La escuela y el desafío de mirar la dimensión emocional de los jóvenes


The school and the challenge of looking at the emotional dimension of young people


Roberto Martínez Plata1


Resumen: Se considera la necesidad de resignificar la dimensión emocional de los jóvenes en la experiencia escolar partir del interaccionismo simbólico. También recupera la perspectiva antropológica de Le Bretón (2013) donde puntualiza que las emociones son relaciones sociales y culturales. Esta perspectiva se articula con la de Maturana (1991) propone considerar la dimensión biológica de las emociones. El sustento metodológico que centra la investigación es la interacción y los relatos de los jóvenes. Así mismo el trabajo contiene una aproximación a la categoría de juventud contextual y por último el papel que tienen las emociones en la escuela.


Abstract: The need to resignify the emotional dimension of young people in the school experience is considered from the symbolic interactionism. He also recovers the anthropological perspective of Le Bretón (2013) where he points out that emotions are social and cultural relationships. This perspective is articulated with that of Maturana (1991) proposes to consider the biological dimension of emotions. The methodological support that centers the research is the interaction and the stories of the young people. Likewise, the work contains an approach to the category of contextual youth and finally the role of emotions in school.


Palabras clave: jóvenes; emoción; experiencia; escuela.


Introducción

La escuela es a la vez una conquista social y un aparato de inculpación ideológica de las clases dominantes que implicó tanto la dependencia como la alfabetización masiva, la expansión de los derechos, la construcción de las naciones, la imposición de la cultura occidental y la formación de movimientos de liberación, entre otros efectos. (Pineau, 2001: 28) Además es considerada como una institución que cultiva a los sujetos a través de la razón y disciplina cuerpos, sin embargo durante la trayectoria escolar he visualizado a las emociones como una situación ignorada en la relación escolar, el joven se siente excluido sin considerar que es un joven que llora, sufre, tiene



1 Estudiante de maestría en Investigación de la Educación en el Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, División Académica Tejupilco. Educación, sociedad y cultura. sylverplat@hotmail.com.

sentires, y expectativas, considerando las situaciones de vida y emocionales que todo joven estudiante pudiera pasar dentro y fuera de la escuela.

En este orden de ideas, el trabajo que presento toma como punto de partida la necesidad de reconocer a los jóvenes como sujetos no sólo de razón sino de emoción y mirar cómo las emociones dan sentido a sus experiencias escolares con el fin de reconocer que los jóvenes no sólo deben estar incluidos normativamente, sino en su condición humana reconociendo lo emocional, eso me llevo a plantear el siguiente problema de investigación titulado. Las emociones que dejan huella en las experiencias escolares de los jóvenes de telesecundaria, en ese sentido me permitió elaborar las siguientes preguntas de investigación: ¿Cómo las emociones significan las experiencias escolares de los jóvenes de telesecundaria?, ¿Cuáles son las emociones que dejan huella en las experiencias escolares de los jóvenes de telesecundaria? y ¿Cuáles son las huellas que dejan las emociones en las experiencias escolares de los jóvenes de telesecundaria?. Dichas preguntas de investigación me han permitido problematizar que la escuela impone lentamente modos de conducta, pensamiento y relaciones propios de la institución que se reproduce así misma, con independencia de los cambios radicales que se provocan en el entorno (Pérez Gómez, 2000) y en la subjetividad de los jóvenes. Así mismo en el trabajo de investigación considero un marco teórico el cual sustenta las bases en el interaccionismo simbólico fijando la mirada en el significado social, para comprender e identificar los sentidos construidos alrededor de la escuela. Así mismo construyo la categoría de emoción a partir de la perspectiva antropológica con David Le bretón quien plantea que las emociones son relaciones sociales y culturales. En ese sentido recupero elementos de la perspectiva biológico-cultural de Humberto Maturana quien sostiene que toda acción humana está fundada en lo emocional. En el aspecto metodológico de la investigación utilizo las narrativas como una forma en que los seres humanos construyen su realidad personal y escolar, mediante relatos de vida a través del dialogo y la conversación.

