurre en torno de los jóvenes es negativo, me parece que esta experiencia de intervenir y transformar algunos espacios urbanos a partir de pintar las imágenes de la virgen de Guadalupe, contribuye a que estos espacios se transformen en espacios de reunión-interacción no sólo de los jóvenes, sino que también propician la interacción de la comunidad. Lo anterior representa una oportunidad de crear–generar espacios de interacción social en barrios y colonias que se caracterizan por padecer situaciones de violencia y de inseguridad. Además, plantea la manera en que los jóvenes interactúan entre ellos y con la comunidad, representa una manera de crear vínculos de fe y devoción entorno a la imagen de la virgen o de otras imágenes religiosas en contextos urbanos caracterizados por la falta de mecanismos de integración y participación generados desde los espacios institucionales.

En un texto de reciente publicación sobre la temática de la religiosidad popular en una colonia del Distrito Federal, se advirtió que entre los jóvenes la fe y la creencia se manifiesta de maneras particulares, en particular fuera de los templos, en la organización vecinal que se

desarrolla en torno a la fe y a la devoción que se sigue manteniendo por parte de los jóvenes hacia determinadas imágenes religiosas (Suárez, 2015).

Para el caso particular de San Luis Potosí, me parece que la experiencia nos muestra que los jóvenes han encontrado nuevas formas de acceder y participar en el culto-devoción de imágenes religiosas y ello lo llevan también a cabo en nuevos lugares, es decir la socialización y la participación religiosa no ocurre solo dentro de los templos católicos. Los jóvenes han encontrado o han tenido que innovar y crear nuevas formas y nuevos espacios en donde puedan experimentar su fe, devoción y sus creencias. Aquí se trata de un culto que sale fuera de las iglesias y que encuentra en las calles-casas su principal lugar de realización-manifestación. Reitero, durante el trabajo de campo realizado para poder tomar las imágenes de la virgen en diferentes colonias populares de la capital potosina, pude corroborar que son los jóvenes quienes se asumen como los creadores y los guardianes de las imágenes de la virgen y de otras más que se encuentran en las calles potosinas. En este como en muchos frentes los jóvenes se sienten más inclinados y atraídos por un tipo de participación informal, menos estructurada e institucionalizada (Hopenhayn, 2001).

Los jóvenes construyen nuevas formas de identificación y de pertenencia. En ello hay nuevas formas individuales o colectivas de creer. Esas formas de creer y de pintar no están bajo el control estricto ni de las esferas del arte o de la iglesia. Más bien encontramos espacios y formas de culto que la gente joven desarrolla y que ellos mismos crean. Me parece que lo que se plasma en las paredes por parte de los autores de las imágenes, hace referencia a lo que ocurre en el entorno social inmediato. Es decir, una parte de la vida cotidiana que sucede en el barrio, colonia y en las calles en donde ha sido plasmadas las imágenes por los vecinos queda también reflejado en los contenidos de las imágenes. Lo anterior queda evidenciado cuando se hace una revisión de algunos mensajes que fueron escritos por los jóvenes cerca de las imágenes de la virgen. En el entorno de las imágenes quedan plasmados hechos o eventos que han marcado la vida de algunos miembros de alguna pandilla o de personas que viven en la cercanía de las imágenes.


Comentarios finales

Como ha quedado evidenciado, las experiencias recientes de creación artística desarrollada por

jóvenes que pintan o realizan intervenciones artísticas en la calles de las ciudades a través de la pintura mural callejera, sirven para mejorar y darles nueva vida, significados, valoraciones y usos de los espacios públicos. Dichas manifestaciones artísticas que se plasman en las calles sirven para generar cambios en las comunidades de vecinos ya que no sólo se limitan a ser simples o pasivos espectadores, como si estuvieran en una galería o en la sala de un museo; sino que en estas nuevas formas de llevar el arte a las calle, ellos se vuelven participes de lo que ahí se pinta. Por lo tanto la visión que presenta a los jóvenes como apaticos, desinteresados en lo que ocurre a su alrededor, queda desdibujada con los argumentos que aquí se han presentado, en donde lo que hemos encontrado es lo contrario; jóvenes quienes de manera individual o en grupos retoman espacios abandonados, inseguros, sucios y los dotan de un nuevo colorido, con una variedad y riqueza de mensajes, lo que permite interactuar, con otras personas, con otras realidades con otros mundos del pasado, del presente y del futuro.