En este mismo sentido el trabajo contiene una aproximación a la categoría de juventud en la localidad rural del sur del estado de México denominada Puente Viejo, en esa localidad se visualiza una juventud descapitalizada, la juventud que descalifican y la que estigmatizan a las que se ven sometidos en la vida diaria. (Reguillo, 2003)

Finalmente el trabajo presenta como la escuela ha cambiado gradualmente y como es

necesario que se considere la dimensión emocional, ya que la educación se le sigue dando prioridad a la razón y el aspecto emocional queda ignorado La juventud como construcción sociocultural es producto de relaciones en tiempos y espacios concretos, se va dando a través de códigos simbólicos creados socialmente y recreados por los jóvenes.


  1. Juventud y ruralidad

    La juventud como construcción sociocultural es producto de relaciones en tiempos y espacios concretos, se va dando a través de códigos simbólicos dados socialmente y recreados por los jóvenes. Así la juventud


    Es un producto que aparece como valor simbólico que depende de un espacio de posibilidades abierto a sectores sociales y que alude a fenómenos existentes atendiendo a los aspectos materiales, políticos e históricos conforme la vida cotidiana juvenil. (Feixa, 1998: 25)


    En esa construcción sociocultural se van creando interacciones que se establecen en un tiempo y espacios para mirar a la población joven y sus diversas expresiones, así mismo refieren la manera en que las experiencias sociales de los jóvenes, son expresadas colectivamente mediante la construcción de estilos de vida en el tiempo libre o en los espacios que tienen en la escuela.

    En ese sentido la juventud ha sido entendida desde diferentes miradas que implican determinadas prácticas, que son producidas por diversas instituciones como el Estado, la Iglesia, la familia, y la escuela, entre otros resaltando la diversidad de formas de expresión de lo juvenil y la diversidad y con base a los jóvenes de una localidad rural del sur del estado de México denominada Puente Viejo.

    Hablar de los jóvenes de Puente Viejo es referir a una la juventud rural que históricamente ha sido una de las menos estudiadas. De acuerdo con Pacheco (2003) esta juventud no sólo está relacionada a la producción agrícola, sino que son jóvenes que se mueven en diferentes ángulos y actividades, por lo tanto, es necesario hacer visible a la juventud rural dentro de una estructura social, política y cultural. Al respecto Pacheco propone

    Abordar la juventud y en especial, centrar el análisis en la juventud rural, presupone analizar la estructura social y en particular, las condiciones de participación social y de desarrollo de la propia juventud rural. (Pacheco, 2003: 2)


    De ahí que el análisis de la juventud rural necesariamente requiera el análisis de la estructura social, la posibilidad de influencia de las generaciones jóvenes en la organización social y las oposiciones ideológicas en cada momento histórico. (Pacheco, 2003).

    En el caso de Puente Viejo regularmente los jóvenes al terminar la secundaria, algunos de ellos continúan estudiando en el telebachillerato, otros por situaciones económicas, tienen que emigrar a la ciudad de México o Estados Unidos, ellos emigran muchas veces para complementar el ingreso familiar y otras para reunir los recursos suficientes con el propósito de formar su propia familia y mejorar sus condiciones de vida, ya que en la localidad tienen problemas para conseguir un empleo, la mujer se dedica a la agricultura, también los jóvenes se casan a temprana edad, el matrimonio suele ser un proyecto de vida que asumen a temprana edad, lo que no implica que sean adultos. En este sentido la alternativa del matrimonio resulta más atractiva para las mujeres que para los varones. Ellas se casan a más temprana edad que sus pares masculinos.

    Las parejas jóvenes de la localidad no necesariamente logran independencia y suelen vivir por un tiempo en el hogar paterno o materno de esta forma disminuye considerablemente las oportunidades de educación, empleo, perpetuando de este modo la cadena de pobreza en que se ven inmersas. Los jóvenes rurales de Puente Viejo viven en un entorno en continuo despoblamiento. Los jóvenes ven cómo poco a poco las personas van marchándose de la localidad. Este dato objetivo lleva consigo una enorme desesperanza, que choca radicalmente con los valores que podemos esperar o potenciar en un joven.

    Los jóvenes rurales de Puente Viejo viven en un entorno marcado además por el aislamiento y la soledad, en muchos casos derivado de la propia realidad, ya que actualmente algunos de ellos se han encargado más de desobedecer a sus padres, prestar menos atención a las órdenes de los adultos y llevar la contraria a lo que les dicen. La bebida es uno de los problemas a los que ellos se enfrentan, así como la drogadicción que es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los jóvenes en la localidad, les gusta salir con los amigos, jugar videos juegos, consultar las redes sociales con el fin de conocer amistades y ver las fotografías sobre actividades

    realizadas con las amistades.

    La diversidad de actividades que se realizan hoy en los ámbitos rurales incorpora diversos agentes sociales y procesos económicos cuya característica es su pertenencia económica más allá del agro; por ejemplo, en Puente Viejo la familia de los jóvenes se dedican al comercio, algunos son taxistas, otros se dedican a la ganadería y a la música.

    Para el estudio de la juventud rural se requiere que sea analizada la estructura social, una política social que centre la mirada hacia estos jóvenes, por lo que “Toda estrategia de desarrollo rural necesita de una política de la juventud” (Durston, 2001: 99), es necesario revisar que la baja densidad de la población, sus actividades económicas, las instituciones escolares, culturales y sociales son la base de su identidad que necesita ser revisada. Considero que el mundo rural ha sido el dilema que se les plantea a los jóvenes entre permanecer en las áreas rurales o migrar a otras ciudades en busca de oportunidades de estudio o trabajo que les permita mejorar sus condiciones de vida, fortaleciendo los factores claves de arraigo de los muchachos en el campo.

    Aunque algunos teóricos de la juventud rural como Durston (2001) han señalado que la juventud puede definirse como la etapa de vida que empieza con la pubertad y termina con la asunción plena de las responsabilidades y la autoridad del adulto, es decir, las que corresponden a los jefes masculino y femenino de un hogar económicamente independiente.

    En el caso de los jóvenes de Puente Viejo el trabajo en el campo es una responsabilidad familiar que inicia a temprana edad trabajar y estudiar es un hábito que muchos jóvenes de la localidad hoy en día tienen, ya sea porque necesitan el dinero para poder vivir mientras estudian, o simplemente porque quieren tener algo de dinero extra, colaboran en las labores del hogar y trabajan por las tarde con el fin de apoyar a su familia y contribuir con el apoyo familiar y además van a la escuela.

    El trabajo en los jóvenes rurales se convierte en una identidad del ser adulto, sin embargo, en los trabajos que realizan para ayudar a la familia pocas ocasiones son remunerados, la familia rural en la actualidad ya no es productora sino se ha vuelto consumidora de los productos que adquieren de los espacios urbanos “la familia rural ha perdido centralidad en el establecimiento de normas de conducta y valoraciones cuyo centro era la sobrevivencia de la familia como un esfuerzo de la colectividad” (Pacheco, 2003: 7). Así, la familia donde se socializan los jóvenes rurales es una combinación de actividades agrícolas y no agrícolas, que pueden ser realizadas en

    la comunidad o fuera de ella.

    En otro aspecto a señalar es importante considerar el espacio rural en Puente Viejo como algo más que un mero contenedor de actividades y demandas, ya que también constituye un espacio activo, habitado por jóvenes que demandan servicios vitales, tales como: salud, vivienda, cultura, medios de transporte y comunicación.

    La Asamblea de las Naciones Unidas en 1985, Año Internacional de la Juventud, definió a la juventud como las personas que se encuentran entre los 15 y 24 años de edad, pero en el trabajo diario de la FAO (La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) con otras organizaciones y gobiernos la definición de juventud puede variar dentro de un amplio rango de edad que va desde los 8 a los 40 años. Los jóvenes representan un gran porcentaje de la población global total. Se estima que hay más de un billón de jóvenes entre las edades de 15 a 24 años, constituyendo casi un quinto de la población mundial. Estos números sugieren que la juventud debe ser considerada como una fuerza importante de cambio y una parte esencial de cualquier campaña de seguridad alimentaria y desarrollo rural en el mundo (Durston, 2003).