En lo que se refiere a la imagen de la virgen de Guadalupe pintada en los muros de la ciudad de San Luis Potosí, destaca que sea la población joven quien mayoritariamente pinte los muros con la imagen de la virgen; son los jóvenes quienes se encomiendan a la virgen en la vida y en la muerte. De lo anterior queda constancia de aquellas imágenes que pude encontrar en donde los nombres y los apodos de jóvenes muertos son escritos o sus rostros aparecían dibujados a un costado de la virgen. En ello se mantiene un aspecto que ha caraterizado a la virgen desde su llegada a estas tierras: brindar y otorgar protección a todos, pero en especial a los menos favorecidos, a los excluidos. En ese sentido, se debe de entender la presencia y la adopción que se ha hecho de la virgen por jóvenes en colonias populares de San Luis Potosí, en donde la violencia y la muerte se han vuelto una constante en la vida cotidiana de muchos jóvenes. En ese sentido, se puede entender la presencia de las imágenes de la virgen en los espacios callejeros como una entidad que es vista como la protectora, la sanadora que acompaña, la que cuida, la que escucha, la que ofrece cariño. Por lo tanto, las imágenes de la virgen han sido referentes de la historia del país, de comunidades, regiones, pero también son referentes en la vida cotidiana de personas ordinarias. Lo anterior se hace muy revelador por el hecho de que la virgen sigue siendo una imagen generadora de miles de milagros; ya que la virgen ha estado siempre cercana a las personas. Además como se ha demostrado con la información presentada a lo largo del texto, las imágenes de la virgen producen- provocan

acciones y emociones y de igual forma las imágenes tienen y ejercen poder sobre personas, comunidades y sociedades.


Bibliografía

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Notas


1 Tan sólo en el Museo de la Basílica de Guadalupe en la actualidad hay un registro de 2,886 exvotos dedicados a la virgen de Guadalupe, de los cuales 284 se encuentran en exhibición. Además a las anteriores imágenes habría que sumar todos los exvotos que se pueden encontrar en templos y parrroquias a lo largo y ancho del país en donde el creyente le manifiesta a la virgen el agradecimiento por algún beneficio recibido por su celetial intervención. También un gran cntidad de exvotos han terminado en manos de compradores de objetos de arte, quienes los colocan en subastas de arte para su venta (Rodriguez Alatorre, 2016).

2 San Luis Potosí es una entidad que se localiza en la región centro-norte de México. Se localiza a 400 kilometros de distancia de la Ciudad de México. La ciudad capital fue fundada el 3 de noviembre de 1592. La ciudad cuenta casi desde sus orígenes con siete barrios: Tlaxcala, Santiago del Río (los dos más

antiguos), Montecillo, San Sebastián (fundado en 1603), San Juan de Guadalupe (donde se encuentra una de las iglesias más importante: el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe), Tequisquiapan y San Miguelito (establecido en 1597 ).

3 Durante el trabajo de campo que se realizó con la finalidad de tener el registro fotográfico, fue posible ver que en ocasiones las bardas en donde se pintaba la imagen de la virgen, estas se convertían en una

especie de “esquela urbana”. Ya que a un lado de la imagen de la virgen podrían leerse los nombres o los apodos de integrantes de pandillas que habían muerto como resultado de los enfrentamientos entre pandillas rivales. Incluso fue posible encontrar pintas en donde a la imagen de la virgen se le sumaba el rostro pintado de los jóvenes muertos, todo ello acompañado de alguna oración o un texto en donde se encomendaba a los difuntos para que estos encontraran el reposo eterno bajo la tutela de la virgen de Guadalupe. Sin duda estas imágenes nos describen muy bien el contexto de violencia en el que se desarrolla la vida de los jóvenes en los barrios populares de la ciudad de San Luis Potosí.

4 La mayor cantidad de imágenes de la virgen que pude registrar, se encuentran en calles de los barrios más antiguos de la ciudad y otras colonias de reciente creación. Algunas de estas colonias han sido consideradas por la policía municipal como colonias peligrosas por los constantes enfrentamientos de pandilleros. La vida de los jóvenes que viven en colonias populares es muy difícil, cargada de peligros y de violencia. La calle está llena de peligros que provienen de otros jóvenes, pero también del mundo de


los adultos. Este último adquiere el rostro de la extorsión por parte de policías y también la expresión de rechazo por parte de los adultos. Las pandillas generan elementos que les son de utilidad para marcar su pertenencia al grupo, eligen un nombre y con ese nombre delimitan su territorio por medio de las pintas que ellos mismos hacen en paredes y fachadas en los espacios que ellos pretenden controlar, escogen ciertos símbolos que los identifican, además privilegian el uso de ciertas prendas de vestir, el color de las mismas y los gustos por ciertos ritmos musicales los hacen particulares (H. Ayuntamiento de San Luis Potosí, 2010).