    A pesar que los jóvenes rurales corresponden a un extenso segmento de la población en la mayoría de los países en vías de desarrollo, muy rara vez son considerados por los planificadores, tomadores de decisiones y gobiernos en programas de desarrollo rural. En el caso de los jóvenes de Puente Viejo las políticas se han limitado a los programas los jóvenes beneficiados por programas como PROSPERA que es un programa inclusión social que otorga recursos para fortalecer la alimentación, salud y educación sin embargo eso no ha redituado en mayores niveles de aprendizaje, o nutrición por la mala calidad de los servicios públicos.

    Reyna es una joven de la localidad, es vocal del programa PROSPERA en Puente Viejo y conoce prácticamente a todos sus habitantes. Asegura que son muchos los que reciben algún apoyo derivado de un programa social, incluso algunos que no lo necesitan, y también hay familias necesitadas que no tienen ningún programa. Eso provoca enemistades entre los vecinos. Hay muchas familias que hemos visto que en realidad sí necesitan el programa y no cuentan con él, y hay otras personas que tienen el programa y no lo necesitan, están muy bien económicamente, afirma.

    Este tipo de programas tiene una cobertura nacional, identifica los hogares que se

    encuentran en situación de pobreza, por medio de una encuesta de características, socioeconómicas y que determina su incorporación al Programa. Una vez aceptado la titular beneficiaria, que generalmente es la mamá de familia o quien se hace cargo del hogar, deberá cumplir junto con la familia corresponsabilidades en cuanto a la salud y educación para poder recibir el apoyo económico registrando a toda la familia a la unidad de salud que le corresponde, para cada miembro de la familia acuda a las citas médicas y cumplan con la asistencia a las pláticas comunitarias para el cuidado de la salud, ya con estas corresponsabilidades que las y los beneficiarios deben cumplir en educación son: inscribir a sus hijos en la educación primaria, secundaria y Media Superior en escuelas autorizadas para el Programa y la asistencia de los becarios a clases.

    Los problemas de la juventud rural se han acrecentado debido a que muchos de ellos son excluidos de la posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida. La juventud es un concepto esquivo, construcción histórica y social y no mera condición de edad (Margulis, 2008: 11). Cada época y cada sector social postula formas diversas de ser joven y es por esta razón que no hay que hablar de juventud sino de juventudes. Diferencias económicas, sociales, políticas, étnicas, raciales, migratorias marcan profundas desigualdades en la distribución de recursos y es esto lo que causa que la condición de ser joven en cada sector social se altere.(Margullis, 2008)

    La juventud se fue construyendo como representación social de un futuro esperanzador (cuando tomaba el estándar del progreso y el orden establecido) o como futura desdicha y fuente de caos (cuando intentaba transgredir o transformar las pautas y valores socialmente establecidas) en un juego de tensiones y conflictos que van de lo instituido a lo instituyente (Altamirano 2002). La juventud podía ser entendida como la esperanza futura del progreso y desarrollo nacional o como fuente de todo desorden y perversión. Con la aparición de la sociedad de consumo se pudo instalar recientemente la idea positiva de “lo juvenil” como modelo sociocultural.

    Hay distintas formas de ser joven en el plano social y cultural no existe una única juventud en la ciudad moderna las juventudes son múltiples varia en base a la clase social y la generación a la que pertenecen, además se considera el lenguaje y las diversas formas en que se relaciona. (Margulis y Urresti, 1998)

    No es lo mismo un joven de los años ´70 que uno de los ´90 ya que sus problemáticas y necesidades están atravesadas por un contexto social, político, económico y cultural notoriamente

    diferentes. (Margulis y Urresti, 1998: 28)

    Considerando la generación de los jóvenes de puente Viejo ha tenido diferentes cambios culturales notables ya que las generaciones de los 90 no son las mismas a las de ahora por ejemplo el respeto que se le tenía a los padres y profesores de la localidad era notable con el tiempo ha cambiado considerablemente ya que actualmente los jóvenes de la localidad demandan sus necesidades como ser escuchados, el respeto a su propia individualidad, que la enseñanza en las escuelas sea más allá, el joven quiere aprender diversos contenidos, pero también abrirse a otros saberes y temas pertinentes para el mundo de hoy, quieren aprender a mirarse, identificar sus capacidades y miedos, y saber mirar el mundo, así mismo una educación fuera de la sala de clases.

    El género nos presenta las diferencias para el varón y la mujer en la asignación de roles y división social del trabajo. El género no refiere únicamente a la dimensión sexual de las personas, sino que es también un agregado cultural que apela al grado relacional de la clasificación hombre y mujer. Refiere a la adjudicación de espacios, responsabilidades y jerarquías de acuerdo con el sexo en un sistema de producción y reproducción de relaciones sociales aprendidas e internalizadas (socialización de género) por las personas (Touraine, 1997: 191). Si bien la coyuntura histórica marca grandes cambios en la asignación de responsabilidades y prescripciones, todavía se asocia al hombre como el apropiador del ámbito económico y a la mujer restringida al ámbito privado como el cuidado de los hijos y como ama de casa.

    Respecto al género las mujeres de Puente Viejo se dedican al cuidado de los hijos y colaboran con las labores del hogar estando al pendiente de lo que necesitan los hijos en la escuela. Los hombres se encargan de trabajar para llevar el sustento a su casa, así como colaborando con las labores del hogar, así mismo los jóvenes se reúnen en algunos espacios que les permiten estar en relación en la capilla de la localidad que es el lugar donde se reúnen a menudo, estos jóvenes se reúnen alrededor de las cinco de la tarde diariamente.

    El marco institucional expresa las reglas que definen el lugar y los roles socialmente asignados. Es decir, instituciones como la familia, los partidos políticos, la iglesia, los clubes, los establecimientos educativos, etc. pueden definirse como organizaciones que dan forma al desempeño de una determinada función social. Las instituciones proporcionan el cuadro normativo que regula las relaciones de clase, de género y generación entre las personas de una

    sociedad. El sujeto es agente de estas instituciones y redes vinculares que sostienen el orden social y que definen día a día las posiciones y roles que desempeñan los actores o, en este caso, los jóvenes. La familia es una de las instituciones donde se definen principalmente estas condiciones comprendiéndola como el ámbito de regulación de la sexualidad y la filiación, pero también, como el ámbito de la socialización primaria en el que los sujetos aprenden e internalizan las estructuras económicas sociales y culturales que regulan el escenario social y condicionan la acción.

    Los jóvenes establecen diferentes roles en la escuela ya que en los espacios donde ellos establecen relaciones, interactúan ya que en las conversaciones que he tenido con ellos les gusta convivir, escuchar música y jugar, además que consideran a la escuela como una institución que forma y que instruye el conocimiento, además les gusta a los jóvenes gusta salir fuera de la escuela. En cuanto a la familia les gusta tener comunicación con sus padres y aprovechan varios espacios como la capilla de la localidad, en el campo de fútbol, en las bancas de la escuela telesecundaria, en la ceiba situada atrás de la escuela telesecundaria y afuera de la tienda de Miguelina con el propósito de conversar sobre diferentes temáticas personales y escolares, en ese sentido consideran a la familia como una institución vital para el desarrollo integral de su propia identidad, pero también algunos de ellos tienen diferencias en cuanto a la forma de pensar y de ver la realidad, algunos de ellos platican con su familia en algunos espacios como en la hora de la comida, otros pocas veces dialogan con su familia de esta forma configuran su estado emocional con lo que los jóvenes llegan a la escuela.


  2. La escuela y las emociones en los jóvenes de telesecundaria

    En los escritos de la investigación educativa los jóvenes aparecen, fundamentalmente, como estudiantes: inscritos o excluidos, reprobados y desertores, con calificaciones académicas y con o sin competencias para la vida.

    De acuerdo con Weiss” Los docentes suelen etiquetar a los estudiantes de indisciplinados, flojos, casos perdidos, buen alumno, cumplido, responsable y obediente (Weiss, 2006: 360).

    La escuela es a la vez una conquista social y un aparato de inculpación ideológica. Pineau (2001) señala la escuela no como un fenómeno natural, sino histórico y no la única opción posible, parte de la idea de que la escuela como metáfora del progreso como una de las mayores

    construcciones de la modernidad, el autor señala que la escuela está concebida como institución que instruye y disciplina cuerpos, así como una forma educativa hegemónica que presenta una legislación de educación básica y obligatoria.

    Pineau (2001) también cuestiona los análisis explicativos del fenómeno “escuela”, desde aquellos que la consideran como un resultado lógico del desarrollo educativo evolutivo y lineal de la humanidad, hasta los que han buscado problematizarla. Para el autor, los educadores modernos les es muy difícil ver a la escuela como un ente no fundido en el paisaje educativo, lo que probablemente sea la mejor prueba de su construcción social como producto de la modernidad.

    La escuela como máquina de educar es concebida como el espacio donde conserva algo positivo de lo exterior. (Pineau, 2001:) Ciertamente la escuela ha sido un aparato que instruye conocimientos y disciplina cuerpos donde no considera el aspecto emocional ya que en todas las relaciones que establecidas dentro de un ambiente escolar tienen lugar las emociones estas se ven en el movimiento de los ojos, en las cejas fruncidas y otras contracciones musculares, las escuchamos por el tono y la voz, se sienten emociones en tu propio cuerpo. En la escuela las emociones se establecen mediante las relaciones establecidas con el otro, intervienen la autoridad y la norma, la familia, rechazo a la idea de razón permitiendole al joven signifique diferentes emociones en la forma de establecer relación con el otro.

    Por otro lado, Silvia Duschtzky concibe la escuela como un espacio donde los alumnos construyen su experiencia escolar llena de significados, permitiéndoles dar cuenta de los sentidos que ellos construyen alrededor de la misma, cuando se habla de lo simbólico, se refiere a los procesos culturales mediante los cuales se asocian a ciertos significantes. La escuela como frontera para los jóvenes es un espacio donde construyen su experiencia escolar significada por las emociones llena de significados en su paso por la escuela, ya que para ellos dicha institución representa el lugar privilegiado de cualquier significación referente a enseñar, aprender y socializarse.

    La escuela moderna comienza a resquebrajarse en el marco de un devenir histórico donde proliferan las injusticias sociales y poco se reconoce la condición humana y emocional de los sujetos, ya que poco importa lo que sienten, lo que les emociona, lo más les gusta hacer, a veces no se respeta su identidad propia ya que como Nateras plantea: Si el cuerpo es un territorio, un

    espacio habitado y una representación en tanto quien los habita construye una imagen y en base a eso los otros construyen una percepción de ese cuerpo que a veces es distante a la realidad que se percibe.(Reguillo, 2010) En ese sentido se manifiesta en el interés por las emociones y los afectos, el miedo, la felicidad, el amor, pero cuando no es respetado cuerpo surge el término de “violencia simbólica” que se utiliza para describir las formas de violencia no ejercidas directamente mediante la fuerza física, sino a través de la imposición por parte de los sujetos dominantes como ejemplo podre citar el poder que ejerce el maestro hacia el joven donde en varias ocasiones trata de decidir por él, sin preguntarle cómo se siente si está de acuerdo sin imponer y sin excluir pero a veces eso no sucede simplemente los cuerpos no son de ellos sino del que domina.

    Otro aspecto que es importante señalar puede ser la desvalorización de la juventud, ya que se cree que los jóvenes están sujetos de tutela, dudan de la asertividad y sobre todo de la responsabilidad, ¿qué sujeto se siente cómodo ante esta violenta forma de discriminación y desvalorización? A pesar de esto existe un doble discurso donde la cultura oferta a la juventud como el deseo de todo sujeto, pero también ser joven es sinónimo de irresponsabilidad e inadecuación social, según Reguillo la inadecuación social “aparta la culpa de las instituciones y ponerla en la inadecuación del yo, ayuda o bien desactiva la ira potencialmente perturbadora o bien a refundirla en las pasiones de la autocensura y el desprecio de uno mismo o incluso a recanalizarla hacia la violencia y la tortura contra el propio cuerpo…”¿La tortura puede ser el suicidio? Probablemente, aunque la Secretaría de Salud considere como un problema de la salud al suicidio, ¿qué hace para prevenirlo? (Reguillo, 2010) y qué hace la escuela, acaso no es una tema de emociones?

    Así mismo ante lo dicho una de las manifestaciones más llamativas de la escuela, es el divorcio entre la escuela y el entorno, como plantea Carbonell:

    El desafío es lograr la transferencia y el uso de la cultura escolar en la vida cotidiana durante la infancia y el transcurso de la vida adulta y al propio tiempo, la incorporación de la experiencia vivencial y cultural del entorno a la escuela. Se trata de integrar en el proceso de enseñanza y aprendizaje, la riqueza de la llamada educación asistemática y extraescolar con el fin de preservar la cultura escolar y todo contacto y contaminación del entorno, la institución escolar construye todo tipo de muros.

    El objetivo de innovar en la escuela es apoyar al alumno de una serie de recursos que le ayudaran a adquirir un conocimiento más sólido e integrado y a comprender mejor la realidad. Desde la escuela hay que enseñar a leer críticamente la diversidad de informaciones y mensajes del entorno próximo y lejano del individuo, se parte contextos significativos. Situación que facilita o dificulta en diverso grado el desarrollo de las potencias educativas. La aventura de innovar nos permite penetrar en los lugares donde habitan, se relacionan y se divierten los seres humanos, innovar es necesario en la práctica educativa ya que las necesidades surgen y cambian al transcurrir el tiempo.

    En otro aspecto hablar del amor pedagógico es un tema muy complejo ya que anteriormente las emociones siempre han estado presentes, sin embargo no las consideraban porque daban señal de debilidad y frivolidad y la excesiva ternura, ello traería una formación débil, tonta y salvaje. (Dussel, 2001: 2) En este amor pedagógico busca es necesario pedagogía del amor basada en las emociones de los jóvenes desarrollando apoyando de manera más abierta sin represiones ni gritos, ya que la educación es una de las áreas en la que el amor juega un papel importante, pues el amor es la base de la educación Facilita al educando la interiorización de valores necesarios para enfrentarse a la vida acorde a su dignidad Desecha toda actitud autoritaria, el docente debe deja de imponer siempre la voluntad propia y el de hacerse obedecer.

    El amor es el principio pedagógico esencial. De muy poco va a servir que un docente se haya graduado con excelentes calificaciones en las escuelas más prestigiosas, si carece de este principio esencial. En educación es imposible ser efectivo sin no se es afectivo. No es posible calidad sin calidez. Ningún método, ninguna técnica, ningún currículo por abultado que sea, puede reemplazar al afecto en educación (Pérez, 2013). Amor se escribe con “a” de ayuda, apoyo, ánimo, aliento, asombro, acompañamiento, amistad.

    Anteriormente lo más importante en la escuela era la razón, una educación basada únicamente en el conocimiento una forma de domesticar la animalidad y las emociones eran consideradas como debilidad ya que se creía que la educación debía enseñar a los hombres a gobernarse a sí mismos, se creía que era necesario organizar una escuela intermedia con talleres artesanales ya que era la manera más efectiva de sublimar la liberación hormonal propia de la pubertad.

    Las emociones y los sentimientos han sido prácticamente ignorados como parte

    determinante del actuar humano en el análisis sociológico; pues, ¿cómo observar una emoción, como medir un sentimiento?, ¿cómo saber si en verdad existe, qué lo constituye, de dónde viene?. Para ello es importante repensar que el ser humano cuenta con la capacidad de sentir; percibe (siente) el frío, el calor, el hambre, el dolor en alguna parte de su cuerpo. Conforme avanza la edad puede sentir la hostilidad de su medio, el amor, el abandono, la protección, la envidia, la seguridad, los celos, la vergüenza, la alegría, la tristeza, entre muchas otras formas de emociones traducidas en sentimientos.


  3. A modo de conclusión

Considerar las emociones en la escuela es un aspecto tan importante en la formación del individuo como lo es la educación académica como un aspecto tan importante en la formación del individuo ya que anteriormente las emociones de los jóvenes, daban prioridad a la razón y la emoción existía un universo de distancia considerándolas en opuestos dentro de la existencia humana. En ese sentido las emociones son importantes en el joven y la escuela puesto que la emoción no solamente ocurre en el interior del sujeto sino que también es parte de la interacción social y de esta forma estimularía a los estudiantes en el aprendizaje tanto para la vida personal como la vida profesional, es decir en este proceso van a adquirir aprendizajes de calidad y de esta forma los estudiantes que sientan apatía por los estudios, pueden ser nuevamente estimulados y motivados bajo un ambiente amoroso que acoge.


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